Resumen Latinoamericano, 17 de abril de 2020
Este es un viaje virtual por uno de los bosques inundables más importantes del Perú, una travesía planificada por el equipo de Mongabay Latam para conocer la belleza inconmensurable de la Reserva Nacional Pacaya Samiria.
Este humedal gigantesco de importancia mundial, con una extensión de más de 2 millones de hectáreas, fue declarado Sitio Ramsar a inicios de los noventa.
Existe una reserva que protege el bosque inundable más extenso de la Amazonía Peruana. Un paraíso natural llamado Pacaya Samiria que alberga un sistema de várzea donde confluyen ríos, islas, lagunas y caños; un paisaje amazónico creado por las tres cuencas hidrográficas que convergen al interior de esta reserva nacional: la Samiria, Pacaya y Yanayacu Pucate.
Una de las características más especiales de esta área protegida amazónica, que la ha hecho conocida como la «selva de los espejos», son sus aguas de un color oscuro intenso, las mismas que permiten observar el reflejo nítido de toda la biodiversidad y el paisaje en sus lagunas.
Es posible ver el cambio gradual en el color de sus aguas cuando se navega por el río Yanayacu rumbo al corazón de la reserva Pacaya Samiria. Este recorrido termina en la emblemática cocha El Dorado, en la que es posible observar delfines rosados (Inia geoffrensis) y manatíes (Trichechus inunguis) nadando.
Primera parada: Cocha El Dorado
En la cocha El Dorado, las comunidades indígenas desarrollan una de las cadenas más exitosas de manejo sostenible del paiche (Arapaima gigas).
Las aguas de El Dorado, además, son el hogar de una población de delfines rosados que son objeto de estudio de un grupo de científicos de las ONG Pro Delphinus y WWF Perú. ‘Majaz’, ‘Pacaya’, “El Chino’ y ‘Samiria’ son los nombres de los cuatro ejemplares que nadan a sus anchas dentro de la reserva y que usaron por ocho meses transmisores para enviar información sobre su comportamiento a un satélite.
Segunda parada: las aves alzan vuelo en Pacaya Samiria
En sus 2 080 000 hectáreas, la Reserva Nacional Pacaya Samiria alberga 526 especies de aves.
El Plan Maestro de la reserva resalta la presencia de aves acuáticas, entre ellas las que funcionan como indicadores del buen estado de conservación de los humedales. Algunas de ellas son la garza blanca (Egretta alba), la garza ceniza (Ardea cocoi), la puma garza (Tigrisoma lineatum), la sharara (Anhinga anhinga), la tuyuyo (Jabiru mycteria) y la espátula rosada (Ajaia ajaja).
Tercera parada: ranas, serpientes y tortugas
Para los interesados en observar anfibios y reptiles es necesario vencer el miedo y aventurarse en una caminata nocturna. Es el momento ideal para descubrir entre el follaje a una de estas escurridizas especies.
En los bosques inundables de Pacaya Samiria se han logrado identificar hasta el momento 69 reptiles y 58 anfibios.
Cuarta parada: la selva de los espejos
Pacaya Samiria es un gigantesco humedal de importancia mundial, posee una gran diversidad de ecosistemas acuáticos amazónicos y por ello fue reconocida como Sitio Ramsar en 1992. Sus bosques inundables, además, ocupan el 80 % de la reserva que comprende parte de las provincias de Loreto, Requena, Alto Amazonas y Ucayali del departamento de Loreto.
Bajo sus aguas existe una inmensa diversidad de peces, muchos de ellos clave para la alimentación de las comunidades, como el paiche (Arapaima gigas), el dorado (Brachyplatystoma rousseauxii), la doncella (Pseudoplatystoma fasciatum), el pez torre (Phractocephalus hemiliopterus), la gamitana (Colossoma macropomum), el sábalo (Brycon melanopterus), la corvina (Plagioscion squamosissimus), el boquichico (Prochilodus nigricans), la palometa (Mylossoma duriventris), entre otras especies muy apreciadas como los peces ornamentales.
Bonus track: las tortugas taricaya
Más de 400 familias trabajan en alianza con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) en la recuperación de las población de taricayas. Este es uno de los proyectos de aprovechamiento más exitosos de Pacaya Samiria y que cuenta con al respaldo de las comunidades que se encargan de cuidar los nidos y de recolectar los huevos en la campa que dura 90 días y empieza en el mes de julio.
Imagen principal: la boa constrictora (Boa constrictor) es una poderosa depredadora de los bosques amazónicos. Se mueve ágilmente entre las ramas de los árboles y estrangula a sus presas gracias a los potentes músculos de su cuerpo. Foto: ©Gabriel Herrera.
Gabriel Herrera es editor de libros independiente, diseñador, redactor y fotógrafo, especializado en vida silvestre y conservación, con más de veinte años de experiencia. Ha participado en más de medio millar de proyectos editoriales. Pueden contactarlo escribiéndole a este correo: gherreras@gmail.com
Fuente: Mongabay Latam