Palestina. Israel está tratando de ‘quebrar’ una aldea de Jerusalén Este, con resultados brutales / OLP denuncia graves condiciones de palestinas en cárcel israelí…

Pales­ti­na. Israel está tra­tan­do de ‘que­brar’ una aldea de Jeru­sa­lén Este, con resul­ta­dos bru­ta­les /​OLP denun­cia gra­ves con­di­cio­nes de pales­ti­nas en cár­cel israelí…

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​02 de mar­zo de 2020 – 

Israel está tra­tan­do de ‘que­brar’ una aldea de Jeru­sa­lén Este, con resul­ta­dos brutales

Malek es el últi­mo niño en Issa­wi­ya ocu­pa­da que pier­de un ojo por una bala de plás­ti­co mien­tras la poli­cía israe­lí inten­si­fi­ca la repre­sión sobre los resi­den­tes palestinos.

FOTO: Malek Issa en el Hos­pi­tal Hadas­sah en Jeru­sa­lén. Malek reci­bió un dis­pa­ro en el ojo con una bala de plás­ti­co dis­pa­ra­da por un ofi­cial de poli­cía israe­lí en Issa­wi­ya el 15 de febre­ro (Sha­ro­na Weiss /​Acti​ves​tills​.org)

Duran­te más de una sema­na des­de que su hijo de nue­ve años, Malek, reci­bió un dis­pa­ro en el ojo con una bala de plás­ti­co, Wael y Saw­sa­nIs­sa lo vigi­la­ron jun­to con ami­gos y fami­lia­res en el Hos­pi­tal Hadas­sah en Jeru­sa­lén, pri­me­ro en la uni­dad de cui­da­dos inten­si­vos y lue­go en la sala de pediatría.

A pesar de varias ciru­gías, los médi­cos no pudie­ron sal­var el ojo izquier­do de Malek y, por lo tan­to, tuvie­ron que extir­par­lo. Des­pués de enviar­lo a casa el lunes, la fami­lia regre­só a Hadas­sah unas horas des­pués debi­do al dolor que sufría el niño.

Las preo­cu­pa­cio­nes de que Malek podría haber sufri­do daño cere­bral se han disi­pa­do y se ha esta­do comu­ni­can­do, dice su padre Wael Issa. «Está dur­mien­do. No quie­re hablar con nadie. Le due­le y quie­re silen­cio. Toma­rá un poco de tiempo».

La bala que alcan­zó la cabe­za de Malek el 15 de febre­ro fue dis­pa­ra­da por un ofi­cial de poli­cía israe­lí duran­te un ata­que de las fuer­zas israe­líes en la aldea pales­ti­na de Issa­wi­ya en Jeru­sa­lén Este. Según infor­mes de pren­sa, el ofi­cial afir­mó que había dis­pa­ra­do la bala a una pared para cali­brar su mira.

La poli­cía tam­bién afir­mó que esta­ban res­pon­dien­do a las pro­tes­tas que habían encon­tra­do duran­te la deten­ción. Sin embar­go, el video del inci­den­te mos­tró solo trá­fi­co nor­mal en la zona.

«Sabe­mos que el niño resul­tó heri­do en la par­te supe­rior del cuer­po cuan­do la poli­cía patru­lla­ba el área», dijo a +972 el por­ta­voz de la poli­cía Micky Rosen­feld. «Has­ta don­de sabe­mos, el inci­den­te está sien­do inves­ti­ga­do por el Minis­te­rio de Jus­ti­cia», según el pro­to­co­lo cuan­do los civi­les son heri­dos por un ofi­cial de poli­cía, dice.

Issa acu­sa de que la bala apun­ta­ba direc­ta­men­te al cen­tro de la fren­te de su hijo. Tes­ti­gos pre­sen­cia­les, inclui­do el pri­mo de 10 años de Malek que había esta­do con él y sus dos her­ma­nas cuan­do se detu­vie­ron en un quios­co para com­prar un boca­di­llo, tam­bién dicen que no hubo dis­tur­bios en la calle.

