Colom­bia. El esta­do de aban­dono en tiem­pos de pandemia

Vivian Frye Cifuen­tes /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​2 de abril de 2020

¿Qué nos dejan ver las medi­das que ha toma­do el gobierno para afron­tar las crisis?

Con la recien­te lle­ga­da del Coro­na­vi­rus a nues­tro país, el gobierno ha teni­do que tomar medi­das que ayu­den a miti­gar el con­ta­gio y a sobre­lle­var la cri­sis; muchos han cele­bra­do este “opor­tuno” actuar del jefe de Esta­do. Y es que, como diría Jai­me Gar­zón, pen­sa­mos que hay que ren­dir­le tri­bu­to a los polí­ti­cos, ren­dir­le tri­bu­to por hacer lo que a su pues­to corres­pon­de. En este momen­to en vez de aplau­dir a Duque por “demos­trar” auto­no­mía para tomar las deci­sio­nes, debe­mos exa­mi­nar con ojo crí­ti­co las vici­si­tu­des que nos dejan las medi­das con­tra el coro­na­vi­rus. Si el bien­es­tar gene­ral es un com­pro­mi­so de todos y deba­mos asu­mir la cua­ren­te­na, tam­bién debe­mos pen­sar en ¿Qué ha hecho el Esta­do por nues­tro bien­es­tar antes de la pan­de­mia?

Si uno mira el pano­ra­ma está cla­ro que no es mucho, los gobier­nos pasa­dos y recien­tes han per­mi­ti­do que Colom­bia siga en un esta­do de aban­dono, aban­dono a comu­ni­da­des vul­ne­ra­bles, aban­do­na al sec­tor salud, aban­dono a la edu­ca­ción, aban­dono hacia las infra­es­truc­tu­ras nece­sa­rias para una comu­ni­dad; y es que esto es muy evi­den­te cuan­do en medio de la cri­sis por el coro­na­vi­rus el gobierno en sus decre­tos se intere­sa más en la empre­sa pri­va­da que en sus trabajadores.

El aban­dono es pal­pa­ble cuan­do el sis­te­ma de salud colap­sa por los gran­des frau­des en sus inver­sio­nes. No se nos olvi­da el car­tel de la hemo­fi­lia, los hos­pi­ta­les que a lo lar­go y ancho del país no están en fun­cio­na­mien­to por ser gigan­tes­cos ele­fan­tes blan­cos, y ni hablar del aban­dono a los pro­fe­sio­na­les de la salud que entre las EPS y el gobierno han que­da­do atra­pa­dos en jue­gos de intere­ses que impi­den el desa­rro­llo de sus dere­chos labo­ra­les, aun­que aho­ra los aplau­da­mos masi­va­men­te y hoy ellos sean nues­tros héroes y heroí­nas, no nos hemos pelea­do su dig­ni­dad labo­ral, todavía.

Y es que las medi­das con­tra el coro­na­vi­rus han deja­do entre­ver las falen­cias y caren­cias de un Esta­do como el nues­tro. La edu­ca­ción es otro sec­tor que mues­tras sus acha­ques. Gra­cias a las medi­das que han teni­do que tomar­se, nos hemos dado cuen­ta de las caren­cias de nues­tros niños y jóve­nes, caren­cia ali­men­ta­ria, caren­cia económica.

¿Cómo pen­sar­nos cla­ses vir­tua­les para un país don­de el ser­vi­cio de ener­gía no cubre todo el terri­to­rio? Y ni hablar del inter­net, qui­zás en las ciu­da­des se sope­se un poco el WIFI y la luz ¿Pero todos los hoga­res de Colom­bia cuen­tan con un compu­tador? ¿Las peri­fe­rias en el país cuen­tan con inter­net gra­tui­to y de cali­dad? Es evi­den­te cómo el pano­ra­ma deja más incer­ti­dum­bres que res­pues­tas, y aun­que al pare­cer el gobierno se haga el de la vis­ta gor­da, e impon­ga medi­das fue­ra del alcan­ce de todos; noso­tros, maes­tros y estu­dian­tes, si nos des­ve­la­mos por saber cómo se va a cum­plir el dere­cho al acce­so a edu­ca­ción para todos y todas.

Por­que no es sufi­cien­te con mon­tar una cua­ren­te­na y salir hacien­do el tea­tro del líder en horas de pan­de­mia, es nece­sa­rio reco­no­cer las caren­cias del país, dar una lec­tu­ra a las posi­bi­li­da­des o impo­si­bi­li­da­des, para no tomar medi­das que dejen por fue­ra a bue­na par­te de la pobla­ción; en un país don del 47% de la gen­te se sus­ten­ta del empleo infor­mal ¿Cómo vamos a asu­mir la cua­ren­te­na? Esto abre la dis­cu­sión o nos mori­mos por el virus o mori­mos de ham­bre y de pen­sa­de­ra, por­que cómo dor­mir tran­qui­lo sabien­do que maña­na la barri­ga no va a estar lle­na, o que el pela­do no podrá asis­tir a cla­ses ni vir­tua­les, mien­tras el virus empie­za a acer­car­se a las periferias.

Con esto no que­re­mos incen­ti­var a que aho­ra todos nos con­vo­que­mos a las calles, en señal de pro­tes­ta, pero sí que­re­mos evi­den­ciar que cuan­do estos espa­cios se abren, se lucha por cosas ver­da­de­ras, cosas nece­sa­rias que dejan hoy en vilo nues­tra cua­ren­te­na, “apro­ve­che­mos” este momen­to his­tó­ri­co en la huma­ni­dad para dar­nos cuen­ta: sobre qué o quié­nes ha esta­do el inte­rés del país que ha per­mi­ti­do los bonos de agua de carras­qui­lla y aun así le pide a las comu­ni­da­des un lava­do fre­cuen­te de manos y aca­tar las reglas. Si en sus muni­ci­pios y regio­nes sí hay agua, y no se la han roba­do, lavé­mo­nos las manos con fre­cuen­cia y apro­ve­che­mos esos segun­dos para pen­sar por qué el gobierno neo­li­be­ral tam­bién es una epidemia.


** Las opi­nio­nes, aná­li­sis y/​o simi­li­tu­des expre­sa­das por los auto­res son su res­pon­sa­bi­li­dad, por tan­to Tro­chan­do Sin Fron­te­ras no se hace responsable

Itu­rria /​Fuen­te

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