Por Albeto Freile González, Resumen Medio Oriente 21 de enero de 2022
La televisión española entrevistó al líder Brahim Gali justo antes de ser elegido por voto popular Secretario general del Frente Polisario nuevaente. Criticó el apoyo del Ejecutivo español al plan de Marruecos para la autonomía del Sáhara.
«Se esperaba que la comunidad internacional y Naciones Unidas cumplieran con el compromiso ante sí mismos, ante la historia y ante el pueblo saharaui. Pero lamentablemente no fue el caso, alargaron nuestro sufrimiento, se podían haber limitado a 1992, ya son casi 32 años después, el pueblo saharaui sigue siendo víctima y la comunidad internacional está mirando al otro lado. Es una decepción».
PREGUNTA: ¿Qué conclusiones se han alcanzado hasta ahora en este Congreso que lleva por lema intensificar la lucha armada contra Marruecos?
RESPUESTA: Hemos avanzado, hemos adoptado todos los documentos presentados al Congreso, quedan las cartas y recomendaciones que el Congreso debe adoptar.
P: ¿Cree usted o los asistentes al Congreso que aún hay espacio, que aún es posible una solución negociada para el Sáhara Occidental en el marco de la comunidad internacional y Naciones Unidas?
R: El Frente Polisario y todos sus militantes nunca han cerrado la puerta a las negociaciones y a una solución política y pacífica del conflicto. Pero lamentablemente nuestro adversario, nuestro enemigo, no tiene esa misma posición. Le falta ese espíritu y esa voluntad política para ir a una solución justa, definitiva, que respete la legalidad internacional. Los saharauis estamos apegados a nuestra causa, a nuestros derechos, estamos decididos a continuar la lucha. Eso no quiere decir que cerremos puertas a negociaciones, que no consideramos que Naciones Unidas y la comunidad internacional asuman esa responsabilidad para llegar a una solución justa y definitiva que permita al pueblo saharaui decidir su futuro.
P: ¿Cuál es su opinión sobre la postura del Gobierno español, que considera ahora la opción marroquí de una autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía de Rabat como la opción más seria, realista y creíble?
R: Sencillamente, coincido con la opinión pública española. Para nosotros es la segunda traición al pueblo saharaui en menos de 50 años. Lamentablemente, no es lo que el pueblo saharaui esperaba, es frustrante, especialmente para aquellos que han pasado meses en el seno de familias españolas, frustrante para el pueblo saharaui, que ha considerado siempre a los pueblos del Estado español pueblos amigos, solidarios, que consideran que la traición del 75 y el 76 no debe repetirse. Lamentablemente, no fue el caso; es otro cuchillo en la espalda al pueblo saharaui y a los pueblos del Estado español
P: ¿Qué debería ocurrir para recomponer las relaciones con el gobierno español, con el partido del Gobierno, el PSOE? Hay un inminente ciclo electoral en España y no sé si consideran que un cambio de signo político les podría beneficiar.
R: Nosotros no entramos en los problemas internos españoles, nos interesa la postura del Estado español, que para la normalización de las relaciones, debe rectificar. Debe alinearse con la legalidad internacional y con la responsabilidad histórica, moral y legal del estado español hacia la causa del pueblo saharaui.
P: Esta guerra, este fin del alto el fuego con Marruecos hace poco más de dos años parece que va a ser en un contexto mucho más tecnológico que la guerra acaecida entre el 75 y el 91. Se habla de que Marruecos dispone de drones israelíes. No sé si consideran que están en inferioridad de condiciones. ¿Cómo se enfrentan a esta contienda?
R: La historia se repite. No hemos estado en equilibrio de fuerzas en el 1975, ni en el 1976, y hasta ayer. Hay un desequilibrio de fuerzas, un movimiento de liberación nacional y un ejército de invasión equipado con todos los medios, pero iremos adaptándonos a la demanda y a la nueva situación que requiere el tipo de guerra que enfrentamos.
P: El Frente Polisario reconoce una serie de bajas desde el fin del alto el fuego, un número por debajo del centenar. En el caso marroquí no existe este conflicto, no reconoce heridos, no reconoce bajas. No sé qué considera usted que debe ocurrir para que cambie esta dinámica y se hable abiertamente de esta guerra.
R: Creo que oficialmente el Estado marroquí intenta ignorar esta realidad. Pero hay que ir a las familias de las víctimas. Hay bajas considerables numéricamente, tanto materiales como humanas. El último ejemplo fue el 17 de enero de 2023. 30 militares marroquíes saltaron por los aires y perdieron sus vidas en el acto, 30. Es la última cifra que puedo dar, ha habido cifras a lo largo de estos dos años superiores e inferiores a este número. Hay bajas, y las propias familias marroquíes lo saben a la perfección.
P: Este Congreso que está teniendo lugar se ha alargado más de lo que al menos nosotros esperábamos. Sabemos que hay al menos otro dirigente que pretende disputar la secretaría general, Bashir Mustafá Sayed. ¿Existen diferentes posturas en la organización sobre los pasos a seguir en el futuro inmediato?
R: No, sobre los objetivos no hay ninguna diferencia. Esto es una democracia, una verdadera democracia. Creo que hemos superado a otras democracias, en temas como los partidos políticos y elementos de debate nacional. Es su derecho.
P: En esta nueva estrategia militar querría preguntarle si contemplan ataques más allá de lo que conocemos como el muro marroquí, e internarse más allá del territorio más disputado hasta el momento.
R: Lo que le puedo decir es que debemos adaptarnos al eslogan del decimosexto congreso en el futuro.
P: ¿En qué medida cree que ha perjudicado sus intereses esta presunta trama de corrupción en el Parlamento Europeo que involucraría a Marruecos?
P: Creo que el Parlamento Europeo debe revisar todos los acuerdos aprobados y firmados con Marruecos en los últimos 6 – 7 años, especialmente desde 2019, creo, si no estoy segurísimo, que están afectados por esa corrupción.
R: Ha habido tres décadas en los que no ha habido enfrentamientos abiertos entre Marruecos y el Frente Polisario. Usted estuvo en aquella guerra entre el 75 y el 91. Ahora han vuelto a las armas. No sé cuál es su sensación personal por el hecho de que, desde su punto de vista, tengan que volver a la lucha armada.
Pues, sinceramente, no es lo que se esperaba. Entramos en un proceso en el 91 creyendo que estábamos tratando con un mundo justo, un mundo que respeta sus compromisos, un mundo que respeta la legalidad internacional. 30 años nos han demostrado todo lo contrario. Es frustrante.
Se esperaba que la comunidad internacional y Naciones Unidas cumplieran con el compromiso ante sí mismos, ante la historia y ante el pueblo saharaui. Pero lamentablemente no fue el caso, alargaron nuestro sufrimiento, se podían haber limitado a 1992, ya son casi 32 años después, el pueblo saharaui sigue siendo víctima y la comunidad internacional está mirando al otro lado. Es una decepción.