Los jóvenes detenidos ayer son conocidos y apreciados en su entorno social. No ocultaban su ideología, la mayoría cursaban o habían cursado estudios con normalidad y además de su militancia política trabajaban en las más diversas asociaciones. Un retrato alejado de la imagen que venden determinados medios y que es común en la izquierda abertzale.
Iñaki IRIONDO
Músicos de txaranga con los que uno podría encontrarse en cualquier fiesta, animadores infantiles, arquitectos preocupados por el entorno, gente comprometida con el movimiento vecinal, bertsolaris… la mayoría de ellos universitarios. Así son los chicos y chicas a los que ayer sacó de madrugada la Policía español y la Guardia Civil de sus casas y ahora esperan incomunicados a que un juez amigo de la notoriedad mediática decida cuánto deben pagar por su compromiso político.
Frente a la afirmación del Ministerio del Interior de que la operación es fruto de las investigaciones de muchos meses, otras fuentes que conocen a varios de los detenidos consideran que las FSE no han hecho otra cosa que echar la red a jóvenes que no ocultaban su compromiso político. Y es que, según recientes encuestas, una de las características de los jóvenes de la izquierda abertzale es que son lo que menos tratan de ocultar sus ideas. A un 54,5% de ellos no les importa que se conozcan, mientras que la media se encuentra en el 34,5%. Además, son los que con más frecuencia hablan de política, tanto en sus familias como con sus amigos. Y exactamente la mitad de los encuestados que se declaran votantes del independentismo ilegalizado ha participado en el último año en una manifestación legal. Es una media que dobla con creces al siguiente grupo, que es el de los votantes de Aralar, que se quedan en un 19,8% de participantes en movilizaciones autorizadas.
Una agencia de noticias llamaba la atención ayer sobre el hecho de que varios de los detenidos hayan cursado o cursaran estudios universitarios y, además, en su paso por los diversos centros formaran parte de consejos de estudiantes, juntas de facultad o algún otro órgano de gestión estudiantil. Tanto el cursar estudios superiores como la participación activa en aquellos espacios en los que consideran que pueden contribuir al cambio social son estadísticamente características comunes de la juventud de la izquierda abertzale.
Por ejemplo, uno de los detenidos ayer estudió para arquitecto y junto con otros compañeros creó la asociación Etxegorri, para dotar de una cara más humana y social a la arquitectura. Ahondaban en la importancia de dotar de una perspectiva de género a la construcción de barrios y ciudades.
El 61,6% pertenece a alguna asociación
Según la reciente encuesta de Aztiker entre jóvenes guipuzcoanos, de entre aquellos que dicen votar a la izquierda abertzale el 37,1% es miembro de alguna asociación y además efectúa un trabajo voluntario para la misma. Otro 24,5% está simplemente apuntado. Y participan en todo tipo de asociaciones, no sólo políticas y sociales. También son los que en mayor porcentaje se apuntan a grupos deportivos, comisiones de fiestas, gaztetxes y actividades infantiles. Incluso en los txokos gastronómicos.
Con estos datos, no es difícil entender que varios de los ayer detenidos y detenidas hayan mostrado una gran implicación en la puesta en marcha de asambleas de jóvenes y gaztetxes en sus pueblos y barrios. Los hay que participaban en el movimiento vecinal. Y no faltan los amigos de la fiesta, tanto en la vertiente de organizarlas en su localidad, como en la de participar activamente con sus instrumentos en una comparsa, Elektrotxaranga o tocando la trikitixa. Y alguno cantando bertsos.
Otros tenían tiempo para la solidaridad y la búsqueda de sonrisas de los más pequeños. Por ejemplo, uno de los detenidos, estudiante de magisterio, ha ejercido de voluntario en el Hospital de Txagorritxu como ani- mador de niños y niñas enfermos.
informados y poco materialistas
Volviendo a la citada encuesta, nos encontramos con que los jóvenes de la izquierda abertzale son, también con mucha diferencia, los que más se interesan por temas políticos (53,2%) doblando la media (21,5%). Y son también los que más leen periódicos a diario y escuchan la radio y utilizan internet para mantenerse informados.
Según este estudio ‑que es el que mayor muestra ha empleado y que además de una encuesta ha recurrido a grupos de trabajo- son los que menos importancia conceden a ganar dinero o a tener éxito en el trabajo, aunque dan tanta relevancia como el resto a la necesidad de trabajar. Muestran una mayor preocupación que el resto por el medio ambiente y son lo que menos creen necesario gastar dinero «para estar guapos». De hecho, según las conclusiones de este análisis, son los menos materialistas con diferencia.
Y, por cierto, el 41% de estos jóvenes no justifica el uso de la violencia para la obtención de fines políticos.