Argentina y sus intentos de salir del pantano

Argen­ti­na y sus inten­tos de salir del pantano

Pablo Jofré Leal, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 mar­zo 2020

Con una deu­da exter­na de
330.000 millo­nes de dóla­res, que repre­sen­ta el 95.3% de su Pro­duc­to Interno Bruto
(PIB) Argen­ti­na se cons­ti­tu­ye en uno de los 15 paí­ses más endeu­da­dos del mundo,
con toda la car­ga polí­ti­ca, social y eco­nó­mi­ca que tal con­di­ción conlleva.

Una abul­ta­da deu­da, que el día
10 de febre­ro pasa­do, obli­gó al pre­si­den­te argen­tino, Alber­to Fer­nán­dez en
decla­ra­cio­nes dadas a la radio argen­ti­na Con­ti­nen­tal con­fe­sar que su país “no
pue­de cum­plir con el cro­no­gra­ma de pagos de la deu­da con­traí­da con
el Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI), pues si se hicie­ra se estaría
sumien­do a la eco­no­mía en una pos­tra­ción abso­lu­ta. Noso­tros que­re­mos destinar
el pago de la deu­da a la rees­truc­tu­ra­ción de la eco­no­mía, a sacar a la gen­te de
la situa­ción de cri­sis en la que está y por ello, obje­ti­va­men­te no podemos
cumplir”. 

Decla­ra­ción refren­da­da al
inau­gu­rar el 138.º perío­do de sesio­nes ordi­na­rias del Con­gre­so Nacio­nal
, en que Fernández,
duran­te su dis­cur­so pre­sen­tó un diag­nós­ti­co nega­ti­vo sobre la heren­cia que
reci­bió del Gobierno de Mau­ri­cio Macri, una situa­ción que cali­fi­có de dramática
y de des­truc­ción sobre la eco­no­mía y el Esta­do Nacio­nal. Fer­nán­dez pre­ci­só que
su Gobierno no va a pagar la deu­da, a cos­ta del ham­bre y la des­truc­ción de los
sue­ños de los argen­ti­nos. Lo afir­ma­do por el man­da­ta­rio argen­tino ha sido
igual­men­te com­ple­men­ta­do por las decla­ra­cio­nes efec­tua­das por la vicepresidenta
y ex man­da­ta­ria Cris­ti­na Fer­nán­dez quien había decla­ra­do que “la deu­da se salió
de con­trol y que para pagar­la indu­da­ble­men­te lo pri­me­ro es salir del perío­do de
recesión”.

Las pala­bras de la dupla
Fer­nán­dez-Fer­nán­dez es refren­da­da por la deci­sión del pro­pio Sena­do argentino,
el cual, a tra­vés de la apro­ba­ción de la lla­ma­da “ley de Res­tau­ra­ción de la
sos­te­ni­bi­li­dad de la deu­da públi­ca exter­na” un pro­yec­to de ley pre­sen­ta­do por
el eje­cu­ti­vo y que per­mi­ti­rá al equi­po eco­nó­mi­co pre­si­dio por el Ministro
Mar­tín Guz­mán, rene­go­ciar con los acree­do­res, las con­di­cio­nes del pago del
des­co­mu­nal prés­ta­mos soli­ci­ta­do por el gobierno del ex pre­si­den­te Mauricio
Macri, que ha deja­do endeu­da­da a la Argen­ti­na en pési­mas condiciones.

Recor­de­mos, que el nuevo
gobierno de Argen­ti­na reci­bió un país en un com­ple­to des­ca­la­bro en múl­ti­ples frentes.
Una eco­no­mía en fran­ca rece­sión des­de abril del año 2018 que ha lle­va­do a la
pobla­ción argen­ti­na a nive­les de pau­pe­ri­za­ción, que impli­có tener a un tercio
de la pobla­ción bajo la línea de la pobre­za, des­con­fian­za en las instituciones
públi­cas, una alta tasa de des­em­pleo (sobre el 10%) sobre todo en la población
joven. Un Mau­ri­cio Macri, que tra­tan­do de man­te­ner un mode­lo de cre­ci­mien­to económico
ya sin sus­ten­to, tra­tó arti­fi­cial­men­te de dar­lo al soli­ci­tar al FMI un
emprés­ti­to por 56,300 millo­nes de dóla­res, de los cua­les des­em­bol­só unos 44.000
millo­nes, sin poder evi­tar la pro­fun­di­za­ción de la cri­sis eco­nó­mi­ca por la
deva­lua­ción del peso argen­tino, una altí­si­ma infla­ción en los últi­mos meses del
gobierno macris­ta y una masi­va fuga de capitales.

