Nues­tra­mé­ri­ca. El ALBA-TCP se for­ta­le­ce con el voto popular

Por Fer­nan­do Bos­si Rojas,Resumen Lati­no­ame­ri­cano, 30 de noviem­bre de 2021.

De acuer­do con los con­teos publi­ca­dos por el Con­se­jo Nacio­nal Elec­to­ral (CNE), con más del 52% de las actas escru­ta­das al día de publi­car este artícu­lo, Xio­ma­ra Cas­tro gana la pre­si­den­cia de Hon­du­ras con más del 53% de los votos, mien­tras el can­di­da­to del Par­ti­do Nacio­nal, Nasry Asfu­ra, solo alcan­zó el 34%. Así, la can­di­da­ta del Par­ti­do Liber­tad y Refun­da­ción (LIBRE) con­si­guió un triun­fo cate­gó­ri­co con­tra los repre­sen­tan­tes del “Club de Coyo­li­to”, la rica y delin­cuen­cial oli­gar­quía hondureña. 

Hay que tener pre­sen­te que Xio­ma­ra es la espo­sa de Manuel Zela­ya Rosa­les, pre­si­den­te depues­to por un Gol­pe de Esta­do en junio de 2009. Hon­du­ras, había ingre­sa­do al ALBA-TCP en agos­to de 2008. En un acto mul­ti­tu­di­na­rio y acom­pa­ña­do de los pre­si­den­tes y man­da­ta­rios de los paí­ses aso­cia­dos a la Alian­za, Zela­ya pro­nun­ció, en aque­lla opor­tu­ni­dad, un vibran­te dis­cur­so don­de seña­la­ba que Hon­du­ras no nece­si­ta­ba pedir­le per­mi­so al impe­rio para sus­cri­bir acuer­dos, que los empre­sa­rios tenían todo el dere­cho de defen­der sus intere­ses, pero tam­bién tenían que com­par­tir su ganan­cia con los tra­ba­ja­do­res, per­mi­tien­do a los que han sido exclui­dos ser suje­tos acti­vos en la eco­no­mía nacio­nal, “por­que Hon­du­ras nece­si­ta cam­bios estruc­tu­ra­les para su desa­rro­llo eco­nó­mi­co”. El gobierno esta­dou­ni­den­se no le per­do­na­ría a Zela­ya esos pro­nun­cia­mien­tos y en con­se­cuen­cia lo derro­có, sin cal­cu­lar ni míni­ma­men­te que en 12 años vol­ve­ría con más fuer­za y decisión.

En Vene­zue­la, el triun­fo del boli­va­ria­nis­mo tam­bién fue con­tun­den­te. En las mega-elec­cio­nes del 21 de noviem­bre, de 23 los esta­dos del país, 19 fue­ron gana­dos por los can­di­da­tos a gobernador/​a del Par­ti­do Socia­lis­ta Uni­do de Vene­zue­la (PSUV) y solo en 3 el triun­fo fue para la opo­si­ción, que­dan­do un esta­do toda­vía sin defi­ni­ción. Por otra par­te, de las 335 alcal­días en jue­go, el PSUV ganó en 210. La par­ti­ci­pa­ción fue del 42,26 por cien­to del padrón electoral.

Dos sema­nas antes de las elec­cio­nes en Vene­zue­la, el coman­dan­te Daniel Orte­ga fue reelec­to, con una par­ti­ci­pa­ción del 65 por cien­to de los habi­li­ta­dos para votar, alcan­zan­do la cifra del 76 por cien­to de los votos. Así, la fór­mu­la Orte­ga-Muri­llo arra­só, obte­nien­do tam­bién una mayo­ría abso­lu­ta en la Asam­blea Nacio­nal. Pese al hos­ti­ga­mien­to del gobierno esta­dou­ni­den­se, sus alia­dos euro­peos y las gran­des cade­nas de medios de comu­ni­ca­ción, el Fren­te San­di­nis­ta de Libe­ra­ción Nacio­nal (FSLN) logró hacer res­pe­tar la cons­ti­tu­ción y la sobe­ra­nía nacio­nal e impi­dió que la gro­se­ra inje­ren­cia extran­je­ra impi­die­ra a los nica­ra­güen­ses expre­sar­se democráticamente.

A esto tene­mos que sumar­le el triun­fo de Luis Arce en Boli­via en octu­bre del año pasa­do, con­si­guien­do el 55 por cien­to de los votos y recu­pe­ran­do la demo­cra­cia para el pue­blo boli­viano, tras el cruen­to Gol­pe de Esta­do que había derro­ca­do al gobierno pre­si­di­do por Evo Mora­les. Dos meses des­pués, el 5 de diciem­bre de 2020, Ralph Gon­sal­ves se impu­so en San Vicen­te y las Gra­na­di­nas con casi el 50 por cien­to de los votos obte­ni­dos por el Par­ti­do de Uni­dad Labo­ris­ta (ULP).

¿Cuál es el común deno­mi­na­dor de estas cin­co elec­cio­nes, dos rea­li­za­das en el 2020 y tres en el 2021, en las cua­les gana­ron cate­gó­ri­ca­men­te las fuer­zas popu­la­res? La res­pues­ta es que los cin­co paí­ses son inte­gran­tes de la Alian­za Boli­va­ria­na para los pue­blos de Nues­tra Amé­ri­ca, ALBA-TCP. Tres de los paí­ses del ALBA gana­ron sus elec­cio­nes, rati­fi­can­do a los gobier­nos revo­lu­cio­na­rios que los pre­si­den (Nica­ra­gua, Vene­zue­la y San Vicen­te y las Gra­na­di­nas), y otros dos con­si­guie­ron que sus orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias recu­pe­ra­ran el gobierno que habían per­di­do por Gol­pes de Esta­do digi­ta­dos des­de Washing­ton (en Hon­du­ras se había derro­ca­do a Manuel Zela­ya en 2009 y en Boli­via a Evo Mora­les en el 2019).

¿Es el ALBA-TCP enton­ces el espa­cio más débil de las ini­cia­ti­vas inte­gra­cio­nis­tas en Amé­ri­ca Lati­na Cari­be­ña? Da toda la impre­sión que no, al con­tra­rio, se podría afir­mar que el ALBA-TCP, más allá de las per­ma­nen­te agre­sio­nes que reci­be por par­te de los gobier­nos impe­ria­lis­tas, exhi­be una robus­tez sin­gu­lar, una capa­ci­dad de resis­ten­cia lla­ma­ti­va y un nivel de posi­bi­li­da­des de expan­sión que debe tomar­se en cuen­ta. Todo esto amal­ga­ma­do por la inque­bran­ta­ble volun­tad de luchar man­co­mu­na­da­men­te por la uni­dad y la inde­pen­den­cia nestramericana. 

¿Esto ten­drá que ver con que todos los gobier­nos de los paí­ses que adhie­ren a la Alian­za se encua­dran den­tro de las ideas del patrio­tis­mo revo­lu­cio­na­rio anti­im­pe­ria­lis­ta con pers­pec­ti­va socia­lis­ta? La res­pues­ta está en cada uno de ustedes.

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