Carolina Ceballos /Resumen Latinoamericano /20 de abril de 2020
Pese a que la escena resulta impactante para los transeúntes, el dueño de la compañía aseguró que no tiene la capacidad de agilizar el servicio post mortem debido a la alta demanda generada por el impacto del coronavirus en la ciudad.
Mientras en Estados Unidos los fallecidos producto de la pandemia se multiplican cada día, algunos estados comienzan a colapsar. Es el caso de Nueva York, justamente uno de los epicentros del COVID-19 en este país.
Las imágenes, que parecen sacadas de un guión, corresponden a una cruda realidad denunciada durante las últimas horas en redes sociales, donde queda claro que las funerarias no están dando abasto frente al creciente número de cuerpos que se acumulan producto de virus que cada día cobra más vidas alrededor del mundo.
The New York Post recogió esta brutal realidad a través de los testimonios de algunos habitantes de la ciudad, quienes están denunciando que tanto en el patio como afuera de la Funeria English Brothers, ubicada en Sheepshead Bay, han constatado la presencia de decenas de cuerpos embolsados, una consecuencia más del COVID-19.
Consultado por esta dramática y a ratos increíble realidad, su dueño Frank Restivo reconoció al medio esta situación, argumentando que “no tienen más espacio” donde dejarlos.
“Las familias nos ruegan que tomemos los cuerpos. Lo que deseamos es que los hospitales puedan mantenerlos un poco más de tiempo, ya que tienen morgues y refrigeración. Nunca hemos necesitado refrigeración hasta ahora”, agregó el empresario al tiempo que aseguró que, debido al colapso de las funerarias, muchas personas están optando por la alternativa de la cremación de sus deudos.
Para ejemplificar el nivel de demanda que existe en Nueva York por servicios funerarios producto de la cantidad de decesos a causa del virus, comentó que incluso llamó un crematorio para organizar una cremación de cuatro personas, pero que la opción más cercana en cuanto a fechas para prestar este servicio, es recién el 19 de mayo, por lo que no le quedará más que seguir apilando los cuerpos afuera de la funeraria, pese a lo macabra que pueda resultar esta escena para los transeúntes.
El Desconcierto*