Resumen Latinoamericano, 30 de noviembre de 2021.
Regocijo en la jornada por triunfo electoral de Xiomara Castro en Honduras. El foro acogerá numerosas propuestas para fomentar el modelo solidario de desarrollo en la región.
Con el llamado de varios de los oradores que intervinieron en la sesión inaugural del VII Encuentro del Grupo de Puebla a trabajar por la integración política y económica de América Latina y el Caribe y la denuncia de Bolivia de una tentativa de golpe de Estado en marcha, comenzó en la ciudad de México la reunión.
En una jornada que también estuvo marcada por el regocijo que despertó el triunfo electoral de Xiomara Castro en Honduras, se destacó que el foro acogerá numerosas propuestas para fomentar el modelo solidario de desarrollo en la región.
Estas iniciativas pueden ser útiles para combatir la desigualdad, la pobreza y la marginación política en otras áreas del planeta, valoró el canciller de México, Marcelo Ebrard, al dar la bienvenida a los presentes y saludarlos en nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ebrard recordó que por encima de diferencias, los integrantes del Grupo se unen en la aspiración de construir sociedades más justas e igualitarias, frenar la desigualdad, detener la violencia y la corrupción, y consolidar la paz.
El presidente de la nación suramericana, Luis Arce, intervino en la sesión inaugural del foro para denunciar que la derecha local se recompone e intenta reeditar el golpe de Estado con que arrebató el poder al pueblo en noviembre de 2019.
Refirió que, mediante los denominados movimientos cívicos y apelando a temas diversos detrás de los cuales siempre hay una clara agenda política, la oligarquía busca desestabilizar y obtener por esa vía lo que no pueden conquistar en las urnas.
Recordó que su Gobierno prioriza la atención sanitaria de la pandemia, la recuperación de la recesión económica provocada por la Covid-19 y el Gobierno de facto, así como la impartición de justicia sobre las violaciones de derechos humanos ocurridas durante el mandato antidemocrático de Jeanine Áñez.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, precisó que la pandemia de Covid-19 sumió al mundo en una crisis integral y es preciso trabajar unidos para recuperar la lógica del desarrollo productivo para todo el continente.
Denunció la desigual distribución de vacunas antiCovid-19 y el hecho de que las naciones más ricas retuvieran el 90 por ciento de las dosis cuando solo totalizan el 10 por ciento de la población mundial.
Su denuncia fue suscrita por el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, quien aseguró que la integración regional también ha de conducir al desarrollo del conocimiento y a la producción de esos y otros fármacos, para no depender de las naciones más ricas en el afán de salvar vidas humanas.
La necesidad de integración a partir de presupuestos político-sociales y no solo económico-comerciales ocupó parte de la intervención de la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien llamó a aprovechar las mejores experiencias recogidas por los gobiernos democráticos y progresistas.
A las posibilidades de la integración se refirió otro mandatario de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva (Lula), quien recordó que si se actúa con unidad se pueden vencer todos los retos y discutir, incluso, una nueva gobernanza mundial.
El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, acotó que estamos ante nuevos retos globales y, sin embargo, las instituciones creadas por la comunidad internacional para enfrentarlos carecen de fuerza y legitimidad.
Alertó sobre la derechización de la derecha, que ha difundido la idea de que el comunismo es el problema de América Latina y el Caribe, cuando en realidad son la pobreza y la desigualdad
Destacó la significación que confiere el Grupo a la victoria del candidato de centroizquierda Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de Chile, así como de Lula en las presidenciales de Brasil (octubre de 2022).
Acerca del papel de la participación reflexionó la ministra de las mujeres, géneros y diversidad de Argentina, Elizabeth Moya Alcorta, quien subrayó que sin movilización se antoja imposible concretar los cambios que desean promover los Gobiernos progresistas y populares.
Aseguró que el capitalismo y el neoliberalismo son esencialmente antidemocráticos, por lo que al Grupo de Puebla le cabe el reto de ampliar, radicalizar y refundar las democracias agregando a partir de una mayor participación protagónica a los pueblos y a los grupos históricamente más vulnerables, como las mujeres.
En la sesión inaugural también participaron la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte; el exaspirante a la presidencia de Chile, Marco Enríquez-Ominami; la directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, y el presidente del Partido Morena de México, Mario Delgado.
Numerosos oradores, entre ellos el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, mostraron satisfacción por el crecimiento en madurez y capacidad de convocatoria del Grupo, devenido referente en el campo de las ideas y de la acción frente al capitalismo neoliberal.
En el VII Encuentro del Grupo de Puebla participan alrededor de 200 invitados de 19 países, entre ellos personalidades y políticos en activo.