¿Dónde encontramos aquí la “defensa de los intereses de la oligarquía”? ¿Nuestros camaradas que todos los días se arriesgan su vida estarán defendiendo los intereses de la oligarquía rusa? ¿O están defendiendo a la gente común y corriente que son víctimas de los neonazis que tomaron el poder en Ucrania?
Por el Departamento Internacional del CC del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR)
El 23 de abril de 2022, el periódico Rizospatis, órgano de prensa del Partido Comunista de Grecia publicó el artículo del Departamento Internacional del CC del Partido Comunista de Grecia titulado Sobre la guerra imperialista en Ucrania y la posición del PCFR.
En el artículo se califican las acciones del PCFR en relación con la operación especial llevada a cabo por Rusia en Ucrania y se le incrimina abiertamente al partido su posición progubernamental, es decir, posición proimperialista. Esta estimación utilitaria no la podemos aceptar categóricamente.
La quinta esencia de este artículo consiste en el punto de vista de los camaradas griegos de que en Ucrania tiene lugar la guerra imperialista librada en intereses de la burguesía rusa y al apoyar la operación especial el PCFR de tal modo «desarrolla la línea de solidaridad con el partido gobernante Rusia Unida y el presidente Putin».
Al insistir en el carácter imperialista de la guerra, los camaradas griegos se apoyan en la conocida tesis de V. I. Lenin de que la lucha por los mercados y el saqueo de otros países, la aspiración de abortar los movimientos revolucionarios del proletariado y la democracia dentro del país, el afán de embaucar, desunir y exterminar a los proletarios de todos los países, azuzando a los esclavos asalariados de una nación contra los esclavos asalariados de otra nación para el provecho de la burguesía este es el único contenido real y la significación de la guerra. No obstante ello, los camaradas no mencionan que esta idea se expresa en la obra de V. I. Lenin Guerra. Años 1914 – 1918. En esta obra se trata muy concretamente de la Primera Guerra Mundial, en realidad indudablemente imperialista, de rapiña. Pero si no nos ponemos en las posiciones dogmáticas, es de conocer que toda guerra tiene sus propios rasgos distintivos.
La tarea del marxista al definir sus posición en cuanto a la guerra consiste en primer lugar en determinar sus carácter específico. Porque además de las guerras imperialistas, existen también guerras de liberación nacional y guerras antifascistas que alcanzaron una gran envergadura a mediados del siglo XX, cuando el fascismo y nazismo surgieron como fenómenos políticos y la lucha de liberación nacional tomó impulso bajo el influjo de la Gran Revolución Socialista de Octubre.
Cuáles eran las razones directrices del PCFR al definir su posición.
Al desarrollar su posición política sobre el problema de realización de una operación especial, el partido hizo el análisis de las condiciones históricas concretas que fueron causa de la crisis ucraniana.
Antes de la Revolución de Octubre, Ucrania que formaba parte del Imperio ruso era región totalmente agraria. Para consolidar su industria según propusiera V.I.Lenin, a Ucrania le entregaron seis regiones industriales de Rusia en el Este y Sur que nunca formaron parte de Ucrania. Incluyendo la región de Donetsk y Lugansk. En 1939, a Ucrania se le entregó la Galicia (Ucrania occidental), anteriormente parte de Polonia. Pues el territorio actual de Ucrania es resultado de su integración en la URSS. Y está cosida de pedazos muy diferentes desde la Galicia (Lvov) con una sólida influencia de Polonia, Austria y Hungría hasta Ucrania oriental que siempre tendía hacia Rusia.
La Ucrania socialista se desarrollaba de una manera muy poderosa. A la extracción de metales y carbón se agregaron la industria aeronáutica y coheteril, petroquímica, electroenergética (4 centrales atómicas) y la industria defensiva. Siendo precisamente parte de la URSS, Ucrania obtuvo los territorios actuales y el potencial económico que le permitió figurar ente las 10 economías más desarrolladas de Europa.
