México. En 2021, trabajadoras mexicanas enfrentaron pobreza laboral y jornadas de trabajo sin paga

Méxi­co. En 2021, tra­ba­ja­do­ras mexi­ca­nas enfren­ta­ron pobre­za labo­ral y jor­na­das de tra­ba­jo sin paga

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Por Gui­ller­mo Cas­ti­llo, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de diciem­bre de 2021.

CIMAC­Fo­to: César Mar­tí­nez López

Menos empleos for­ma­les, pero mayor pobre­za labo­ral, per­cep­ción de inse­gu­ri­dad y jor­na­das labo­ra­les sin paga enfren­ta­ron duran­te 2021 las muje­res mexi­ca­nas en com­pa­ra­ción con los hom­bres, de acuer­do con un aná­li­sis de Méxi­co Evalúa. 

Con infor­ma­ción actua­li­za­da al ter­cer tri­mes­tre de 2021 (has­ta sep­tiem­bre) de dife­ren­tes encues­tas del Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Esta­dís­ti­ca y Geo­gra­fía (INEGI) y del Ins­ti­tu­to Mexi­cano del Segu­ro Social, la orga­ni­za­ción Méxi­co Eva­lúa docu­men­tó que exis­ten “gran­des bre­chas de géne­ro” en tér­mino de empleos for­ma­les, par­ti­ci­pa­ción en mer­ca­do labo­ral remu­ne­ra­do, pobre­za labo­ral, infor­ma­li­dad labo­ral, per­cep­ción de inse­gu­ri­dad y jor­na­das labo­ra­les sin paga.

De acuer­do con este cen­tro de aná­li­sis, los pues­tos de tra­ba­jo fal­tan­tes para las muje­res (res­pec­to a la meta a alcan­zar este año) repre­sen­ta­ron 46 por cien­to, mien­tras que en los hom­bres fal­tó un 14 por cien­to. Al cie­rre del ter­cer semes­tre del año, cua­tro de cada 10 muje­res era par­te de la Pobla­ción Eco­nó­mi­ca­men­te Acti­va; esto con­tras­ta con los sie­te de cada 10 hom­bres en esta situación. 

Asi­mis­mo, 43 por cien­to de las muje­res enfren­ta pobre­za labo­ral en com­pa­ra­ción con 39 por cien­to de los hom­bres. De acuer­do con los datos reco­pi­la­dos por la orga­ni­za­ción, el pro­me­dio del ingre­so men­sual labo­ral de las muje­res en Méxi­co fue de 6 mil 581 pesos mien­tras el de sus pares varo­nes fue de 7 mil 816 pesos. 

A esto se suma que mien­tras las muje­res dedi­ca­ron 35 horas a la sema­na en acti­vi­da­des remu­ne­ra­das, los hom­bres dedi­ca­ron 42, con la dife­ren­cia de que ellas dedi­ca­ron 43 horas a las tareas del hogar y de cui­da­do no remu­ne­ra­das, en com­pa­ra­ción con las 19 que dedi­ca­ron los hombres. 

Otro dato: la infor­ma­li­dad labo­ral para las muje­res alcan­zó al 55 por cien­to de las tra­ba­ja­do­ras, mien­tras que en el caso de los hom­bres la infor­ma­li­dad en el tra­ba­jo fue para 50 por cien­to. En cuan­to a la per­cep­ción de inse­gu­ri­dad, la bre­cha entre muje­res y hom­bres es del 10 por ciento. 

De acuer­do con Méxi­co Eva­lúa, las muje­res pade­cen con mayor fre­cuen­cia situa­cio­nes de pobre­za labo­ral por­que en pro­me­dio tra­ba­jan por una menor paga, no acce­den a posi­cio­nes de mayor ran­go y por­que la infor­ma­li­dad las acer­ca a la pobre­za labo­ral cuan­do se pier­de el tra­ba­jo. Por lo tan­to, en los hoga­res con más muje­res es más fre­cuen­te que no haya sufi­cien­te comi­da para todos los inte­gran­tes, seña­ló la organización.

Las bre­chas sala­ria­les por sexo se deben, en gran medi­da, al mayor núme­ro de horas que las muje­res dedi­can a labo­res no remu­ne­ra­das den­tro del hogar, ya sea rea­li­zan­do tareas domés­ti­cas o cui­dan­do de meno­res de edad, per­so­nas enfer­mas y ancianas.

De acuer­do con Méxi­co Eva­lúa, muchas muje­res se emplean en tra­ba­jos infor­ma­les por­que encuen­tran en ellos mayor fle­xi­bi­li­dad para cum­plir con los roles fami­lia­res y de crian­za, pero que a su vez las colo­can en posi­cio­nes de mayor ries­go y vul­ne­ra­bi­li­dad fren­te a un des­pi­do injus­ti­fi­ca­do, sin acce­so a la segu­ri­dad social en caso de enfer­mar, sin acce­so a un sis­te­ma de guar­de­rías y con meno­res ingre­sos en promedio.

A lo lar­go de la vida labo­ral, expli­có la orga­ni­za­ción, es menos pro­ba­ble que una mujer acce­da a posi­cio­nes de man­do. Esto se debe a que no exis­te un sis­te­ma de cui­da­dos uni­ver­sal, por lo que el desa­rro­llo pro­fe­sio­nal de las muje­res no ocu­rre en igual­dad de cir­cuns­tan­cias que el de los hom­bres. Por lo tan­to, la bre­cha sala­rial se va amplian­do con el tiem­po, sobre todo en el mer­ca­do labo­ral infor­mal –que es don­de más muje­res tra­ba­jan– y cuan­do hay niñas y niños en casa.

Fuen­te: cimac​no​ti​cias​.com​.mx

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