Finalmente los países del G‑7 decidieron ponerle el precio tope de 60 dólares al petróleo ruso, medida que se venía cocinando para seguir «asfixiando» económicamente al país euroasiático. Sin embargo, cabe preguntarse cuál es el impacto real de esta medida y quién resulta más afectado.
Los precios del petróleo cayeron el viernes después de que la Unión Europea aceptara el tope, ya que los operadores descontaron los temores de que el mecanismo obligue a una gran cantidad de petróleo ruso a salir del mercado y cause un problema de suministro.
Pero más allá de la presión que parecen ejercer, Rusia seguirá vendiendo petróleo a sus clientes tradicionales, China e India, y estos luego revenderán parte de este producto a Europa, lo que resulta una triangulación nada beneficiosa para los países europeos.
No está claro en qué medida esa presión reducirán las exportaciones rusas. El tope de precio está cómodamente por encima de los 50 dólares, el precio en el que se está se cotizando el petróleo ruso.
No conforme con eso, Moscú ha dicho que preferiría reducir la producción antes que vender petróleo a cualquiera que adopte el precio tope. «Venderemos petróleo y productos derivados del petróleo a los países que trabajarán con nosotros en función de las condiciones del mercado, incluso si eso significa que tendremos que reducir un poco la producción», dijo el viceprimer ministro Alexander Novak.
Que Europa se pliegue a esta decisión de Estados Unidos y el G‑7 es una decisión estúpida en tanto que siguen recibiendo la energía rusa, aún sabiendo que este país es clave desde el punto de vista energético a nivel global.
Mientras tanto, la OPEP+ se mantiene firme en su decisión de mantener el recorte de 2 millones de barriles diarios, acuerdo que se sostuvo en octubre pese a la presión de la Casa Blanca tratando de contener la inflación en Estados Unidos.
5 de diciembre de 2022
Rusia prepara una respuesta al límite de precio de su petróleo
Rusia no reconocerá «ningún tope» al precio de su petróleo y prepara contramedidas a la decisión de la Unión Europea (UE), el G7 y Australia de fijar un límite al coste del crudo ruso en 60 dólares por barril, declaró el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.
Paralelamente, afirmó que esta decisión modificará el mercado. «Es evidente e indiscutible que la adopción de estas decisiones es un paso hacia la desestabilización de los mercados energéticos mundiales», aseveró.
Aseguró que esta restricción no afectará la financiación ni el curso del operativo ruso en Ucrania. «La economía rusa cuenta con potencial suficiente para satisfacer plenamente todas las necesidades de la operación militar especial», sostuvo.
La medida antirrusa entró en vigor este lunes en todas las jurisdicciones del G7, la UE y Australia. Hungría, no obstante, quedó exenta de aplicar ese límite.
Esta misma jornada la UE empezó a aplicar un embargo a los suministros de petróleo ruso transportados al bloque por barco. Mientras, el tope para los productos petrolíferos de origen ruso entrará en vigor el 5 de febrero de 2023.
6 de diciembre de 22022