Por Ramón El Suizo, corresponsal de Resumen Latinoamericano, 25 marzo 2020
Cuando en julio 2017 en el Resumen Latinoamericano pude leer el artículo sobre las bases negras del arco en la final del Mundial Argentina 1978, me recordé de uno de mis momentos más emotivos en mi militancia en Suiza : Con motivo del aniversario 75 de la FIFA en 1979 en Berna la repetición de la final Argentina-Holanda. Una estudiante suiza con amistades entre los argentinos me informó que querían manifestar en esta ocasión su condena de la Dictadura de Videla y me pidieron colaborar en la confección de una bandera respectiva. Elaboré 7 mantas de cada una más o menos un metro cuadrado VI-DE-LA-AS-ES-IN‑O, cada una con dos palos delgados para no llamar la atención de la policía en el estadio, las enrollé individualmente y les di una envoltura azul-blanca-azul para fingir banderas argentinas y nos pusimos gorras de papel de los mismos colores. Así vestida como “barra argentina” entramos 5 suizo/as y 3 argentinos sin problemas al estadio en Berna para ubicarnos estratégicamente ya para el partido inicial Suiza-Islandia. Nuestro objetivo eran las cámaras de las Televisoras de todo el mundo que iban a cubrir el evento. Para no permitir a las cámaras evitar nuestras banderas, nos ubicamos el ladito de un arco en primera fila. Claro que íbamos a molestar la vista a los espectadores detrás. Para evitar roces hicimos 5 mil octavillas, explicando que no estábamos contra el futbol ni contra el equipo argentino, sino contra la Dictadura militar de Videla. A mi me tocó director de orquesta, cada vez que la pelota (y las cámaras) iban venir hacia nuestro arco, íbamos levantar el VI-DE-LA-AS-ES-IN‑O para bajarlo cuando se alejaban. Por nuestro aspecto la gente se imaginaba que ese iba ser el lado de los argentinos y casi todos los espectadores argentinos se ubicaron de nuestro lado. Arriba de nosotros en la última fila unos refugiados argentinos expandieron una gran manta MILITARES SON MISERIA Y REPRESIÓN y una manta con el rostro de Videla, por su ubicación fácilmente evadible por las cámaras.
Cuando empezó el partido-repetición de la Final mundial Argentina-Holanda, repartimos las octavillas y levantamos nuestras mantas y encontramos la aceptación generalizada también entre los espectadores suizos, lo que nos permitió dejar la consigna todo el tiempo arriba a la vista. El arquero argentino se ubicó en el primer tiempo en el arco “nuestro” y no escondió su simpatía con nuestra manifestación. A los 20 minutos del partido nos sorprendieron unos policías de civil, me inmovilizaron con spray pimienta y se corrieron llevándose la primera manta del “VI”. Inmediatamente centenares de espectadores argentinos y suizos nos organizamos para la defensa, mineros refugiados argentinos se hicieron cargo de las mantas AS-ES-IN‑O y del grupo de la última fila arriba bajaron el rostro de Videla para sustituir lo robado. Y un ambiente tremendo, miles de voces gritando VIDELA HIJO DE PUTA. Ya en el Segundo Tiempo del partido a unos 15 minutos nos pareció que se habían metido gente infiltre y estábamos tomando medidas de refuerzo cuando los 15 a 30 hombres sospechosos empezaron con arrancarnos las primeras 2 mantas del ASESINO y empezó una pelea generalizada de puños y patadas de espectadores argentinos y suizos contra los infiltrados. Les hicimos una pura masacre : Después de una pelea intensa de unos 2 minutos los invasores que todavía estaban en condiciones de caminar, arrastraron sus colegas con menos suerte. Yo de mi parte perdí mis lentes por un golpe de palo que me pudo dar uno de los infiltrados mientras yo estaba machucando uno de ellos. “Ramón perdió sus lentes” se gritó y en segundos me los encontraron en el piso, pero no eran los míos y pronto los encontramos y no me preocupó que ya les faltaba un vidrio. Los manifestantes argentinos de la última fila bajaron su inmensa manta “MILITARES SON MISERIA Y REPRESIÓN” y el tiempo restante del partido fue de un espíritu triunfante contra la criminal dictadura de Videla y sus títeres suizos. El partido empatado se definió con tiros de penalti, el único momento que todxs gritamos ¡Viva Argentina!
La TV argentina de la dictadura intentó tapar la leyenda con publicidad pero de todos modos el mundo se enteró del repudio