El gobierno de Alber­to Fernández,
gra­cias al apo­yo logra­do en el sena­do con­ta­rá con un mar­co legal y polí­ti­co que
le per­mi­tan empren­der un camino de rees­truc­tu­ra­ción de la deu­da, en reuniones
de coor­di­na­ción con el lla­ma­do Club de Paris (1) bajo la pre­mi­sa de
lograr con­di­cio­nes mejo­res que per­mi­tan, por ende, avan­zar por esce­na­rios menos
one­ro­sos y que no impli­quen un ajus­te fis­cal – que va acom­pa­ña­do permanentemente
de pau­pe­ri­za­ción de la pobla­ción – que sue­le ser la exi­gen­cia de las
cor­po­ra­cio­nes finan­cie­ras inter­na­cio­na­les como el Ban­co Mun­dial (BM), el Fondo
Mone­ta­rio inter­na­cio­nal (FMI) y aque­llos que en gene­ral sue­len gene­rar emprés­ti­tos que ter­mi­na aho­gan­do a los
pue­blos y some­tién­do­les ad eter­num a los dic­ta­dos de esas organizaciones.

El nue­vo gobierno argentino
enfren­ta un duro pano­ra­ma eco­nó­mi­co interno y externo. Uni­do a la crónica
opo­si­ción de los gru­pos eco­nó­mi­cos y empre­sa­ria­les vin­cu­la­dos a la derecha
argen­ti­na, hay que sumar las difi­cul­ta­des exter­nas deri­va­das de las fuertes
ten­sio­nes entre Esta­dos Uni­dos y Chi­na, el reaco­mo­do de los blo­ques políticos
en Lati­noa­mé­ri­ca, la irrup­ción de epi­de­mias como el coro­na­vi­rus que ha afectado
a aque­llos paí­ses expor­ta­do­res de mate­rias pri­mas como es el caso de Argentina
y su pro­duc­ción de car­ne, tri­go y soja. La des­ace­le­ra­ción de los nive­les de
cre­ci­mien­to, la gue­rra entre poten­cias en mate­ria de hidro­car­bu­ros. La escasa
visión de los orga­nis­mos finan­cie­ros inter­na­cio­na­les para pre­ver las crisis
eco­nó­mi­cas y que inclu­so los hacen incu­rrir en prés­ta­mos a gobier­nos como el
que tenía la argen­ti­na con Mau­ri­cio Macri, cuan­do todas las aler­tas indicaban
que era contraproducente. 

Para poder
con­tra­rres­tar ese pano­ra­ma adver­so, el gobierno pre­si­di­do por Alber­to Fernández
ela­bo­ró un pro­gra­ma, que bus­có, hábil­men­te, su base polí­ti­ca de apo­yo transversal
y que se con­si­guió al ser apro­ba­da por el Con­gre­so, duran­te el mes de diciembre
del año 2019, la lla­ma­da ley de soli­da­ri­dad social y reac­ti­va­ción pro­duc­ti­va (2).
Una ley pro­mul­ga­da tras esa apro­ba­ción y que decla­ró la emer­gen­cia públi­ca en
mate­ria eco­nó­mi­ca, finan­cie­ra, fis­cal, admi­nis­tra­ti­va, pre­vi­sio­nal, tarifaria,
ener­gé­ti­ca, sani­ta­ria y social. Una ley que bus­ca salir de la pro­fun­da crisis
deja­da por el macris­mo y que en esen­cia ambi­cio­na man­te­ner el pre­ca­rio equilibrio
fis­cal pero al mis­mo tiem­po incen­ti­var el con­su­mo para así salir de for­ma más
robus­ta de la rece­sión que aco­sa a Argentina. 

Una
ver­da­de­ra ley de emer­gen­cia que por ejem­plo gra­va con un 30% a la com­pra en
dóla­res, sig­na­da con el nom­bre de «Impues­to Para
una Argen­ti­na Inclu­si­va y Soli­da­ria (PAIS)» que va a regir por
un lus­tro y que gra­va­rá con el men­cio­na­do 30% ade­más de las com­pras en el
extran­je­ro, la com­pra de dóla­res para ate­so­ra­mien­to com­pra de ser­vi­cios que
ope­ren en el exte­rior y com­pra de pasa­jes al exte­rior. La alu­di­da ley aumenta
los impues­tos a los bie­nes per­so­na­les y con­ge­la las tari­fas de ser­vi­cios, como
tam­bién ele­va los aran­ce­les a las expor­ta­cio­nes de pro­duc­tos agrí­co­las, como
tam­bién apo­ya a los sec­to­res más vul­ne­ra­bles como son los jubi­la­dos quienes
reci­bie­ron un bono para tra­tar de paliar su pre­ca­ria situa­ción. Para este mismo
sec­tor se deci­dió sus­pen­der, por 6 meses la fór­mu­la de movi­li­dad jubilatoria,
que fue san­cio­na­da a fines del año 2016. En estos 180 días el gobierno podrá
fijar, en for­ma tri­mes­tral, el incre­men­to de los habe­res previsionales.