El pri­mo, cuya madre pidió que no se usa­ra su nom­bre, expli­có que Malek no escu­chó a sus her­ma­nas dicién­do­le que espe­ra­ra por­que había sol­da­dos en la calle y que se les había ade­lan­ta­do. «Lue­go cayó al sue­lo», dijo el primo.

Para la madre del pri­mo, este inci­den­te es una his­to­ria fami­liar en Issa­wi­ya. «La poli­cía vie­ne a hacer arres­tos cuan­do los niños salen de la escue­la», dice. Des­pués del tiro­teo su hijo «esta­ba muy ner­vio­so en casa. Es como si tam­bién hubie­ran heri­do a mi hijo». Una tra­ba­ja­do­ra social y psi­có­lo­ga se reu­ni­ría con los com­pa­ñe­ros de cla­se de Malek para ayu­dar a lidiar con sus trau­mas por el even­to, agregó.

El tiro­teo no es un inci­den­te ais­la­do. Malek es el undé­ci­mo niño de Issa­wi­ya que pier­de un ojo por una bala de plás­ti­co, dice su padre, quien dejó su tra­ba­jo en un res­tau­ran­te de Tel Aviv para estar con su hijo mien­tras se recu­pe­ra. Su espo­sa e hijas han bus­ca­do ase­so­ra­mien­to, seña­la, pero has­ta aho­ra no lo tienen.

Issa­wi­ya ha sido el sitio con más patru­llas poli­cia­les y arres­tos des­de el verano pasa­do, con más de 700 per­so­nas arres­ta­das y un joven ase­si­na­do. Los resi­den­tes se han que­ja­do del hos­ti­ga­mien­to cons­tan­te por par­te de las auto­ri­da­des israe­líes y los padres temen por la segu­ri­dad de sus hijos en público.

«No per­mi­to que mis hijos sal­gan a nin­gún lado a jugar», dice Issa. “Ten­go mie­do todo el tiem­po. Pero habían regre­sa­do de la escue­la y su madre les dijo que era un buen día y que podían cami­nar a casa des­de don­de los dejó el auto­bús. Se detu­vie­ron por un minu­to para com­prar algu­nos dul­ces y, a pesar de todas mis pre­cau­cio­nes, dis­pa­ra­ron a Malek”.

La poli­cía fron­te­ri­za israe­lí blo­queó la entra­da al vecin­da­rio de Issa­wi­ya en Jeru­sa­lén Este, veri­fi­can­do a todos los pales­ti­nos que desean pasar, el vier­nes 16 de octu­bre de 2015. (Hadas Parush /​Flash90)

Un reco­rri­do por el pue­blo reve­la muchos edi­fi­cios de apar­ta­men­tos que tie­nen per­sia­nas enro­lla­bles nue­vas, no por moti­vos esté­ti­cos o por­que la gen­te ten­ga dine­ro para gas­tar, sino para pro­te­ger­se de las balas per­di­das, dice el líder de la comu­ni­dad Moham­med Abu-Hummos.

«Es algo coti­diano», dice Hashem Ashahab, resi­den­te en la aldea, que tie­ne cin­co hijos. “La poli­cía vie­ne a crear ten­sión. Hubo un acuer­do (con los líde­res loca­les) de que no ven­drían cuan­do las escue­las deja­ran salir a los niños, pero rom­pie­ron el acuer­do… ¿Por qué la poli­cía siem­pre eli­ge venir para hacer sus arres­tos y patru­llas cuan­do hay más trá­fi­co? Ten­go cin­co hijos, tres de ellos van a la escue­la y siem­pre ten­go mie­do de que les pase algo. [Pero] no pue­do dejar de enviar a mis hijos a la escuela».

Al subir­se a una mini­van uti­li­za­da para el trans­por­te local en Issa­wi­ya, una mujer de 35 años que se negó a dar su nom­bre, dice que los inci­den­tes entre la poli­cía y los jóve­nes pue­den esta­llar en cual­quier momen­to y los resi­den­tes siem­pre deben estar alertas.

Aviv Tatarsky, un asis­ten­te de inves­ti­ga­ción en Ir Amim que ha esta­do ras­trean­do la situa­ción en Issa­wi­ya en coope­ra­ción con los resi­den­tes loca­les pales­ti­nos, expli­ca que ha habi­do «una inte­rrup­ción poli­cial bas­tan­te inten­sa de la liber­tad de movi­mien­to y la segu­ri­dad de los resi­den­tes» en la aldea des­de junio 2019.

