Resumen Latinoamericano, 4 de enero de 2022.
En relación a su libro “Cultura represora”, Alfredo Grande manifestó que la cultura represora refiere a la frase hecha ‑el que mucho abarca poco aprieta‑, para que cada uno se quede en su rinconcito defendiendo sus intereses sectoriales. La cultura represora fluye desde el fundamento de nuestra subjetividad, hay algo que está encriptado que tiene que ver con la propiedad privada.
Además comentó sobre los inicios de esta cuestión social: “Un éxito de la cultura represora es que los hechos que son constitucionales son democráticos, entonces la cultura represora ha podido imponer lo antidemocrático. Ahí aparece el tema de la dictadura militar, pero el punto de inflexión de la cultura represiva fue el menemismo, Menen dijo vengo a cambiar la historia y lo hizo. Sin Menem no hubiese habido Macri, porque Macri está cosechando lo que ha dejado Menem a lo largo del camino. Por eso yo siempre digo que para ser antidemocrático, lo mejor es ser anticontitucional”.
También expresó sus ideas respecto al concepto actual del –derecho a la vida- “El derecho a la vida no existe en nuestro país, porque cuando se habla de una vida se hace desde un concepto biologicista. La vida en el sentido humano es otra cosa que tienen que ver con la dignidad, la alegría, potencia, pero todo eso está abolido por parte de la cultura represora .Nos hemos acoplado a una teología de la resignación en vez de una teología de la liberación”.
Desde una perspectiva psiquiátrica, se dice que la depresión se basa en el precepto de una persona que expresa que no vale la pena vivir, pero en contraposición a esto Alfredo Grande expresó: “Vivimos en pena de vida porque hay personas que viven en condiciones miserables, hay una especie de salvajismo en los dichos ‑tengo trabajo pero no me alcanza‑, ‑Si no tengo trabajo me muero- que hace que tengamos que andar penando en la vida. Por eso la enunciación popular ‑perdí como la guerra- yo creo que no va, creo que se pierde en la paz, porque en la guerra se sale a luchar y frente a esto la cultura represora ha logrado que la paz sea un crimen”.
Finalmente habló sobre la lucha de las mujeres: “Siempre hay dos destinos posibles con las olas sociales a lo largo de la historia, se puede institucionalizar lo cual hace que la vida sea menos penosa de ser vivida, o se burocratiza lo cual hace que los cambios no sean cambios y va a depender de la lucha de todos. Siempre se va a tener detractores, pero eso no hace que se anule la lucha revolucionaria”.
Fuente: Antena Libre