La desintegración de la Unión Soviética en diciembre de 1991, provocaba al mismo tiempo la destrucción de la integración económica secular de Ucrania y Rusia, y el rompimiento de todos los lazos económicos, políticos y culturales.
Actualmente es uno de los países más pobres de Europa. La industria procesadora, menos la metalúrgica, fue destruida prácticamente. Ucrania se mantiene gracias a los empréstitos occidentales y las remesas de los ciudadanos que emigraron para trabajar de cualquier forma en Europa y Rusia. Degradó catastróficamente el nivel de vida de los habitantes, creció vertiginosamente la emigración. Se fueron casi 10 millones de personas (de los 45 millones de habitantes), especialistas de alto nivel profesional.
El nivel de corrupción y la diferenciación social alcanzaron uno de los niveles más altos en el mundo. Ucrania se acercó al borde de la catástrofe nacional.
Golpe de Estado en Kiev como fundamento para encender el conflicto
En febrero de 2014, con la complicidad directa de Estados Unidos y demás países de la OTAN en Ucrania se perpetró el golpe de Estado. El poder legitimo fue derrocado. Llegaron al poder los nazis. Posteriormente, Estados Unidos declaró públicamente que invirtió casi 5 mil millones de dólares para preparar el cambio del poder y «desarrollar la democracia». Es bien evidente que nadie va a gastar gratuitamente tal suma gigantesca.
Como resultado del golpe del Estado, el poder público lo tomaron los oriundos de Ucrania occidental, de la Galicia, donde históricamente son fuertes los ánimos ultranacionalistas, antisemitas, antipolacos, rusofobas, anticomunistas.
Empezó la asimilación forzosa de la población rusohablante. La prohibición del idioma ruso y la decisión de enseñar en ucranio en vez del ruso en los colegios provocó una resistencia poderosa en las provincias de Donetsk y Lugansk. Los habitantes tomaron las armas.
11 de mayo de 2014, en el plebiscito nacional, el 87% de los ciudadanos se pronunciaron en pro de la independencia. Así fue, no por las indicaciones del Kremlin, sino por iniciativa propia de las masas populares que surgieron las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Tras varios intentos fracasados de ocupar las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, los nazis de Kiev empezaron el terror. Como resultado de 8 años de bombardeos con la artillería de gran calibre incesantes murieron casi 14 mil habitantes pacíficos, y heridos y mutilados son decenas de miles. Se causó un serio daño a la infraestructura.
En este caso, los países europeos se mostraban especialmente indiferentes durante 8 años del genocidio del pueblo ruso de Donbass, justificando de hecho las atrocidades del régimen de Kiev.
Hoy, Estados Unidos y la Unión Europea, mostrando una impresionante hipocresía, hablan de los sufrimientos de las personas en el curso de los combates pero están silenciando que la utilización de los escudos vivos se convirtió en la táctica de cada día de quienes se llaman como «luchadores por la libertad».
Desarrollo del neonazismo en Ucrania
Nuestros camaradas, al estudiar la situación en Ucrania, mencionan, sin tener muchas ganas, el peligro de su fascistización. Aunque uno de los objetivos principales de la operación militar de Rusia en este país es su denazificación. Incluso según la opinión de los congresistas norteamericanos y los servicios secretos de EEUU Ucrania se ha convertido en el centro del neonazismo internacional.
He aquí algunos hechos. Después de la invasión de Hitler en la URSS, en Ucrania occidental, como señalamos más arriba, eran especialmente fuertes los ánimos ultranacionalistas, antisemitas, rusófobos y anticomunistas. Fueron formadas divisiones de SS que combatían contra el Ejército Rojo. Los nacionalistas locales encabezados por el admirador de Hitler Néstor Bandera empezaron el exterminio de la población judía. En Ucrania los banderistas asesinaron casi a 1,5 millones de judíos, que es una cuarta parte de todas las víctimas de Holocausto. Durante la «masacre de Volyn» en 1944, en Ucrania occidental fueron exterminados brutalmente casi 100 mil polacos. Los banderistas exterminaban a guerreros y quemaban vivos a los habitantes en centenares de poblaciones en Bielorrusia.
