Paraguay. En 2021 se aceleró el despojo de tierras a comunidades indígenas y campesinas

Para­guay. En 2021 se ace­le­ró el des­po­jo de tie­rras a comu­ni­da­des indí­ge­nas y campesinas

Por Con­cep­ción Ovie­do, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de diciem­bre de 2021. 

Los des­alo­jos vio­len­tos se recru­de­cie­ron en los últi­mos meses, tras la apro­ba­ción de la ley Zava­la-Rie­ra: muje­res y niñas las más afectadas.

Estos últi­mos meses de 2021 han sido muy difí­ci­les para las comu­ni­da­des cam­pe­si­nas e indí­ge­nas. Los des­alo­jos vio­len­tos no han cesa­do en nin­gún momen­to de la pan­de­mia y se recru­de­cie­ron tras la apro­ba­ción de la ley Zava­la-Rie­ra. Esta ley modi­fi­ca el artícu­lo 142 del Códi­go Penal, cri­mi­na­li­zan­do la lucha por la tierra.

Según la Coor­di­na­do­ra de Dere­chos Huma­nos de Para­guay en estos últi­mos meses se regis­tra­ron 12 casos de des­alo­jos con­tra comu­ni­da­des indí­ge­nas, en al menos 10 fue­ron vio­len­tas y 10 casos de des­alo­jos con­tra comu­ni­da­des cam­pe­si­nas: unas 2500 per­so­nas fue­ron des­po­ja­das de sus casas. Todos los ope­ra­ti­vos tie­nen las mis­mas carac­te­rís­ti­cas: des­truc­ción y que­ma de las casas, la pro­duc­ción de ali­men­tos, sus capi­llas o tem­plos sagra­dos, robo de per­te­nen­cias y/​o ani­ma­les menores.

En los últi­mos meses se han des­alo­ja­do de sus tie­rras a al menos 2500 personas. 

A la fecha, en Para­guay la dis­tri­bu­ción de tie­rras es una de las más escan­da­lo­sas en tér­mi­nos de des­igual­dad para la región: el 85 % en manos del 2 %. Para enten­der enten­der qué pasó con las tie­rras que debían ser des­ti­na­das a la Refor­ma Agra­ria se pue­de con­sul­tar el Infor­me de la Comi­sión de Ver­dad y Justicia. 

Los ope­ra­ti­vos de des­alo­jo se desa­rro­llan con fuer­te des­plie­gue poli­cial, carro hidran­te y heli­cóp­te­ros. Todo el apa­ra­to de las fuer­zas poli­cia­les ha actua­do en todos y cada uno de los des­alo­jos con mucha vio­len­cia en todas las comu­ni­da­des, según lo que con­ta­ron a Pre­sen­tes algu­nas de las fami­lias afec­ta­das y pue­de cons­ta­tar­se en sus docu­men­ta­cio­nes de videos y fotografías. 

La comu­ni­dad Hugua Po´i, del pue­blo indí­ge­na Mby´a Gua­ra­ní, fue des­alo­ja­da el 18 de noviem­bre en pleno día de llu­via. Así tam­bién se ejer­ce a vio­len­cia ins­ti­tu­cio­na­li­za­da sobre las muje­res por­que son ellas las que sos­tie­nen las redes de cui­da­do en las comu­ni­da­des. Exis­te una suer­te de dis­ci­pli­na­mien­to que pesa sobre ellas y la niñez con mayor fuer­za, ante el des­po­jo de sus territorios.

Qué dice la nue­va ley: vía libre para el des­po­jo de tierras 

Los redac­to­res del pro­yec­to de ley Fidel Zava­la, del Par­ti­do Patria Que­ri­da y Enri­que Rie­ra, del Par­ti­do Colo­ra­do, cono­ci­dos defen­so­res de lati­fun­dis­tas, ambos sena­do­res lle­va­ron ade­lan­te una cam­pa­ña con empre­sa­rios del agro­ne­go­cio con la con­sig­na: “La pro­pie­dad no se toca”. En tiem­po record – menos de 24 horas- fue apro­ba­da en ambas cáma­ras del Par­la­men­to. El 30 de sep­tiem­bre fue pro­mul­ga­da por el pre­si­den­te Mario Abdo, here­de­ro de la dic­ta­du­ra stronista.