Aun­que la inten­si­dad de las reda­das de verano ha dis­mi­nui­do por aho­ra, toda­vía están en cur­so, dice Tatarsky. A pesar del diá­lo­go entre la poli­cía y los líde­res loca­les bajo los aus­pi­cios del muni­ci­pio de Jeru­sa­lén, agre­ga, la poli­cía ha igno­ra­do los acuer­dos alcan­za­dos, como el resi­den­te Ashahab acu­só de mane­ra similar.

Los tri­bu­na­les muni­ci­pa­les de Jeru­sa­lén y el Minis­te­rio de Bien­es­tar israe­lí no se han pro­nun­cia­do lo sufi­cien­te con­tra las reda­das poli­cia­les que per­tur­ban la vida de los resi­den­tes de la aldea, con­ti­núa Tatarsky, aun­que los miem­bros del con­se­jo Lau­ra Whar­ton y Yos­si Cha­vi­liao, jun­to con un gru­po de 40 direc­to­res de escue­la, han ape­la­do al alcal­de de Jeru­sa­lén, Moshe Lion, sobre la situa­ción. «Tal vez se digan algu­nas cosas a puer­ta cerra­da, pero cier­ta­men­te no fue­ra de ese ámbi­to», dice.

Muje­res pales­ti­nas obser­van duran­te una reda­da de la poli­cía israe­lí en el vecin­da­rio de Issa­wi­ya en Jeru­sa­lén Este, 1 de julio de 2019. (Oren Ziv /​Acti​ves​tills​.org)

Un fun­cio­na­rio de alto ran­go en el depar­ta­men­to de edu­ca­ción del muni­ci­pio inten­tó ofre­cer­se como inter­me­dia­rio entre los resi­den­tes y la poli­cía, dice Tatarsky. «Pero sin el res­pal­do del alcal­de no tie­ne el poder de dete­ner a la policía».

El por­ta­voz de la poli­cía, Rosen­feld, dijo a +972 que se rea­li­zan patru­llas poli­cia­les en todas las aldeas del este de Jeru­sa­lén para evi­tar que ocu­rran acti­vi­da­des vio­len­tas y res­pon­der cuan­do ocurren.

Agre­gó que se habían pro­du­ci­do «inci­den­tes gra­ves» en los últi­mos meses en el vecin­da­rio, inclui­das bom­bas de gaso­li­na y pie­dras arro­ja­das a los coches de la poli­cía y a los auto­mó­vi­les que cir­cu­la­ban por la auto­pis­ta Jerusalén-Ma’aleh Adu­mim (carre­te­ra 1), ubi­ca­da deba­jo de la aldea. En octu­bre, agre­gó, el vehícu­lo de un resi­den­te local fue gol­pea­do por un cóc­tel molo­tov des­ti­na­do a un auto­mó­vil poli­cial. “Des­afor­tu­na­da­men­te en esa aldea, hay muchos más inci­den­tes que en otras aldeas», dice Rosenfeld.

«Nues­tros ofi­cia­les de poli­cía están en con­tac­to con los líde­res de la comu­ni­dad para tra­tar de evi­tar que ocu­rran inci­den­tes», con­ti­núa. “Nues­tro men­sa­je para la comu­ni­dad es evi­tar inci­den­tes antes de que ocu­rran. La poli­cía con­ti­nua­rá patru­llan­do el área día y noche para evi­tar inci­den­tes vio­len­tos tan­to den­tro como alre­de­dor de la aldea».

Tatarsky sos­tie­ne que la ima­gen de Issa­wi­ya como un her­vi­de­ro de vio­len­cia es más una crea­ción de la ima­gi­na­ción israe­lí que cual­quier otra cosa. “Si bus­cas ata­ques o gru­pos acti­vos en Issa­wi­ya, no encon­tra­rás nin­guno. Es muy reve­la­dor que la poli­cía no haya podi­do mos­trar nin­gún even­to o serie de even­tos que hayan pro­vo­ca­do los ataques”.