Una vez terminada la guerra, los insurgentes anticomunistas y antisoviéticos en Ucrania Occidental apoyados por Estados Unidos y Gran Bretaña desplegaron terror contra la población pacífica desde 1945 hasta 1953. En estos años, los banderistas asesinaron a 50 mil personas. Los herederos y continuadores de los asesinos llegaron al poder luego del golpe de Estado de 2014. Las tradiciones del terror antipolaco, antisemita y antirruso son muy fuertes entre los neonazistas que gobiernan realmente en Ucrania.
En Ucrania se implanta la ideología nazista. Los fascistas ucranianos, organizadores y participantes en las atrocidades de la época de guerra son reconocidos oficialmente como héroes nacionales. Sus símbolos ahora son oficiales. Cada año se organizan marchas solemnes en honor de los criminales fascistas. Sus nombres se dan a las calles y plazas. El Partido Comunista de Ucrania se vio obligado a pasar a la clandestinidad. La intimidación y asesinatos por motivos políticos de los políticos y periodistas se han convertido en un fenómeno permanente. Se destruyen los monumentos a Lenin y toda la memoria sobre la vida en la URSS.
En la actualidad los banderistas al igual que los comandos de asalto de la SD en Alemania son el destacamento de choque del gran capital. Controlan rigurosamente todos los movimientos del poder oficial y lo chantajean con la amenaza del golpe de Estado.
La naturaleza del Estado ucraniano moderno es la alianza del gran capital y la burocracia estatal alta con el apoyo sobre los elementos fascistas bajo el control político y financiero total de Estados Unidos.
Causas y carácter de la operación militar especial
Partiendo de la teoría marxista, el conflicto bélico en Ucrania no puede considerarse desde la óptica de la guerra imperialista, así y como tratan de probar nuestros camaradas. Por su naturaleza es guerra de liberación nacional del pueblo de Donbass. Desde el punto de vista de Rusia, es la lucha contra la amenaza externa para la seguridad nacional y contra el fascismo.
No hay secreto de que la milicia popular de Donbass no podría resistir por su propia cuenta frente al ejército ucraniano de muchos miles de efectivos dotado de los armamentos extranjeros. La derrota de la milicia popular conduciría al exterminio total de los habitantes rusoparlantes, muchos de los cuales eran ciudadanos de Rusia. Conforme a la Constitución de la FR, para defender a sus ciudadanos y garantizar la seguridad nacional Rusia emprendió acciones previstas en la Ley Magna puesto que no se podía lograrlo de otras formas.
El proceso negociador en el marco de los Acuerdos de Minsk se sabotea intencionadamente por Kiev con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.
Antes de aquel momento, Ucrania concentró en Donbass 150 mil militares y batallones nazis. Con el apoyo de Estados Unidos Kiev se preparaba para recuperar el control sobre Donbass por vía militar.
Con la bendición de los tutores norteamericanos Ucrania se preparaba para empezar una operación militar de la conquista de Donbass en las primeras fechas del año en curso, y luego, de Crimea. Hoy existen suficientes hechos que confirman estos planes.
Durante 8 años, el régimen banderista se preparaba para la guerra. Se llevaba a cabo de una manera planificada la educación ideológica de los militares en el espíritu de la rusofobia franca, se construían obras defensivas poderosas y se dotaba al ejército de los modernos armamentos.
Siguiendo sus objetivos geopolíticos imperialistas, Estados Unidos incluían de manera planificada a Ucrania en la zona de sus intereses militares y convertía el pais en la punta de lanza de la OTAN planificando combatir contra Rusia «hasta el último soldado ucraniano».
