Resumen Latinoamericano, 6 de enero de 2022.
El gobernador de San Luis respaldó al gobierno nacional en las negociaciones aunque pidió un plebiscito para conocer la opinión del pueblo sobre el acuerdo con el organismo internacional. FacebookTwitterWhatsAppTelegramCompartir
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, compartieron con los gobernadores cómo se desarrollan las negociaciones con el FMI por el préstamo que tomó Mauricio Macri por 45 mil millones de dólares. Según informaron, hay diferencias importantes aún, ya que el FMI pide un ajuste en las cuentas públicas que el gobierno no está dispuesto a cumplir, porque atentaría contra el crecimiento de la actividad.
Luego de la presentación, todos los gobernadores peronistas mostraron su apoyo al gobierno nacional en las negociaciones. Sin embargo, la diferencia la marcó Alberto Rodríguez Saá, mandatario de San Luis, quien planteó la posibilidad de realizar una consulta popular para saber si la gente está a favor o no de un acuerdo.
“La deuda no se uso para construir una calle, un camino. Se usó la apariencia legal del acuerdo con el FMI para una fuga de capitales. Fue una estafa”, insistió el gobernador puntano. Además, planteó como opción la de llevar una queja ante el Tribunal Internacional de La Haya, ya que el organismo internacional violó sus propios estatutos porque buena parte del préstamo se usó para la salida de capitales, algo que el propio FMI reconoció.
Hasta el momento, la posibilidad de un plebiscito era algo propuesto por organizaciones políticas sin responsabilidad ejecutiva. Es la primera vez que un gobernador habla de una opción así, que por el momento no está dentro del menú de posibilidades del gobierno nacional.
La agrupación Soberanxs celebró la postura del gobernador de San Luis de no pagar la deuda con el FMI y pasar a la ofensiva; qué dijo Alberto Fernández
Rodríguez Saá y el default, 20 años después. Como si fuera un homenaje a la declaración parlamentaria de su hermano Adolfo en 2001, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, reavivó la idea de no pagar la deuda externa, con una propuesta que puso en guardia al presidente Alberto Fernández y agitó la interna del oficialismo.
“Negociar con el Fondo, con la catástrofe que significa para los próximos años y la condena a las futuras generaciones, y no denunciar esa deuda como odiosa, como una estafa, es un camino equivocado que no comparto. Disculpen, sé que es una verdad incómoda”, dijo Rodríguez Saá el miércoles en su intervención durante la reunión en la que Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentaron ante los jefes provinciales el estado de la discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El gobernador puntano propuso dos caminos: denunciar al FMI ante el Corte Internacional de La Haya o convocar a una consulta popular para que sean los argentinos quienes decidan por la vía del voto si quieren que se siga negociando una reestructuración del préstamo que contrajo Mauricio Macri en 2018 o si se desconoce el pago por considerar que el dinero “se usó para la fuga de capitales”. Dijo que la propuesta de Guzmán está “plagada de buenas intenciones”, pero insistió que él no está de acuerdo. Se encargó también de criticar la reestructuración de la deuda privada que cerró el ministro en 2020. Habló de una “pérdida inconcebible de soberanía”, en relación con la cláusula que fija a los tribunales en Nueva York como lugar de resolución de eventuales conflictos.
La postura crítica de Rodríguez Saá fue celebrada por la agrupación Soberanxs, que publicó un tuit de apoyo: “Soberanxs abraza la intervención de Alberto Rodríguez Saá en reunión con @alferdez y @Martin_M_Guzman insistiendo con consulta popular y llevar al FMI a la Corte Internacional por sus responsabilidades antes de un acuerdo q condene al ajuste”
Rodríguez Saá habló por Zoom desde su provincia, mientras lo oían 12 gobernadores sentados a una mesa en la Casa Rosada. En su discurso de 10 minutos aludió al inca Atahualpa, a San Martín, a Juan Manuel de Rosas y a Simón Bolívar para construir un particular hilo temporal de sostén de su argumentación.
“En el año 1531 aproximadamente en la plaza de Cajamarca, Perú, le llevaron al Inca Atahualpa una Biblia, que no la aceptó. Los españoles lo tomaron como una ofensa y fue el ardid para ponerlo preso, tomar el gobierno de los incas en Perú y para liberarlo le pidieron llenar una pieza con oro y con plata. El inca va preso y empieza a mirar a los carceleros que juegan al ajedrez, un juego que no entendía. Un día le ofrecen jugar y él ganó. El carcelero le cuenta a Pizarro, asustado, y Pizarro ordena que lo maten. Ahí nació la deuda externa, el pensamiento único, la represión contra los pueblos”, dijo, al empezar su relato.
Dijo después que “en 1821 el general San Martín, protector del Perú, dicta un reglamento provisorio en el que pone el tema de la deuda externa. Y dice que la deuda que no ha sido para beneficiar a los pueblos, que ha sido un instrumento de colonización no se debe pagar”. De Rosas rescató un discurso de 1835 en el que pidió poner delante la deuda interna a la externa. Y citó finalmente una supuesta frase de Bolívar : “Odio más a la deuda que a los españoles”. De ahí llegó a la teoría de la “deuda odiosa”, aquella que es contraída por una dictadura y que por eso puede ser cuestionada su legitimidad.
“En la Argentina el señor Macri y su gobierno duplicaron la deuda externa. Ese préstamo con el FMI fue una estafa y se usó como ardid; la apariencia legal para producir una fuga de capitales que no solo se comió los 45.000 millones de dólares del préstamo sino otros 45.000 millones más. La fuga se calcula en 90.000 millones. Con la plata no se ha realizado una alcantarilla, un cordón cuneta de una cuadra. Es una deuda absolutamente odiosa, con la doctrina que se rige el mundo”, denunció.
Aunque dijo que no se sentía incómodo por esas palabras, el presidente Fernández se sintió compelido a responder. “Es tu parecer, absolutamente respetable. Solo quiero hacer un par de observaciones. Yo denuncié penalmente por administración fraudulenta a quienes contrajeron esta deuda. No es una causa indeterminada, tienen nombre y apellido quienes fueron denunciados”, dijo. Y se mostró en contra de la tesis de la deuda odiosa: “Hay algunos otros aspectos más discutibles de lo que vos planteas. Es difícil considerar deuda odiosa a la que ha tomado un gobierno elegido popularmente. Y en este caso además la contrajo inmediatamente después de haber ganado las elecciones de 2017″