Resumen Latinoamericano 9 de enero de 2022
El jueves se cumplió un año desde el asalto al Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos. El acto de barbarie fue ordenado por el entonces presidente Trump con el objetivo de impedir una sesión conjunta para certificar el triunfo del demócrata Joe Biden en los comicios del 3 de noviembre 2020. Los violentos episodios vividos en ese día dejaron saldo de cinco personas fallecidas y decenas de heridas.
Al abordar el tema en una entrevista concedida el jueves a HispanTV, el analista internacional Roberto Quesada cree que “debería haber sido un proceso hace mucho tiempo directamente contra Donald Trump por ser un agitador máximo”.
El entrevistado opina que “no se puede llamar de otra manera que un intento fallido de golpe de Estado lo que hizo Trump”. “Un derrotado a fuerza en la sala del fascismo intentó destruir la democracia”, dice Quesada, tachando el incidente de “un acto vandálico” y “de barbarie”.
Conforme al experto, en un país capitalista como es EE.UU. el que manda es el poder económico. “Si fuese un latino, un negro o un asiático” detrás de ese bárbaro asalto al Capitolio “sin duda ya estaría preso o bien muerto, pero como Trump es un blanco y multimillonario entonces eso refleja la diferencia entre los seres humanos, las razas y entre el poder económico”, aduce.
En un discurso pronunciado el jueves con motivo del primer aniversario de los disturbios en el Capitolio, Biden consideró el asalto a la sede del Congreso como “una insurrección armada” y aseguró que no permitirá que nadie “ponga una daga en la garganta de la democracia”.
Ahora, tras un año del asalto, cerca de un tercio de los participantes en un sondeo realizado por la cadena estadounidense, CBS News, opina que el caos del 6 de enero de 2021 contra la sede del Congreso fue “un presagio de una creciente violencia política” y de que la democracia en ese país “está amenazada”.
Tomado de HispanTV/Imagen de portada: Reuters.