Ya en diciembre de 2021, Rusia se dirigió a Estados Unidos con la propuesta de celebrar conversaciones sobre la no ampliación de la OTAN hacia el Este. Los norteamericanos esquivaban una respuesta franca. Dado esto, en enero de 2022, Rusia advirtió que en esta situación se vería obligada a adoptar medidas adicionales para defender su seguridad nacional.
Al mismo tiempo, la situación se encaminaba hacia el emplazamiento de armas tácticas de EEUU en Ucrania. Ucrania que tiene cuatro centrales atomoeléctricas y dispone de un gran potencial científico-técnico empezó a prepararse para el desarrollo de sus propias armas nucleares.
Bajo el patrocinio del Pentágono en Ucrania fueron creados más de 30 laboratorios para desarrollar armas bacteorológicas. Existen documentos que confirman los trabajos con las bacterias muy peligrosas de enfermedades mortíferas, así como la investigación de los métodos de su propagación tomando en cuenta la raza humana de las personas.
Todo ello viene creando amenaza no solamente para Rusia sino también para toda la humanidad.
Se afirma que este es el tema exclusivo de las contradicciones interimperialistas o la lucha por los mercados y recursos naturales. La incapacidad de encontrar el componente nacional de los problemas clasistas y el componente clasista de las cuestiones nacionales le lleva a uno al dogmatismo.
¿Interés de los oligarcas rusos hacia Ucrania o ausencia de este mismo?
Intentando demostrar que la guerra se libra en intereses de la burguesía rusa y en intereses de la conquista de los recursos naturales y el potencial industrial de Ucrania, nuestros camaradas recurren a la tesis de V.I.Lenin sobre la naturaleza de las guerras fuera del contexto histórico.
Pero la afirmación de que la dirección rusa estaba preparando desde hace tiempo la conquista militar de Ucrania contradice los hechos.
Desde el inicio la dirección de la Federación de Rusia no respaldó la idea de plebiscito sobre la formación de las repúblicas pоpulares de Donbass.
Siguiendo los acuerdos en el marco del Acuerdo de Minsk‑2, Rusia consideraba apriori que Donbass quedaría dentro de Ucrania aunque con una cierta autonomía.
Y hasta el mismo comienzo de la operación militar la dirección rusa insistía en el cumplimiento de los Acuerdos Minsk‑2, es decir en la permanencia de Donbass dentro de Ucrania.
¿Dónde vemos aquí la preparación de la conquista imperialista?
Ucrania, su industria y recursos desde el año 1991 fueron objeto de la superexplotación por los monopolios de Estados Unidos y la Unión Europea.
La oligarquía rusa no participó en el «reparto de la torta» que forma parte de la esfera de intereses del Occidente.
Además de ello, la oligarquía rusa se pronunció en contra de la operación militar en Ucrania. Con todas sus fuerzas trató de integrarse en la oligarquía mundial y ya se encontraba bajo una fuerte presión del Occidente que le exigía que influyera de modo más enérgico sobre el gobierno para preservar la orientación prooccidental de Rusia.
Además, los oligarcas rusos sufrieron perjuicios serios como consecuencia de la operación militar de Rusia en Ucrania. Ya que fueron incluidos en las listas de sanciones se les confisca palacios y yates, quedan congeladas las cuentas bancarias.
No experimentamos algún tipo de compasión hacia quienes saqueaban durante treinta años a Rusia, y ahora pierden lo saqueado. Solamente quisiéramos subrayar que la oligarquía rusa no estaba interesada en la operación militar, sino que sufrió sus consecuencias. Al negarse a respaldar esta operación, el gran negocio perdió no solamente la propiedad y el dinero sino también la influencia en la cúspide gobernante de Rusia.