Otro de
los pun­tos fun­da­men­ta­les de las ini­cia­ti­vas de Fer­nán­dez y su equi­po es llevar
ade­lan­te las tareas que per­mi­tan recu­pe­rar lo que deno­mi­nan “la sostenibilidad
de la deu­da públi­ca. Y, para ello, el Minis­tro de Eco­no­mía mar­tín Guz­mán afirma
que con rela­ción a la rene­go­cia­ción de la deu­da exter­na «Tie­ne que haber
con­ver­sa­cio­nes sobre la base de la bue­na fe enten­dien­do cuál es la capacidad
del país para poder ser­vir sus deu­das en un con­tex­to de recu­pe­ra­ción económica.
Las medi­das que hemos toma­do están pen­sa­das como un pro­yec­to inte­gral para
resol­ver todos los des­equi­li­brios, rede­fi­nien­do prio­ri­da­des, resol­vien­do la
situa­ción de la pobla­ción más vul­ne­ra­ble res­pe­tan­do la consistencia
macro­eco­nó­mi­ca. Son par­te de un pro­gra­ma muy cui­da­do­so» con­clu­yó Guz­mán quien
duran­te estos días se reu­nió con fon­dos de inver­sión que visi­ta­ron la Argentina
y que desean tener la cer­te­za – que no pue­de dar el gobierno argen­tino – de
evi­tar el default.

Es evi­den­te que aun­que se
logre rene­go­ciar la gigan­tes­ca deu­da exter­na argen­ti­na, este pun­to no ten­drá de
inme­dia­to un efec­to posi­ti­vo sobre la eco­no­mía. Idea sos­te­ni­da por el propio
Alber­to Fer­nán­dez quien sos­tu­vo “Rene­go­ciar la deu­da no es mági­co. Después
depen­de­rá de noso­tros encon­trar el camino para vol­ver a cre­cer”. Se está
tra­ba­jan­do fuer­te­men­te por mane­jar un cur­so que sin­to­ni­ce la polí­ti­ca fiscal
con la mone­ta­ria, cedien­do en ello las exi­gen­cias de bonis­tas y organismos
finan­cie­ros internacionales. 

Habrá que ver si Fernández
cede en aspec­tos que sue­len ser con­di­ción sine qua non en mate­ria de deuda
exter­na: ajus­tes fis­ca­les que se tra­du­cen en des­me­jo­rar la cali­dad de vida de
la socie­dad. La meta de impul­sar las expor­ta­cio­nes en un escenario
inter­na­cio­nal hos­til, que per­mi­ta acce­der a un supe­rá­vit comer­cial de 15 mil millones
de dóla­res en el 2020 (que es la cifra esgri­mi­da gros­so modo en eco­no­mía) chocará,
sin duda, con el régi­men impo­si­ti­vo que se está mane­jan­do y que gra­va­rá a un
sec­tor como el cerea­le­ro, que sue­le ser move­di­zo y sobre todo sos­tén de los
sec­to­res más con­ser­va­do­res del país. 

Argen­ti­na tra­ta de salir
del pan­tano deja­do por el Macris­mo y en ese maras­mo las inte­rro­gan­tes suelen
cubrir el pano­ra­ma de posi­bles solu­cio­nes. Lati­noa­mé­ri­ca nece­si­ta una Argentina
fir­me, un gobierno del lado de la inte­gra­ción regio­nal, de los intere­ses más solidarios
con cau­sas jus­tas que aque­llos que Macri y su incli­na­ción a Washing­ton y el
sio­nis­mo han mar­ca­do a fue­go el rum­bo del país. Todo tie­ne que ver con todo y
en ello la eco­no­mía no es una cuer­da sepa­ra­da de la polí­ti­ca inter­na y externa.

Articu­lo
cedi­do por http://​www​.segun​do​pa​so​.es/​n​e​w​s​/​3​8​1​/​A​r​g​e​n​t​i​n​a​-​y​-​s​u​s​-​i​n​t​e​n​t​o​s​-​d​e​-​s​a​l​i​r​-​d​e​l​-​p​a​n​t​ano

  1. Fun­da­do el año 1956 El Club de París es
    una agru­pa­ción de paí­ses acree­do­res cuya fina­li­dad es la de orga­ni­zar for­mas de
    pago para los paí­ses deu­do­res, como así tam­bién efec­tuar rees­truc­tu­ra­cio­nes de
    deu­da. Debe su nom­bre a ope­rar des­de la teso­re­ría del gobierno de Francia,
    en París. Argen­ti­na fue, sin­to­má­ti­ca­men­te, el pri­mer país en tra­ba­jar un
    pro­ce­so de rees­truc­tu­ra­ción de su deu­da el año 1956 cuan­do expre­só la necesidad
    de cum­plir con sus acree­do­res (varios paí­ses sobe­ra­nos) para evi­tar convertirse
    en un país deu­dor. Bajo esa pre­mi­sa, Fran­cia se ofre­ció a aco­ger una reunión
    excep­cio­nal de tres días en París, que tuvo lugar del 14 al 16 de mayo de 1956.
  2. Ley
    de soli­da­ri­dad social y reac­ti­va­ción pro­duc­ti­va. https://​www​.bole​ti​no​fi​cial​.gob​.ar/​d​e​t​a​l​l​e​A​v​i​s​o​/​p​r​i​m​e​r​a​/​2​2​4​1​8​4​/​2​0​1​9​1​228

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