En su gestación hay una larga genealogía de filósofos, pensadores y escritores que se inicia en la Antigüedad. Y además del elemento subjetivo, hay que señalar que la Dialéctica es eminentemente un producto material de la ciudad, una flor de las relaciones sociales urbanas, el verdadero magma de su nacimiento. Pero no la ciudad a secas, abstracta, sino la ciudad como encarnación de los demos (aquella primitiva y escasa democracia limitada de Atenas) frente al kosmos aristocrático. Es que la Dialéctica nace cuando se inicia la acción comunicativa igualitaria, el discurso horizontal, la comunicación agórica (si me permiten) exigida por la necesidad de desarrollar una herramienta colectiva. Necesidad de generar consenso y conformidad en el debate público sobre un concepto político, jurídico o social…