El canciller ruso destacó que, pese a las presiones externas, su país «nunca ocupará una posición subordinada».
En una entrevista para el canal de televisión Rossiya-24 (VGTRK), el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, criticó este lunes las recientes palabras del alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien aseveró el pasado 9 de abril que el conflicto en Ucrania solamente puede resolverse «en el campo de batalla».
Según el canciller ruso, las declaraciones de Borrell «cambian considerablemente las reglas del juego» y se inscriben en la política que Occidente, liderado por EE.UU., adoptó tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, que empezó a convertirse «en un trampolín para la represión definitiva de Rusia».
De acuerdo con Lavrov, nunca antes la Unión Europea, diseñada para obtener una integración política y económica, se había posicionado como una «organización militar». En este contexto, el ministro ruso destacó la creciente militarización del bloque comunitario, que pretende crear un sistema de seguridad europea independiente que prevé, entre otras cosas, un aumento significativo de los gastos militares.
Al mismo tiempo, el diplomático señaló que incluso los esfuerzos internos de Europa en realidad solamente crean una ilusión de independencia. «No obstante, el resultado de toda esta autonomía es de suma cero, porque todo lo que se hace está controlado por completo por EE.UU.», lamentó Lavrov.
«Rusia nunca ocupará una posición subordinada»
En este contexto, el ministro de Exteriores ruso afirmó que Moscú no tiene intención de ceder ante la presión externa de Occidente. «Rusia, con su historia, con sus tradiciones, es uno de los países que nunca ocuparán una posición subordinada. Solamente podemos ser miembros de la comunidad internacional en igualdad de condiciones de la indivisibilidad de la seguridad acordada y simplemente ignorada por nuestros socios occidentales», indicó.
El alto diplomático señaló al respecto que el operativo ruso en Ucrania está destinado «a poner fin a la expansión incondicional y el curso hacia el dominio total de la arena mundial por parte de EE.UU. y, bajo su liderazgo, de otros países occidentales».
Ucrania no responde «con reciprocidad»
Asimismo, recalcó que desde Moscú en numerosas ocasiones declararon que Rusia prefiere resolver la situación en Ucrania por la vía diplomática. «No veo razones que nos impidan continuar las negociaciones, si bien la parte ucraniana a veces da giros de 180 grados y rechaza lo que acaba de ofrecer hace unos días. Pero somos gente paciente y persistente», señaló el canciller.
Lavrov detalló al respecto que, al comprobar que la parte ucraniana «no tenía intención de responder con reciprocidad», Rusia tomó la decisión de no suspender las acciones militares durante las rondas de negociaciones hasta que las delegaciones lleguen a un acuerdo definitivo.
Por otra parte, el ministro ruso denunció las «provocaciones indignantes» por parte de las fuerzas ucranianas apoyadas por Occidente. El canciller destacó que, en el caso de las imágenes obtenidas en la localidad ucraniana de Bucha, la parte rusa ofreció pruebas cronológicas y grabaciones que desmienten las acusaciones, entre otros hechos que confirman sus palabras.
«Pero fíjense, si [el tema de] Bucha sigue siendo utilizado de alguna forma a lo largo de varias semanas, [Ucrania y Occidente] se callaron muy rápidamente sobre Kramatorsk», dijo Lavrov, refiriéndose al ataque con misiles Tochka‑U realizado por los militares ucranianos contra esa ciudad de Donbass.
«Habrá otras provocaciones», lamentó el alto funcionario, destacando que Rusia seguirá respondiendo a tales ataques «con hechos».
Fuente: actualidad.rt.com