Resumen Latinoamericano, 27 de diciembre de 2021.
Panamá ha sido esta semana escenario de protestas y actos oficiales que reclamaron justicia sobre la invasión militar de Estados Unidos en 1989.
Activistas aseveran que la lucha no se detendrá hasta que los panameños conozcan toda la verdad sobre la operación bélica denominada ‘Causa Justa’ que protagonizaron unos 26 000 soldados estadounidenses contra un pueblo indefenso.
La operación orquestada con la intención de derrocar al general Manuel Antonio Noriega y desestructurar sus fuerzas armadas, dejó un saldo de víctimas que aún no ha sido calculado y cuyos familiares tampoco han recibido una reparación integral a pesar de recomendaciones como la de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que así lo sugiere en un fallo de 2018.
Oficialmente, el número de muertos fue de 500, pero las organizaciones pro derechos humanos elevan la cifra a varios miles. Los activistas denuncian el silencio que seis gobiernos del país canalero guardan ante este genocidio.
En este sentido, Juan Planells, presidente de la gubernamental Comisión Nacional 20 de diciembre, encargada de investigar los acontecimientos, informó recientemente que desde 2022, un moderno laboratorio de ADN ayudaría la identificación de restos de cadáveres hallados en exhumaciones en los cementerios Jardín de Paz, en la provincia de Panamá, y en Monte Esperanza, en la caribeña Colón.
Entretanto, el Gobierno panameño, a través de un decreto emitido el lunes, declaró el 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional. “La invasión al territorio panameño por parte de los Estados Unidos es un acontecimiento que produjo la muerte o la desaparición física de un número plural de panameños, cuyos familiares aún desconocen su paradero, y la afectación física de otros, que sufrieron lesiones personales y morales de diversas índoles, con secuelas que en muchos casos todavía perduran”, se lee en el documento.
No obstante, los movimientos sociales ven insuficiente la iniciativa, argumentando que debería tener rango de ley.
La entonces operación “Causa Justa”, realizada bajo el mandato de George Bush (padre), pretendía “salvaguardar la vida de 30 mil ciudadanos norteamericanos que residían en Panamá; proteger el canal y 142 sitios de defensa de los Estados Unidos en el país; ayudar a la oposición a establecer una democracia genuina y neutralizar las Fuerzas de Defensa, además de capturar al general Antonio Noriega”.
Sin embargo, en el intento los militares estadounidenses bombardearon barrios provocando destrucción, dolor y la muerte de una cifra indeterminada de personas indefensas, aunque algunos estudiosos hablan de entre cinco y siete mil fallecidos y desaparecidos.
Fuente: HispanTV