Resumen Latinoamericano*, 20 abril de 2020.
En Honduras, dos de los principales responsables del femicidio
político de la lideresa Berta Cáceres podrían quedar en libertad en el
marco de la pandemia producida por el Covid-19. Marcha* dialogó con
Berta Zuñiga Cáceres coordinadora del COPINH e hija de la defensora de
los ríos.
Por Camila Parodi
Los asesinos condenados por el crimen de la coordinadora del COPINH
Berta Cáceres, Sergio Rodríguez Orellana y Douglas Bustillo podrían ser
privilegiados con prisión domiciliaria tras una admisión de la Corte que
permite la presentación de un habeas corpus para presos que corren
riesgo por COVID-19. Este accionar fue denunciado la semana pasada por
el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
(Copinh).
En el comunicado dan cuenta de las gestiones llevadas a cabo por los
abogados de los trabajadores de la familia Atala Zablah, quienes fueron
condenados a 30 años de prisión por el asesinato de Berta para que sean
libertados por supuestas razones médicas en medio de la emergencia
sanitaria.
“Para nosotros es lamentable esta noticia pero ciertamente no es algo
que nos extraña ‑explica Bertita- se trata de un patrón que ha venido
teniendo el Estado de Honduras y es el patrón de actuación de casi todos
sus funcionarios”. Bertita, la hija lideresa Berta Cáceres, asumió la
coordinación del COPINH tras el asesinato de su madre. Y hoy, junto a
sus hermanas y hermano, no descansa en el pedido de Justicia por su
mami. Por eso no duda al leer el momento “es la corrupción y que claro,
se aprovecha esta crisis. Están aprovechando este contexto en todo
sentido para que las personas que están vinculadas a grupos de poder y a
grupos económicos resulten beneficiadas cuando no debería ser así”.
Si bien el hacinamiento que tienen las cárceles de Honduras hoy en
día lleva a la necesidad de repensar el encierro en este marco de
crisis, como sucede la Argentina y en la mayoría de los países pobres,
no puede ser la excusa de privilegio. “Existen criterios, pautas”
explica Bertita “pero aqui se aprovecha esa corrupción que hay también
en los centros penitenciarios y que ahora están jugando un papel más
protagónico en esta decisión a partir de lo que la corte ha emitido”.
Siendo son las personas que han participado de un crimen que se lo
denominó de alto impacto y que tiene una pena de 30 años de prisión.
Como en toda su lucha sostiene “nosotras responsabilizamos al Estado
de Honduras. Esta situación es para nosotras muy dolorosa, es un insulto
a la memoria. Sabemos que hay dificultades extraordinarias por la
emergencia sanitaria y que por eso ni las instituciones judiciales están
funcionando como deberían entonces hay muchas dificultades para
encontrar información”.
Pero el problema no acaba acá, Bertita recuerda que continúan expulsados en el juicio al finalizar el proceso el año pasado y por supuesto, no pueden participar. “Si esto sigue con la normalidad del proceso y se realizara una audiencia donde seria importante que se opongan los argumentos para explicar las razones por las cuales estas personas no deberían de salir beneficiadas no podríamos participar. Porque hay criterios para ello y en este caso no se cumplen, estás son las dificultades de no estar representadas como víctimas”.
*albatv