Con esta modi­fi­ca­ción, en Para­guay se ele­va la pena de cár­cel entre 6 y 10 años de pri­sión para las per­so­nas que quie­ren recu­pe­rar sus terri­to­rios o pro­te­ger los luga­res don­de viven. Esto afec­ta prin­ci­pal­men­te a las comu­ni­da­des que ocu­pan las tie­rras que debían ser des­ti­na­das para la Refor­ma Agra­ria. Y tam­bién a las comu­ni­da­des indí­ge­nas, que serán cri­mi­na­li­za­das por luchar por un peda­zo de tierra.

La gra­ve­dad de esta situa­ción radi­ca en que no se dis­cu­te la pro­pie­dad de la tie­rra, sólo la pose­sión. De esta mane­ra muchos empre­sa­rios del agro­ne­go­cio, gana­de­ros, terra­te­nien­tes que con­si­guie­ron tie­rras de mane­ra irre­gu­lar hoy se ampa­ran en esta ley. Como posee­do­res de la tie­rra pue­den soli­ci­tar el des­alo­jo ante la fis­ca­lía, sin nece­si­dad de que se inves­ti­gue la situa­ción de pro­pie­dad. ¿Qué real­men­te pre­ten­de el pro­yec­to que cri­mi­na­li­za lucha por la tierra?

Des­alo­jo en la comu­ni­dad de Cris­to Rey el 28 de octubre

Muje­res y niñes, las per­so­nas más afectadas 

De los al menos 8 des­alo­jos rea­li­za­dos des­de octu­bre, dos se hicie­ron algu­nas sema­nas des­pués de apro­ba­ción de la ley Zava­la-Rie­ra. Mien­tras por redes socia­les se vira­li­zan videos de las casas y cha­cras de pro­duc­ción sien­do des­trui­das y que­ma­das, son muy pocos los medios que cuen­tan la cru­da reali­dad que atra­vie­san las fami­lias cam­pe­si­nas e indígenas. 

Algu­nas de las comu­ni­da­des cam­pe­si­nas des­alo­ja­das son: Cris­to Rey: María de Espe­ran­za; Edil­son Mer­ca­do; Comu­ni­dad 26 de febre­ro; asen­ta­mien­to 29 de julio. Las indí­ge­nas: Hugua Po´i del pue­blo Mby´a Gua­ra­ní; comu­ni­dad Cerri­to y comu­ni­dad Ka´a Poty del pue­blo Ava Gua­ra­ní, esta últi­ma fue des­alo­ja­da en dos oca­sio­nes en menos de cin­co meses: el 15 de junio y el 4 de noviembre.

Des­alo­jo en la comu­ni­dad de Hugua Po´i del pue­blo Mby´a Gua­ra­ní, el 18 de noviembre

Tan­to en las fotos comos los videos que se difun­den en las redes se se ve a las comu­ni­da­des cam­pe­si­nas y los pue­blos indí­ge­nas con lo que lle­van pues­to y algu­nas cosas meno­res, apos­ta­dos a un cos­ta­do del camino o la ruta vien­do con impo­ten­cia y en total vul­ne­ra­bi­li­dad la des­truc­ción de todas sus per­te­nen­cias y años de trabajo. 

