Llama a la huelga en el sector público y pide a la sociedad vasca que reaccione ante «el barco a la deriva» que es el Estado español. La secretaria de Servicios Públicos de LAB exige «un giro de 180 grados en la política fiscal para que aflore el fraude fiscal estimado en el 25% del PIB, lo que suma unos 20.0000 millones».
Juanjo BASTERRA
¿Las medidas de Zapatero se han planteado para contentar a la élite económica y para hacer pagar la crisis a los trabajadores?
Es cierto. Es una vuelta de tuerca más en la estrategia de favorecer a los más poderosos con políticas fiscales y presupuestarias en detrimento de las políticas sociales y las condiciones de trabajo. Estas políticas han conseguido que se acumulen ingentes cantidades de dinero en cada vez menos manos y que este capital inactivo se utilice para operaciones especulativas. A estos les ha dado el gobierno miles de millones de euros cuando estalló la burbuja financiera y ahora quieren más. Han comprado con ese dinero los bonos de los estados y quieren garantizar el cobro mediante políticas de reducción del gasto. Y claro, como los intereses de estos personajes son intocables se ataca el poder adquisitivo de pensionistas, empleadas y empleados públicos, los servicios sociales, el contrato de relevo, la inversión pública y, de la mano de las autonomías y ayuntamientos, la sanidad y servicios públicos.
¿Qué efectos directos tendrá sobre los empleados públicos de Hego Euskal Herria?
Los efectos de esta situación ya eran palpables incluso antes del anuncio de este plan de austeridad. El recorte de los servicios públicos, las políticas de privatización y sus consecuencias, el recorte de recursos, la supresión de sustituciones y las cargas de trabajo ya se venían tiempo sufriendo. Pero efectivamente esto supondrá un mayor recorte que afectará en lo salarial, pero no nos olvidemos que cuando a las comunidades autonómicas y ayuntamientos les envían el recado de reducir el gasto en 1.200 millones, lo que les están diciendo es «reducir servicios» y esto influirá aun más en la pérdida de calidad de los servicios, y también en el empleo público.
¿Por qué se reducen los salarios de los trabajadores y se suspende la revalorización de las pensiones y, en cambio, no se suben los impuestos a los empresarios y a quienes más dinero tienen?
Porque en las decisiones que toman los gobiernos hoy son los banqueros los que deciden. La verdad es que hoy en día, no se sabe bien dónde termina el BBVA y el Santander y dónde empieza el Gobierno del Estado. Por eso se trata de realizar políticas fiscales y presupuestarias que les beneficien a ellos, aunque sea a costa de perjudicar al resto de la sociedad. Hoy la política fiscal para los más poderosos es un auténtico chollo: pueden defraudar, invertir en paraísos fiscales y evadir impuestos a través de sociedades interpuestas y no pasa nada. Por eso, las rentas de trabajo declaran una media de 19.000 euros y las empresariales y profesionales 12.000 euros. El fraude fiscal supone el 25% del PIB.
¿Qué respuesta se debe de ofrecer desde la sociedad?
La movilización es nuestra única alternativa, el rechazo rotundo a las medidas y reivindicar un giro radical en la orientación de la política económica, impulsar políticas de reparto equitativo de la riqueza y defender nuestra capacidad de decisión como pueblo y como trabajadores. El modelo socio productivo español basado en la especulación, el ladrillo y la utilización para intereses particulares y partidistas de las administraciones públicas nos va a llevar a la ruina. Cuanto antes tomemos nuestras propias decisiones mejor. Por estas cuestiones hay que movilizarse y plantar cara. Por lo pronto, tenemos el día 25 de mayo un importante reto que cubrir: la huelga general de los servicios públicos. Será un punto de inflexión en la estrategia por un cambio político y social que demanda y necesita la clase trabajadora en Euskal Herria.
Rodríguez Zapatero primero ha ido contra los empleados públicos, pero los recortes se extenderán con las reformas laboral, de pensiones y negociación colectiva al conjunto de la sociedad. ¿El peligro acecha a los trabajadores?
Los trabajadores ya llevamos tiempo siendo los paganos de la crisis, llevamos tiempo sufriendo EREs, despidos, supresión de prestaciones, de servicios públicos, inaccesibilidad a la vivienda que se ha convertido en un artículo de lujo, salarios de miseria congelados… Y si no lo evitamos movilizándonos, así seguirá siendo. Pero lo mas gordo del problema es que la voracidad financiera es un pozo sin fondo; ni siquiera estas medidas serán suficientes. Hoy la especulación financiera que mueve más de cuatro billones de dólares diarios en la Bolsa está absorbiendo como un agujero negro toda la riqueza existente y no parará hasta hacerse con el control total. O se pone freno a esto o la salida es desoladora.
¿Es momento para que en Hego Euskal Herria se adopten otras medidas?
Es hora de que en Euskal Herria iniciemos nuestro propio camino y dejemos de estar atados a un Estado, como el español, que es un barco a la deriva. Aquí hay unas mayorías sociales, sindicales y políticas que democráticamente están reivindicando un auténtico cambio político y social y ha llegado la hora de poner toda la carne en el asador para conseguirlo. Exigimos un cambio radical de las políticas públicas para que la economía se ponga al servicio de las personas. También pedimos a las administraciones públicas vascas que no apliquen esas medidas impuestas y unilaterales.