Resumen Latinoamericano 9 de marzo de 2020
El 8 de marzo está inspirado en lo sucedido en 1911 en la fábrica de camisas Triangle Waist Co., de Nueva York centro industrial donde se encerró a las trabajadoras, provocando un incendio que asesinó a 146 personas, 129 eran mujeres y 17 hombres, la mayoría personas inmigrantes jóvenes. Desde entonces, dicha fecha ha pasado a formar parte del calendario feminista global donde las mujeres trabajadoras migradas empobrecidas han resultado invisibilizados como consecuencia de la homogenización
del sujeto mujeres por parte del feminismo blanco de las Naciones Unidas al institucionalizar la fecha como Día Internacional de las “Mujeres”.
Para la Red de Mujeres Migradas y Racializadas, el 8 de marzo es una fecha más para tener presente los miles de crímenes que viven mujeres de territorios ajenos a occidente, realizando trabajos impagos, de sobrevivencia para hacer posible el sostenimiento de la vida; pero sobre todo, trabajo sobre el que se sostiene un sistema racista, colonial, capitalista, depredador, extractivista, occidentalocéntrico, capacitista,
y patriarcal.
Mientras el feminismo occidental y blanco sale a las calles en Europa, en el estado español y en Euskal Herria, nosotras denunciamos a las empresas capitalistas, que contaminan nuestras tierras de origen, matan dirigentes que defienden sus derechos como parte de los pueblos originarios.
Mientras las calles se tiñen de violeta feminista, nosotras denunciamos que hay millones de hermanas en países del continente africano, en Siria, Palestina…. muriendo en guerras provocadas por el gran capital financiero; que a través del #neoliberalismo occidental, se desestabilizan gobiernos y se financia el colonialismo interno con esbirros tutelados y serviles.
Mientras se gritan consignas feministas, nosotras denunciamos a las empresas europeas y gringas que destruyendo el hábitat de las plantas, animales, ríos, montes y montañas de las que son parte las mujeres de pueblos originarios obligándolas a desplazarse y a abandonar sus tierras de origen para luego seguir expulsándolas de otros territorios, o cerrándoles las fronteras como está sucediendo actualmente en Grecia y Turquía.
Mientras todo es feminista y sororo en occidente, nosotras denunciamos que hay miles de niñas esclavizadas trabajando en maquilas, mujeres encerradas en decadentes espacios fabricando artículos a cambio de miserables monedas, por salarios y condiciones indignas para que a partir del 9 de marzo, las grandes superficie tengan a la venta la confección de mercancías a fin de satisfacer el deshumanizador consumismo que caracteriza a la sociedad llamada “del bienestar”.
No queremos que salgas el 8 de marzo para defender los derechos de las trabajadoras domésticas internas o por las que están sin papeles. Decidir ir a la protesta por “ellas”, sin considerarlas sujetas políticas, es imponer la universalización de las estrategias del feminismo blanco y eso se llama, colonialidad.
Nosotras las mujeres migradas, denunciamos que a pesar de las reivindicaciones de las asociaciones de trabajadoras del hogar y de cuidados en diferentes territorios del Estado español, el trabajo de hogar sigue siendo un trabajo esclavo.
Denunciamos la precariedad laboral en la que se encuentran cientos de mujeres migradas trabajadoras del campo y de los cuidados, la estigmatización de nuestras crianzas, la invasión de nuestros cuerpos, la idea de ser personas y cuerpos “perfectos”y “normales” porque producimos beneficios económicos al sistema, el cuestionamiento de nuestros saberes y la invisibilización de nuestras herencias culturales.
Compañera blanca, no pertenecemos a la misma categoría de trabajadoras, los nuestros son trabajos mal pagados, inseguros, precarios, degradantes porque esta sociedad, nos ha designado esos espacios laborales, ¿por qué?, por su supremacismo, asentado en este proyecto civilizatorio, nos consideran, a las mujeres migradas y racializadas, inferiores, no calificadas.
Nos sigues viendo como mujeres necesitadas siempre de ser salvadas por la conmiseración cristiana que está detrás de tu ateísmo.
Este 8M no queremos ser el adorno para que después no vuelvas a saludarme, hasta el próximo 8M en que me necesites para tu foto, este 8M no queremos ser la cuota migrada y racializada de tu celebración. Este 8M mi situación quizá empeore porque los privilegios que otorga el sistema racista se ven amenazados cuando sacamos nuestras voces.
Queremos proponerles que por favor no intenten integrarnos, no queremos ser integradas en sociedades que están en contra de nuestras historias y prácticas. Más bien las instamos a recobrar las historias de sus culturas ancestrales, que si estarían presentes sus antepasadas, no aceptarían de ninguna manera el modelo socio-económico colonial y capitalista que arrasa hasta con la memoria.
Este 8M, queremos pedirles que, si algo podemos construir juntas es: nosotras denunciando al gran capital de sus sociedades viralizando el crimen y la invasión, y ustedes desde sus privilegios, sabotear a este sistema, sus leyes cómo la:
Ley de Extranjería, sus empresas, su cooperación para el desarrollo y todos sus intervencionismos. Si no lo hacemos, seguiremos estando en diferentes realidades y
diferentes luchas.
Bilbao, 07 de marzo de 2020
RED DE MUJERES MIGRADAS Y RACIALIZADAS DE EUSKAL HERRIA
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