Rosa Acu­ña es una mujer cam­pe­si­na de la comu­ni­dad Cris­to Rey del depar­ta­men­to de San Pedro y Mar­ta Diaz es lide­re­sa de la comu­ni­dad indí­ge­na Ka´a Poty del Pue­blo Ava Gua­ra­ní del depar­ta­men­to Alto Para­ná. Sus dos comu­ni­da­des han sufri­do des­alo­jos vio­len­tos. La comu­ni­dad de Rosa se encuen­tra actual­men­te en car­pa a 500 metros de la tie­rra que recla­man y la comu­ni­dad de Mar­ta por segun­da vez en este 2021 en la Pla­za de las Armas de Asunción.

Unas 70 fami­lias de la comu­ni­dad cam­pe­si­na Cris­to Rey del depar­ta­men­to de San Pedro fue­ron des­alo­ja­das el 28 de octu­bre, en un ope­ra­ti­vo que con­tó con 500 poli­cías y camio­nes. Uno de los pri­me­ros des­alo­jos tras la apro­ba­ción de la ley que cri­mi­na­li­za a quie­nes luchan por un peda­zo de tierra.

Rosa Acu­ña, refe­ren­te cam­pe­si­na de la comu­ni­dad, rela­ta la cruel­dad con la que fue­ron des­alo­ja­das tras 12 años de ocu­pa­ción. “Muchas veces inten­ta­ron des­alo­jar­nos en los últi­mos 12 años, y lo hicie­ron lue­go de la apro­ba­ción de la ley que nos cri­mi­na­li­za, aho­ra somos cri­mi­na­les por luchar por un peda­zo de tie­rra. Des­de el gobierno nos dije­ron que sería un des­alo­jo pací­fi­co, pero fue men­ti­ra, que­ma­ron la escue­la de las niñas y niños, la capi­lla, la pro­duc­ción y lo que no que­ma­ron roba­ron, entre ellos nues­tros ani­ma­les, no tuvi­mos tiem­po de sacar nada”.

Sin nin­gu­na protección

Las muje­res, las niñas y los niños siem­pre en este con­tex­to son mayor­men­te vio­len­ta­des y vul­ne­ra­des en sus dere­chos por­que el Esta­do para­gua­yo no gene­ra nin­gún tipo de acom­pa­ña­mien­to o indem­ni­za­ción ante estos atro­pe­llos a los dere­chos humanos.

“Vemos como madres que el peso del des­alo­jo recae sobre noso­tras, por­que debe­mos con­te­ner las lágri­mas de nues­tros hijos e hijas que nos pre­gun­tan, por­que no los quie­ren a ellas y ellos, por­que hay esa dife­ren­cia hacia noso­tros y no hacia otras per­so­nas. Noso­tras las muje­res debe­mos con­te­ner a nues­tros hijos e hijas, a nues­tra pare­ja, a nues­tra madre, a los ancia­nos” expre­sa Rosa recor­dan­do el día del desalojo.

Nin­gu­na auto­ri­dad com­pe­ten­te de la CODENI (Con­se­je­rías Muni­ci­pa­les por los Dere­chos del Niño, la Niña y el Ado­les­cen­te) se hizo pre­sen­te en los des­alo­jos. Rosa ade­más con­tó a Pre­sen­tes que duran­te el des­alo­jo fue­ron ame­dren­ta­das por Hugo Sama­nie­go, direc­tor de dere­chos huma­nos del Minis­te­rio del Inte­rior, quien les dijo que no tenían nin­gún dere­cho sobre la tie­rra y debían aban­do­nar­la. Él mis­mo estu­vo pre­sen­te duran­te el des­alo­jo a la comu­ni­dad indí­ge­na Hugua Po´i en el depar­ta­men­to de Caaguazú.

“Los niños se enfer­man y pre­gun­tan todos los días: ¿qué día vamos a vol­ver a Ka´a Poty?”

Por otra par­te, la comu­ni­dad indí­ge­na Ka´a Poty fue des­alo­ja­da de sus tie­rras ances­tra­les en dos oca­sio­nes en menos de cin­co meses, en pro­ce­so ama­ña­do de corrup­ción, según infor­mó a Pre­sen­tes la abo­ga­da Mile­na Perei­ra, inte­gran­te de la Pla­ta­for­ma por la Memo­ria Dere­chos Huma­nos y Demo­cra­cia que acom­pa­ña a la comunidad.

