Por Ashwin Ravikumar, Resumen Latinoamericano, 7 de enero de 2022.
La congresista peruana Isabel Cortez Aguirre fue electa en 2021 como parte de la formación Juntos por el Perú. Antes de entrar al Congreso, Chabelita había trabajado como empleada de limpieza y tuvo una importante trayectoria en la militancia sindical, la cual la llevó a ser presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Innova Ambiental (Sitobur) y actual secretaria de la Comisión de la Mujer del Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Hoy por hoy es una indiscutida y destacada figura en la lucha por los derechos laborales y contra la precarización y la tercerización. Conversó con Ashwin Ravikumar de Jacobin en la Casa del Trabajador (Lima) sobre su historia personal, la lucha contra la tercerización de la limpieza municipal, la solidaridad internacional y el futuro del progresismo peruano.
ARTu experiencia personal como sindicalista y como trabajadora de limpieza tuvo un papel importante en tu orientación política. ¿Me puedes contar un poco sobre tu propia trayectoria personal y sobre cómo eso impactó en tu decisión de lanzarse al ámbito de la política institucional?
ICA
Yo desde muy joven, prácticamente desde niña, empecé a trabajar. Mi papá perdió la vista cuando yo tenía nueve años, y desde esa edad me vi obligada a salir a trabajar con mi hermanito pequeño y mi mamá. Entonces, desde ahí empecé a trabajar en diferentes sectores.
Cuando ya era adulta, tuve a mis tres hijos. Después de haber trabajado en una línea de cobradora, fui a trabajar en un grifo. De allí es donde entré a trabajar para los servicios de limpieza contratados por la Municipalidad de Lima. Eso fue en 2004, cuando entré a trabajar; sin embargo, en el año 2009 la empresa me despidió. Yo les decía, «¿por qué, si yo soy puntual y nunca falto, si me porto bien y cumplo con mis órdenes?». Y ahí es donde se me despertó esta pregunta: «¿Por qué después de casi cinco años me van a despedir así de la noche a la mañana sin decirme nada?».
Empecé a indagar y a buscar ayuda y más información. Fui al Ministerio de Trabajo y ahí también me dijeron que no, que no podían hacer nada porque «esta es la ley y las leyes que protegen a las empresas están en la Constitución». Es decir, una ley que les da facilidad a las empresas para que puedan despedir a la hora que ellos quieran. Fue entonces que me dije que no, que las leyes tienen que cambiar. Tienen que cambiar porque el servicio de limpieza pública es esencial, un servicio de salubridad para los vecinos que ayuda a protegerlos de la contaminación, sin mencionar que ayuda a proteger el medio ambiente. Entonces, de nuevo la pregunta: ¿Por qué la tercerización? ¿Por qué la Municipalidad le da a otra persona para que administre un servicio tan crucial?
Fue a través del proceso de investigar todo eso que di con la realidad: las municipalidades tercerizan el servicio de limpieza para evadir el pago a beneficios que el trabajador de limpieza pública se merece. Y es más: muchas veces los alcaldes, al ser elegidos, le sacan la concesión a los «servis» existentes (brindadores de servicios municipales) para poner a sus amigos. Muchas veces, el nuevo empleado les sirve en las campañas y cobran más que quien ocupaba el cargo antes.
Lo más preocupante es que la mayoría de los trabajadores de limpieza pública son mujeres. Son madres y muchas de ellas han aprendido a ser independientes, así como yo, para sacar adelante a sus hijos, a su familia. Entonces, imagínate, teniendo toda esa carga familiar en tu espalda y encima que te dejen sin trabajo, ¿no? Y así: por capricho o por intereses propios de los alcaldes… No es justo. Y es por esa razón que nosotros, conjuntamente con el sindicato elaboramos un proyecto de ley, aprovechando de que yo en 2020 había sido invitada para participar en elecciones congresales (el año pasado no logré ingresar, me quedé en la puerta, pero de igual de igual lo presenté con otro congresista que sí había entrado).
Así fue como llegamos a presentar nuestro proyecto de ley de eliminación de la tercerización de los servicios de limpieza pública. Fue difícil porque tuvimos que respaldarlo mucho a ese congresista: tuvimos que hacer marchas, vigilias, para que ese congresista tenga esa fuerza y poder debatirlo en pleno. Gracias a nuestras luchas de los trabajadores de limpieza, nuestras marchas y vigilias, y a los capataces, supimos que se iba a debatir un día antes de fin de año. Y estuvimos ahí, de vigilia. Agosto es temporada de invierno, llueve y hace mucho frío en la noche, pero aún así sacamos fuerzas de donde sea para protestar, exigiendo a los congresistas que aprueben la ley. Es así que se hizo realidad el año pasado. En noviembre, nuestro proyecto ya se pasó a ser ley. Ya es ley.
