La Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN‑A) advirtió en su último informe, con datos relativos a 2018, que el 38,2% de la población de Andalucía está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, frente al 37,3% del año anterior, pese al esfuerzo en la creación de empleo. Con más de doce puntos por encima de la media estatal, nuestro país solo era superada por Extremadura y rompió con estos datos la tendencia a la baja registrada desde 2016.
La entidad explica en las conclusiones del estudio que el incremento del indicador se debió “exclusivamente al empeoramiento de la situación de las mujeres”, cuya tasa ha crecido casi dos puntos porcentuales en solo un año, mientras que la masculina se mantenido.
La Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social alerta en particular de la situación entre las trabajadoras del hogar, “una de las principales fuerzas de trabajo femenina asalariada” que “son a menudo excluidas de la protección social y laboral al encuadrarse la actividad en un mercado de trabajo informal, favoreciendo a su infravaloración”. Y concreta que los índices de feminización provicial y de la comunidad se elevan a valores que oscilan entre 1.500 y 3.500, “es decir, en Andalucía, por cada 100 hombres afiliados al Régimen Especial de Empleadas de Hogar, hay más de 2.100 mujeres”.
Dos datos más explican las desigualdades aún existentes. Por una parte, la evolución de las excendencias por cuidados familiares sufrió una importante caída durante la crisis, pero remonta en 2019. De las 898 solicitadas en la provincia, 831 son de mujeres, mientras solo 67 son solicitadas por hombres. En términos relativos, Cádiz registra el porcentaje más bajo de excendencias masculinas entre todas las provincias andaluzas; el porcentaje autonómico y en España es del 11%.
Fuente: www.andaluciainformacion.es
Francisco Vílchez
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.
Latest posts by Francisco Vílchez (see all)
(function(d, s, id){
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) {return;}
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = «https://connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.6»;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, “script”, “facebook-jssdk”));(function(d, s, id){
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) {return;}
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = «https://connect.facebook.net/en_US/sdk.js#xfbml=1&version=v2.6»;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, “script”, “facebook-jssdk”));