El pri­mer des­alo­jo fue en el mes de junio con un tem­po­ral de invierno de mucho frío y las per­so­nas que­da­ron a la intem­pe­rie duran­te toda una noche. Como con­se­cuen­cia se enfer­mó un bebé. 

Mar­ta cuen­ta una reali­dad simi­lar a la rela­ta­da por Rosa, se escu­cha en su voz una pro­fun­da tris­te­za y angus­tia ante la situa­ción que les toca atra­ve­sar. “No somos feli­ces en la pla­za, los niños se enfer­man y pre­gun­tan todos los días: ¿qué día vamos a vol­ver a Ka´a Poty? Y yo no ten­go res­pues­ta, y en estos últi­mos días ya llo­ro de impo­ten­cia” expresa.

La comu­ni­dad esta­ba asen­ta­da den­tro de su pro­pie­dad y la del Ins­ti­tu­to Para­gua­yo del Indí­ge­na (INDI). La mis­ma ins­ti­tu­ción reco­no­ce que 1.364 hec­tá­reas habían sido adqui­ri­das en el año 1996 e ins­crip­tas en el Regis­tro Públi­co en el 2008. Estas tie­rras debe­rían ser des­ti­na­das a suje­tos de la Refor­ma Agra­ria, en este caso espe­cí­fi­co a pue­blos indígenas.

“Des­tru­ye­ron el jeroky aty (tem­plo) don­de reza­mos y bai­la­mos, cuan­do un niño se enfer­ma le lle­va­mos ahí para curar­le y aho­ra ya no exis­te. Nues­tra escue­la reco­no­ci­da por el Minis­te­rio de Edu­ca­ción no res­pe­ta­ron, la que­ma­ron. Nues­tros hijos des­de junio per­die­ron sus cla­ses”, con­ti­núa Marta. 

Ampa­ros judi­cia­les sin respetar

Tras el segun­do des­alo­jo, deci­die­ron tras­la­dar­se has­ta Asun­ción para exi­gir la res­ti­tu­ción de sus tie­rra, Se ins­ta­la­ron en la Pla­za de las Armas fren­te al Par­la­men­to. Tras varias sema­nas, logra­ron el 30 de julio una medi­da cau­te­lar, un Auto Inter­lo­cu­to­rio N° 258, dic­ta­do por Maga­lí Zava­la, magis­tra­da del Juz­ga­do de Pri­me­ra Ins­tan­cia en lo Civil y Comer­cial del Vigé­si­mo Cuar­to de Turno de la Capi­tal del Paraguay.

Pero dicha medi­da fue nue­va­men­te desoí­da y la poli­cía, sin orden de des­alo­jo, accio­nó con­tra la comu­ni­dad indí­ge­na el 4 de noviem­bre. El éxo­do hacía Asun­ción para exi­gir la res­ti­tu­ción de sus tie­rras ini­ció nue­va­men­te. Actual­men­te la comu­ni­dad está en pro­ce­so de pre­sen­tar su denun­cia ante las Nacio­nes Uni­das y la Direc­ción de Dere­chos Huma­nos de la Cor­te Supre­ma de Justicia.

“Pedi­mos la medi­da cau­te­lar para la res­ti­tu­ción y poder estar en nues­tra comu­ni­dad. Duran­te los dos meses nos per­si­guie­ron y con un nue­vo orden de des­alo­jo fal­so, des­aca­ta­ron la orden judi­cial de la jue­za Maga­li Zava­la y de nue­vo vinie­ron a que­mar nues­tras casas y nos lle­va­ron a aban­do­nar del lado de Caa­gua­zu. Yo como madre, lide­re­sa, me due­le lo que nos pasa, ten­go que dar noti­cias de como va nues­tro caso y esta­mos espe­ran­do nue­va­men­te la res­ti­tu­ción, espe­ran­do que la jue­za Maga­lí nos vuel­va a dar el sí para vol­ver a la comu­ni­dad por­que esta­mos mal en la pla­za don­de nos que­da­mos obli­ga­to­ria­men­te. Pido a la jus­ti­cia y auto­ri­da­des que nos apo­yen para vol­ver” expli­ca Marta.