Presten atención qué fuerzas clasistas se pronunciaban primeramente contra la operación militar de Rusia en Ucrania. Es, en primer lugar, el gran capital monopolista, son sus representantes políticos en el entorno liberal y sus lacayos del mundo artístico entre los llamados intelectuales.
Nosotros reconocemos, claro está, la existencia de las contradicciones interimperialistas. El deseo de los depredadores imperialistas es apoderarse de los recursos naturales y energéticos de otros países. Rusia es víctima de los planes de Occidente de convertir nuestro país en la fuente de las materias primas baratas. Y estamos luchando durante decenios contra estos planes. Pero no consideramos que Rusia aunque dado lo imperfecto de su sistema político actual basado en el poder del gran capital se convirtiera en un solo instante en otro depredador de la misma calaña. La lucha en Ucrania tiene otro carácter de principios, que no se encuadra en los dogmas.
Posición del PCFR
Precisamente el PCFR fue el primero en definir la esencia del régimen que tomó el poder en Ucrania durante el Maidán del año 2014. De tal manera, toda la actividad posterior del partido se efectuaba partiendo de la esencia clasista de los procesos políticos.
Siempre fuimos críticos en cuanto a la política exterior de Rusia, siempre denunciamos el desconocimiento real de los intereses de los pueblos que no hace mucho formaban parte del Estado soviético único.
Si alguien sigue atentamente nuestras acciones (nos parece que los camaradas griegos conocen bien nuestros documentos) verán inevitablemente que fue el PCFR quien se expresó firmemente por el reconocimiento de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Ningún otro partido político ruso hizo tantas cosas para apoyar a la población de Donbass. No es el PCFR que «manifiesta solidaridad con la Rusia Unida y el presidente Putin», sino son ellos quienes a tenor de los imperativos históricos se ven a obligados a marchar por el camino en el cual insistía constantemente durante tres décadas el PCFR.
¿En esta situación, si es justo decir que casi ciegamente respaldamos la política de Putin en Ucrania?
Los comunistas de Rusia participan muy activamente en la defensa de las Repúblicas Populares de Donbass y Lugansk. Centenares de comunistas están combatiendo formando parte de las tropas de las repúblicas. Decenas de comunistas cayeron en esta lucha. El PCFR durante 8 años envió 93 convoyes de ayuda humanitaria con la carga total de 13 mil toneladas, acogió a miles de niños en el plan de tratamiento médico y descanso.
Durante todos estos años el PCFR exigió de la dirección de Rusia que se reconociera la independencia de Donbass.
Francamente nos cae mal escuchar como nuestros camaradas griegos hablan con desprecio sobre las «así llamadas repúblicas populares» de Donbass, puesto que precisamente son repúblicas populares que surgieron como resultado de la voluntad expresa de las masas populares.
Los ciudadanos de estas repúblicas las defendieron al precio de su vida y la de los combatientes de sus ejércitos a lo largo de 8 años durísimos de resistencia frente a la agresión avanzando de los banderistas-neonazis.
Un significado de principios tiene el hecho de que contra los banderistas están luchando no solamente el Ejercito ruso sino también los destacamentos de voluntarios del propio Donbass, en los cuales es muy elevado el número de comunistas y obreros mineros.
¿Dónde encontramos aquí la «defensa de los intereses de la oligarquía»? ¿Nuestros camaradas que todos los días se arriesgan su vida estarán defendiendo los intereses de la oligarquía rusa? ¿O están defendiendo a la gente común y corriente que son víctimas de los neonazis que tomaron el poder en Ucrania?
Uno tiene que contar con la falta de deseo muy pronunciado de ver el estado real de cosas para afirmar que el PCFR es solidario con el grupo gobernante.
La intensidad de las luchas políticas de masas en Rusia no se ha atenuado, ni mucho menos. La persecución a los comunistas y adeptos del partido después del comienzo de la operación militar muestra que no existe armonía clasista ente el PCFR y el grupo gobernante. Se podría enumerar muchísimos casos cuando nuestros camaradas son objeto de represiones. Reaccionamos muy duramente a la persecución de nuestros camaradas.
