Continúa el proceso de fascistización en Europa Occidental, ahora con Letonia como protagonista. El pasado 14 de noviembre (2022), la justicia letona, tras un proceso judicial en la Corte de Riga, declaraba prohibidas las actividades públicas de la organización Frente de los Trabajadores de Letonia. Dicho proceso, puesto en marcha el 4 de noviembre, se iniciaba por parte del Fiscal General de la república báltica tras una carta del Servicio de Seguridad del Estado (VDD por sus siglas en letón) fechada el 17 de octubre, instándole a poner fin a la actividad de esa organización política obrera.
Así lo expone, en un reciente comunicado público, el Frente de los Trabajadores de Letonia (WFL en inglés), donde detallan los motivos de la cacería política de la que están siendo objeto.
Según su testimonio, el acoso político y judicial viene motivado por su actuación en defensa de la permanencia y contra la demolición del Monumento a los Soldados del Ejército Soviético que liberaron la ciudad de Riga y la Letonia soviética de los invasores germano-fascistas, también conocido como Monumento a la Victoria, una construcción que las autoridades desmantelaron el pasado mes de agosto.
En su intento por despertar el odio étnico ‑expone el comunicado- los círculos gobernantes comenzaron a socavar la memoria de la victoria sobre el fascismo al final de la Gran Guerra Patria, término con el que se conoce, entre los pueblos que formaron parte de la URSS, la guerra de liberación contra la agresión germana.
En ese clima social y moral creado por las autoridades –relatan- proliferó la profanación de memoriales de la época soviética por parte de los cómplices y acólitos del fascismo. Por este motivo –dicen- activistas de la organización tomaron entonces la decisión de montar guardia frente al Monumento a la Victoria con el fin de protegerlo de los actos vandálicos, pero las autoridades decidieron bloquear el acceso al complejo conmemorativo e iniciaron los preparativos para su desmantelamiento, lo que finalmente ordenaron llevar a cabo el pasado 24 de agosto de 2022.
Con el objeto de preservarlo, el Frente de los Trabajadores (WFL), por su parte, inició sus propias gestiones, entre ellas el envío de una solicitud de protección al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas (UN-HRC), organismo que tomó en consideración la petición y se manifestó ante las autoridades letones en el sentido expreso de paralizar la demolición. Las autoridades, desoyendo los requerimientos internacionales, ejecutaron la retirada del complejo conmemorativo.
En su demanda ante la ONU, los demandantes presentaron alegaciones de diversa naturaleza, entre las que cabe considerar las referidas al monumento como símbolo de la gesta de lucha contra el fascismo, garantía de paz en la Tierra y de persistencia del pueblo letón, habida cuenta de las intenciones de los agresores nazis de convertirlos en esclavos; como símbolo y propiedad de todos los letones, independientemente de su nacionalidad, de la hazaña del pueblo soviético multinacional; así como también la consideración de valioso objeto cultural, por ser la obra de arte de arquitectos y escultores letones. Alegaciones que finalmente fueron rechazadas por la resolución adoptada por las autoridades letonas pese a la estimación y los requerimientos favorables de Naciones Unidas.
Con antelación al recurso a la ONU, el Frente de los Trabajadores, en su intento de atajar y poner freno a la voluntad de demolición, había agotado la vía de recursos de demanda ante diferentes tribunales, incluido el Constitucional. “La respuesta del Tribunal Constitucional letón –dicen los demandantes- nos sorprendió por su abierta parcialidad y analfabetismo jurídico. El texto de la respuesta no parece una decisión judicial, sino la agitación de un partido nazi”.
En los meses posteriores a la demolición, la cadena de persecución contra el WFL siguió su curso. El 11 de octubre, Konstantin Gorshkov, ciudadano lituano, miembro de la dirección de la organización, es detenido y expulsado del país; al día siguiente, 12 de octubre, bajo el título “Los Círculos Marxistas en el punto de mira de los Servicios de Seguridad del Estado” se emite un programa en el principal canal de la televisión estatal LTV‑1; el 13 de octubre, el Consejo Nacional Letón de Medios Electrónicos, basándose en una nota de los Servicios de Seguridad del Estado, bloquea la web del Frente de los Trabajadores en todo el territorio de Letonia. Y finalmente, como se ha descrito al comienzo, tiene lugar el proceso judicial que prohíbe y pone fin a toda actividad pública de la organización.
Por todo ello, el Frente de los Trabajadores de Letonia ha iniciado una campaña informativa internacional para dar a conocer los hechos, al mismo tiempo que reclama solidaridad frente al atropello antidemocrático sufrido como consecuencia de las actuaciones judiciales por parte de las autoridades letonas.
La organización, que fue creada en 2018, se declara heredera de la revolución de Octubre de 1917 y reivindican la Letonia soviética. Su web stradnieki.org, bloqueada en territorio letón, pero accesible fuera, está disponible en tres lenguas (letón, ruso e inglés), lo mismo que su periódico “Lucha de los trabajadores” (Workers’ Struggle), que cuenta con artículos en letón y en ruso, y sus redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, VK, Telegram).