El Esta­do para­gua­yo ha deci­di­do pri­vi­le­giar el dere­cho a la pro­pie­dad, ante­po­nien­do a dere­chos huma­nos bási­cos como la vivien­da, la ali­men­ta­ción, la pro­tec­ción de la niñez cam­pe­si­na e indí­ge­na. Estos son ape­nas dos casos de los des­alo­jos violentos. 

Según la Coor­di­na­do­ra de Dere­chos Huma­nos de Para­guay en estos últi­mos meses se regis­tra­ron 12 casos de des­alo­jos con­tra comu­ni­da­des indí­ge­nas, en al menos 10 fue­ron vio­len­tas y 10 casos de des­alo­jos con­tra comu­ni­da­des cam­pe­si­nas, todos los ope­ra­ti­vos tie­nen las mis­mas carac­te­rís­ti­cas, des­truc­ción y que­ma de las casas, la pro­duc­ción de ali­men­tos, sus capi­llas o tem­plos sagra­dos, robo de per­te­nen­cias y/​o ani­ma­les menores. 

El Esta­do le cedió la tie­rra a empre­sa­rios, jue­ces y fiscales 

A la fecha en Para­guay la dis­tri­bu­ción de tie­rras es una de las más escan­da­lo­sas en tér­mi­nos de des­igual­dad para la región, 85 % en manos del 2 %. Un rol fun­da­men­tal para enten­der que pasó con las tie­rras que debían ser des­ti­na­das a la Refor­ma Agra­ria es el Infor­me de La Comi­sión de Ver­dad y Jus­ti­cia. Esta ins­tan­cia fue crea­da en octu­bre de 2003 para inves­ti­gar las vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos, come­ti­dos por agen­tes esta­ta­les o para­es­ta­ta­les duran­te los 35 años de dic­ta­du­ra de Alfre­do Stroessner. 

Según el infor­me de La Comi­sión de Ver­dad y Just­cia, 8 millo­nes de hec­tá­reas de tie­rras debían ser des­ti­na­das a suje­tos de la Refor­ma Agra­ria pero final­men­te que­da­ron en manos de terra­te­nien­tes, ami­gos de turno y son esas tie­rras las que exi­gen has­ta hoy día comu­ni­da­des cam­pe­si­nas a tra­vés de la ocupación. 

Según datos del Sis­te­ma de Infor­ma­ción de Recur­sos de la Tie­rra (SIRT), des­de 1936 el INDERT (Ins­ti­tu­to de Desa­rro­llo Rural y de la Tie­rra), ente res­pon­sa­ble de velar por dere­chos de suje­tos de la Refor­ma Agra­ria, habían dis­tri­bui­do en la Región Orien­tal 3,5 millo­nes de hec­tá­reas. Se esti­ma que 1.045.000 millo­nes de hec­tá­reas (35% a 40%) fue­ron a parar a manos de per­so­nas que no son suje­tos de la Refor­ma Agra­ria, entre ellos se encuen­tran fis­ca­les, jue­ces, due­ños de super­mer­ca­dos, fun­cio­na­rios de bina­cio­na­les, entre otros.

Otro apor­te esen­cial para cono­cer a los inva­so­res vip se pue­de encon­trar en el bus­ca­dor desa­rro­lla­do por el medio para­gua­yo El Sur­ti, don­de cuen­tan como 3.336 fami­lias cer­ca­nas a Stroess­ner se adue­ña­ron de tie­rras que no les corresponden.

Fuen­te: Agen­cia Presentes

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