El actual jefe de poli­cía de Jeru­sa­lén, Doron Yadid, en una reu­nión del Comi­té de Eco­no­mía en la Kné­set en Jeru­sa­lén el 20 de mar­zo de 2017. (Yona­tan Sin­del /​Flash90)

Tatarsky vin­cu­la la mayor pre­sen­cia poli­cial con el nue­vo jefe de poli­cía de Jeru­sa­lén, el mayor gene­ral Doron Yadid, quien reem­pla­zó a Yoram Hale­vi en febre­ro de 2019. Según Tatarsky, las inten­sas reda­das comen­za­ron solo unos meses des­pués de que Yadid asu­mie­ra el cargo.

«Hizo algu­nos cam­bios más agre­si­vos en la vigi­lan­cia de Jeru­sa­lén Este», expli­ca. Por ejem­plo, Yadid rein­tro­du­jo el uso de la poli­cía fron­te­ri­za en los vecin­da­rios pales­ti­nos en lugar de las patru­llas regu­la­res de la poli­cía comu­ni­ta­ria que había uti­li­za­do su predecesor.

Pero las tác­ti­cas de línea dura de Yadid para alte­rar la vida coti­dia­na, inclu­so median­te el cas­ti­go colec­ti­vo para «que­brar» a los resi­den­tes de Issa­wi­ya es un «gran error», advier­te Tatarsky. “Logró lo con­tra­rio: resis­ten­cia y opo­si­ción. La opo­si­ción con­tra la pre­sen­cia mili­tar en el vecin­da­rio es… peor de lo que era con su pre­de­ce­sor. La poli­cía fron­te­ri­za no es bien­ve­ni­da en Issawiya”.

Ade­más, según Tatarsky, de unos 700 arres­tos rea­li­za­dos por la poli­cía solo se han emi­ti­do 20 acu­sa­cio­nes, e inclu­so enton­ces por actos que se come­tie­ron solo por­que la poli­cía entró en el vecindario.

“Ate­rro­ri­zan a los jóve­nes que aho­ra tie­nen todo tipo de daño psi­co­ló­gi­co y eno­jo. Esto ha cau­sa­do más daño y (el jefe de poli­cía) no pue­de mos­trar algún logro real”, dice Tatarsky.

«Lo que está suce­dien­do en Issa­wi­ya no tie­ne pre­ce­den­tes», agre­ga. «Nun­ca tuvi­mos una cam­pa­ña vio­len­ta dis­rup­ti­va tan inten­si­va sin nin­gu­na razón y duran­te tan­to tiempo».

Acer­ca del autor: Judith Sudi­lovsky es una perio­dis­ta inde­pen­dien­te que ha cubier­to Israel y los Terri­to­rios Pales­ti­nos por más de 25 años.

Fuen­te Ori­gi­nal: Israel is trying to ‘break’ this East Jeru­sa­lem villa­ge — with bru­tal results

Fuen­te: Judith Sudi­lovsky, 972.mag / Rebe­lión (Tra­du­ci­do del inglés para Rebe­lión por J. M.)


OLP denun­cia gra­ves con­di­cio­nes de pales­ti­nas en cár­cel israelí

Las muje­res pales­ti­nas dete­ni­das en la pri­sión israe­lí de Damon, cer­ca de Hai­fa, enfren­tan con­di­cio­nes huma­ni­ta­rias y de salud “inso­por­ta­bles”, denun­cia la OLP.

Fuer­zas israe­líes detie­nen a una pales­ti­na en Al-Quds (Jeru­sa­lén).

De acuer­do con un infor­me de la Comi­sión de Asun­tos de Dete­ni­dos y Exde­te­ni­dos de Gaza, las pri­sio­ne­ras en Damon atra­vie­san serias difi­cul­ta­des como altos nive­les de hume­dad en las cel­das, repe­ti­dos cor­tes de ener­gía y fal­ta de puer­tas para los baños.