AR
Una de mis primeras experiencias de protesta aquí, en el Perú, fue creo que en el año 2014, contra una ley de precarización laboral de los estudiantes universitarios. Y estoy viendo que todavía sigue esa misma lucha.
IC
Eso fue la «Ley Pulpín». Sí, en 2014 unos congresistas de la derecha habían presentado un proyecto de ley planteando que los jóvenes que salían de las universidades e institutos tenían que trabajar tres años gratis en una empresa, o donde sea, con el cuento de que de que así iban a acumular experiencia. ¿Entonces para qué? ¿O sea que tantos años, cinco años, seis años en la universidad para qué? No, ellos ya salen especializados, ellos salen con su profesión, ellos ya salen con toda esa capacidad de trabajar en la profesión que ellos han elegido.
No hay necesidad de que haya una práctica de nada. Esto no era más que un mandado de los empresarios a sus operadores en el Congreso. Y este año lo mismo: hay una congresista, María Alba, que es todavía presidente del congreso, que ha presentado el Ley Pulpín Tres, que tiene las mismas características, la misma precariedad hacia nuestros jóvenes. De repente ella no es madre, o de repente no tiene hijos. Puede ser que no sienta… ¿cómo, si no, le vas a mandar a que «tome experiencia» gratis?
AR
Y ya hablando del futuro y de los próximos pasos (pues hay mucho discurso ahorita sobre la iniciativa de la derecha, el «paquetazo antilaboral»), ¿nos puedes contar un poco en qué consiste este «paquetazo» y cómo podría afectar a los trabajadores peruanos?
IC
Claro, definitivamente, los paquetazos, así como las alzas de precios de los alimentos y de los artículos de primera necesidad son nefastos para la clase trabajadora, para los ciudadanos de escasos recursos. Entonces, nosotros, como sindicato, tenemos que organizarnos y activar a aquellas personas para no permitir eso. Ya en los años anteriores ha sucedido esto. Nosotros salimos a las calles a protestar. Esta vez, tenemos toda la confianza, porque tenemos un presidente que es del sector de los trabajadores, un luchador social. Entonces tenemos esa esperanza de que no va a suceder, si bien es cierto que el mes pasado ha estado subiendo el dólar, y cuando sube el dólar, sube el combustible, sube todo… inclusive los alimentos. Entonces ya nosotros, los congresistas de izquierda, visitamos al presidente algunas semanas atrás para decirle que esto tiene que parar.
Parece que nos ha escuchado. Pero hay muchos políticos de la derecha que están buscando desestabilizar al gobierno y vacar el presidente. No aceptan que el pueblo les ha dicho que no. No aceptan su derrota, como decimos nosotros. Están molestando al Estado, molestando al gobierno, porque esto nos afecta a nosotros trabajadores. Sobre todo a los trabajadores que son precarios, que ganan un sueldo mínimo (en algunos sitios, incluso, pagan menos que el sueldo mínimo). Ellos son los más afectados en esta crisis política que causan los partidos de la derecha tradicional.
Frente esto, tenemos que organizarnos. El pueblo y los sindicatos están a la expectativa ante cualquier ataque o acto de mala fe por parte de la derecha tradicional y el partido [de los fujimoristas]. Nuestro presidente tiene el respaldo de los sindicatos, de los trabajadores y de otros sectores que no están sindicalizados. Entonces tiene el respaldo de todos los trabajadores y además el respaldo de los barrios, de los pueblos más necesitados, de los que siempre han sido olvidados y vulnerados en sus derechos. Juntándonos, los pueblos olvidados y los sindicatos somos muchos más que la derecha.
AR
Los primeros meses del gobierno de Pedro Castillo han sido políticamente turbulentos debido a todos los esfuerzos de la derecha tradicional para sacarlo y para debilitar al movimiento que le ha traído al poder. Pero, a pesar de todo esto, ¿coincides con que atravesamos un tiempo de optimismo para el progresismo y para el futuro político de la clase obrera peruana?
IC
Sí, yo estoy bien segura. Los trabajadores, los pueblos olvidados y los ciudadanos de escasos recursos tenemos toda la fe de que las cosas se va a mejorar y que nuestro presidente va a sacarnos adelante. Pero estamos también seguros de que va a ser difícil. El neoliberalismo no es algo que venga desde hace un año o dos. Son décadas. Es como un enfermo que se está recuperando de una operación grave: no lo hace de la noche a la mañana. Requiere de bastante atención, requiere bastante terapia. Entonces estamos en la sala de recuperación.