Al mismo tiempo, sometemos a un durísima critica la política socio-económica del gobierno actual. Ningún partido en Rusia podría declarar que su crítica a las autoridades fue la más activa.
En el transcurso de más de treinta años después del golpe anticomunista de 1991 presentamos un sinnúmero de pruebas de nuestra lucha decidida contra el grupo gobernante. Es por ello que nuestro partido goza de un amplio respaldo de las masas populares.
El PCFR obtuvo en las elecciones a la Duma Estatal en septiembre de 2021 casi el 19% de votos de los electores. Incluso en condiciones de una máquina de falsificación de las elecciones afinada desde hace tiempo. Estamos seguros que el nivel de nuestro apoyo por el pueblo es mucho más alto. La explicación es que nos guiamos por el espíritu del marxismo-leninismo, por el afán de estudiar detalladamente los intereses y los ánimos del pueblo. A propósito sea dicho, al apoyar la operación especial de Rusia en Ucrania el PCFR expresó la voluntad de la mayoría aplastante de los ciudadanos de Rusia.
En cuanto a las afirmaciones de que «se está haciendo el juego con los ánimos nacionalistas y las fuerzas nacionalistas», declaramos con todo orgullo que el PCFR es el principal partido de izquierda patriótica en Rusia.
Y consideramos la defensa de los intereses del pueblo ruso y otros pueblos que vivían durante siglos junto con los rusos, y en primer lugar el ucraniano y bielorruso como nuestro deber internacionalista. Ahora, negar la significación histórica del «Mundo ruso» o la civilización rusa, en nuestra opinión, no es lógico, sería lo mismo como negar la significación de la antigua civilización griega.
Cuando Manolis Glezos arrancaba la bandera nazi de la Acrópolis, se dirigía no solamente por los intereses clasistas sino también por el orgullo de los griegos que se integraron en la lucha decidida contra la ocupación alemana.
Actitud de la comunidad internacional ante los acontecimientos en Ucrania
Aunque los políticos occidentales y los medios de comunicación que se presentan arrogantemente como la “opinión pública mundial” participan abiertamente en la guerra al lado de los neonazis, los países grandes de Asia, Africa, Cercano Oriente y América Latina que conocen en su propia experiencia lo que es el neocolonialismo europeo y norteamericano, consideran con toda razón los acontecimientos en Ucrania como lucha de Rusia contra el mundo unipolar encabezado por Estados Unidos.
Los países cuya población representa un 60% del planeta apoyan la operación rusa u ocupan una posición neutral.
La postura agresiva solamente tienen quienes en 1941 nos invadieron empezando la Guerra en la coalición hitleriana. Son países de Europa, así como Estados Unidos y Gran Bretaña que hicieron mucho para que renaciera la máquina militar nazi después de su derrota en la Primera Guerra Mundial. Hoy Rusia lucha de nuevo contra el fascismo y contra quienes le apoyan en Europa y Estados Unidos.
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Recordando los méritos heroicos del Partido Comunista de Grecia en la lucha contra el nazismo y la dictadura militar, rechazamos categóricamente la idea de que nuestros camaradas podrían estar conscientemente en el campo de aquellos que con las manos de Ucrania tratan de destruir a Rusia. Señalamos una vez más nuestro profundo respeto hacia el PCG como partido que hizo un grandioso aporte al renacimiento del movimiento comunista y obrero internacional después de la desintegración de la URSS en 1991. Sin embargo, las declaraciones de nuestros camaradas suenan como verdad de la última instancia. Abogamos por un diálogo entre camaradas que siempre ha servido de ayuda a los comunistas de todo el mundo a aclarar la esencia de los acontecimientos y elaborar su propia actitud correcta, realmente marxista para su evaluacion.
Fuente: nuevarevolucion.es