Recien­te­men­te, en la cár­cel de Damon se han ins­ta­la­do cáma­ras de vigi­lan­cia en el patio, don­de las muje­res pales­ti­nas pasan su des­can­so dia­rio de 30 minu­tos, lo que obli­ga a las reas per­ma­ne­cer con su ves­ti­men­ta islá­mi­ca, indi­ca el docu­men­to, reco­gi­do este domin­go por la agen­cia esta­tal pales­ti­na de noti­cias Wafa.

La Comi­sión, que es par­te de la Orga­ni­za­ción para la Libe­ra­ción de Pales­ti­na (OLP), ha reite­ra­do la que­ja sobre el arduo via­je —unas 18 horas— que tie­nen que pasar las pri­sio­ne­ras cada vez que son tras­la­da­das a los tri­bu­na­les. Pero, esta vez, sub­ra­ya que las pre­sas con fre­cuen­cia están expues­tas a aco­so ver­bal e insul­tos por par­te de pri­sio­ne­ros cri­mi­na­les israe­líes que están sien­do tras­la­da­dos en la mis­ma camio­ne­ta en el camino a la corte.

“Israel ha encarcelado a 17 000 mujeres palestinas desde 1967” | HISPANTV

La fal­ta de aten­ción médi­ca, tan­to psi­co­ló­gi­ca como físi­ca, es otro tipo de sufri­mien­to peor para las muje­res dete­ni­das, espe­cial­men­te por­que algu­nas de las pre­sas enfer­mas allí requie­ren a veces hospitalización.

En este sen­ti­do, pre­ci­sa que una de las pri­sio­ne­ras, Israa Jaa­bis, nece­si­tó una ciru­gía debi­do a una lesión gra­ve sufri­da en el momen­to en que fue arres­ta­da hace cin­co años, pero has­ta aho­ra no ha reci­bi­do nada.

Un infor­me de la oene­gé PPS, publi­ca­do en abril de 2017, reve­ló que un total de 6500 pales­ti­nos está encar­ce­la­do en las pri­sio­nes del régi­men de Tel Aviv, entre ellos 356 niños y 62 muje­res, mien­tras que unos 500 están reclui­dos bajo la lla­ma­da deten­ción admi­nis­tra­ti­va, una for­ma de encar­ce­la­mien­to sin acu­sa­ción o jui­cio que le per­mi­te a Israel rete­ner a los pales­ti­nos en pri­sión por un perio­do de has­ta seis meses.

Fuen­te: His­pan TV


Colo­nos israe­líes arran­can cien­tos de árbo­les en Belén

El vier­nes los colo­nos israe­líes extre­mis­tas arran­ca­ron cien­tos de oli­vos y vides en el barrio de Al-Kha­der, al sur de la ciu­dad de Belén en la ribe­ra occi­den­tal, infor­mó la agen­cia de noti­cias Safa.

Un agri­cul­tor pales­tino ins­pec­cio­na el daño hecho a sus oli­vos que fue­ron tala­dos por los colo­nos israe­líes el 11 de abril de 2017 [Agen­cia Issam Rima­wi Anadolu]

El vier­nes los colo­nos israe­líes extre­mis­tas arran­ca­ron cien­tos de oli­vos y vides en el barrio de Al-Kha­der, al sur de la ciu­dad de Belén en la ribe­ra occi­den­tal, infor­mó la agen­cia de noti­cias Safa.

Fuen­tes loca­les infor­ma­ron que los colo­nos israe­líes arran­ca­ron 300 árbo­les en la gran­ja de un gran­je­ro pales­tino, Naser Ismail Mar­zouq, en la zona de Zakan­dah, que se encuen­tra entre los asen­ta­mien­tos de Daniel y Eliazar.

Mien­tras tan­to, los colo­nos arran­ca­ron 200 oli­vos cen­te­na­rios y 80 vides de uva en la gran­ja de Mar­wan y Anas Salah, que se encuen­tra cer­ca del asen­ta­mien­to de Eliazar.

Esto ocu­rrió cuan­do los ata­ques de los colo­nos en Nablus hirie­ron a 134 mani­fes­tan­tes pales­ti­nos el viernes.

Los ata­ques de los colo­nos siem­pre están bajo la pro­tec­ción de las fuer­zas de ocu­pa­ción israelíes.

Fuen­te: Midd­le East Moni­tor en Español

Itu­rria /​Fuen­te

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