El presidente no va a poder cambiar la situación de la noche a la mañana. Va a requerir muchos años más para que nuestro querido Perú salga adelante y sea un país desarrollado. Nosotros, la izquierda, estamos seguros de que lo vamos a lograr. Vamos a lograr sacar adelante a nuestro país. Para eso, lo primero es invertir en educación y en salud.
AR
Totalmente. Y hablando un poco sobre esta terapia y sobre la visión para el futuro en el Perú, a tu parecer, ¿es posible tener un Perú donde se armonice el bienestar humano, la equidad social y también el cuidado del medioambiente?
IC
En el caso de nuestro país, la extracción de recursos de recursos naturales (por ejemplo, la minería) abunda, como también la explotación del petróleo y el gas natural. Lo que tenemos que hacer es usar estos recursos que nos brinda nuestra Madre Tierra para industrializar el país. ¿Qué han hecho estos políticos tradicionales de la derecha que nos han gobernado durante años? Solamente los han sacado para llevárselos a otros países.
Ya tenemos consecuencias graves: en Cerro de Pasco, por ejemplo, durante más de 60 años han sacado abundantes minerales, y hoy en día toda esa zona está contaminada. Sus pobladores no encuentran una vida tranquila. Incluso sus niños están contaminados con metales en sangre. Y lo más triste es que esos niños están condenados a morir a temprana edad, ya que no hay tratamiento. Entonces es nefasto y es cruel. Si nosotros seguimos así, si los peruanos seguimos este mismo camino, todo el país va a terminar de la misma manera. Lo que tenemos que hacer es industrializar y a la vez fomentar la agricultura. Y ahí va a haber un equilibrio.
También, en los colegios, en las escuelas, tenemos que incentivar a nuestros niños, a nuestros jóvenes, a proteger el medioambiente. Enseñarles desde temprano que tenemos que proteger las áreas verdes que existen en nuestro país. Por ejemplo, la selva, donde hay diversas plantas y áreas inmensas de vegetación. Todas esas áreas verdes que existen en nuestro país y la Amazonía, que son los pulmones del mundo, son los pulmones de nuestro país. Sin ellos, no van a existir el oxígeno ni los alimentos. Estos bosques mantienen vivos a muchos animales y también a las personas. Si no aprendemos y no concientizamos acerca de la necesidad de proteger todo eso, se va a convertir en un desierto y vamos a ver un caos total.
AR
Soy estadounidense con raíces en la India, y también soy miembro o participante de varias organizaciones y movimientos de la izquierda estadounidense, como los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA), el Movimiento Amanecer, que se enfoca en asuntos de cambio climático, y además me considero aliado del Movimiento Black Lives Matter, que ha estado muy movilizado en el último año.
Muchos de mis camaradas y compañeros están muy animados y muy emocionados de ver los avances de ustedes aquí, en el Perú. ¿Cuál es el rol de la solidaridad internacional para construir el futuro de Perú que tú quisieras ver? ¿Qué hay que hacer para mejorar los nexos internacionales y qué puede hacer la gente de movimientos aliados en otros países para apoyar a nuestros hermanos y hermanas aquí en el Perú?
IC
Siempre hemos estado en contacto con diferentes sindicatos de otros países. Busco aprender de sus luchas. Hace dos horas recibí una llamada de un dirigente sindical de Bolivia pidiendo los detalles de nuestra ley contra la tercerización para que él la presente allá, en Bolivia, donde también se ha empezado a tercerizar los servicios de limpieza.
Hay que armar juntas de trabajadores, juntas de jóvenes y juntas de estudiantes para dialogar y ver cómo cambiar la situación económica de cada país. Yo casi nunca he tenido la oportunidad —ni la facilidad— de ir a la prensa, porque te cobran mucho dinero y yo soy de escasos recursos. Entonces siempre he utilizado las redes de sindicatos para, por ejemplo, organizar una huelga. Hace poco llamé a unos compañeros de Brasil para intercambiar estrategias e ideas sobre las huelgas. Entonces ese es el apoyo que se le podría dar a todos los compañeros del mundo que quieran sumarse a esta lucha y decir, de repente, «mira, compañero, en la India necesitamos esto» o llamamos nosotros a los compañeros de Bolivia para pedir otra cosa, y así.
Fuente: Kaos en la red