Áfri­ca. Con­tra Covid-19, ¡con­fi­ne­mos el liberalismo!

Paul Mar­tial /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​21 de abril de 2020

En Áfri­ca, el núme­ro de per­so­nas infec­ta­das con el coro­na­vi­rus sigue sien­do bajo, las pocas expli­ca­cio­nes avan­za­das rela­cio­na­das con la demo­gra­fía o la natu­ra­le­za del virus siguen sien­do poco con­vin­cen­tes. Sin embar­go, estas esta­dís­ti­cas deben ser mati­za­das. La baja tasa de detec­ción podría ocul­tar una situa­ción mucho más gra­ve de lo que sugie­ren las cifras[1]. Espe­cial­men­te por­que la can­ti­dad de per­so­nas infec­ta­das es más alta pre­ci­sa­men­te don­de las infra­es­truc­tu­ras de salud son las que menos fallan. De hecho, por ejem­plo, en Egip­to hay 2350 y en Sudá­fri­ca 1850, mien­tras que en paí­ses como Burun­di se cuen­tan cin­co casos, en Sudán del Sur dos casos y cero en el país de Lesotho sin embar­go encla­va­do en Áfri­ca del Sur[2].

Lo que es nota­ble es que la can­ti­dad de con­ta­mi­na­ción se ha dupli­ca­do en unos pocos días[3] y recuer­da el mis­mo pro­ce­so cono­ci­do en Euro­pa o en los Esta­dos Uni­dos, es decir, una tasa baja y lue­go un aumen­to muy fuer­te. Qui­zás sea dife­ren­te para Áfri­ca, solo pode­mos desearlo.

Se nece­si­tan medi­das radi­ca­les para dete­ner la epi­de­mia de Covid-19

Una cosa es cier­ta, fre­nar la epi­de­mia en el con­ti­nen­te toda­vía está den­tro del ámbi­to de lo posi­ble, pero requie­re medi­das mucho más drás­ti­cas que las que se toman actual­men­te. De hecho, la cues­tión del con­fi­na­mien­to sigue sien­do una medi­da que es muy difí­cil de apli­car para una gran par­te de la pobla­ción, por un lado, por­que las con­di­cio­nes de vivien­da en las peri­fe­rias urba­nas son total­men­te inade­cua­das, como expli­ca un acti­vis­ta keniano: «En Matha­re, un área den­sa­men­te pobla­da en Nai­ro­bi, 68.941 per­so­nas viven en un solo kiló­me­tro cua­dra­do. En Kam­kun­ji, otra área de bajos ingre­sos, 24.455 per­so­nas viven en un kiló­me­tro cua­dra­do. En Maka­da­ra, 16.150 per­so­nas viven en un kiló­me­tro cua­dra­do. En muchos casos, las per­so­nas com­par­ten una habi­ta­ción que tam­bién es la coci­na, el dor­mi­to­rio y la sala de estar»[4]. Por otro lado, por­que la mayo­ría de las per­so­nas vive al día de la eco­no­mía infor­mal (tra­ba­jos oca­sio­na­les, ven­de­do­res ambu­lan­tes, correos, ven­de­do­res de mer­ca­do, etc.). Este esta­do de cosas requie­re la dis­tri­bu­ción masi­va de kits de ali­men­tos para ayu­dar a redu­cir el des­pla­za­mien­to, la pro­vi­sión de más­ca­ras en can­ti­dad sufi­cien­te, la res­tau­ra­ción del agua corrien­te en los barrios mar­gi­na­les que, en algu­nos casos, se ha eli­mi­na­do bajo pre­sión de las empre­sas de dis­tri­bu­ción o el esta­ble­ci­mien­to de un tan­que de agua, así como la pro­vi­sión de jabón y gel desin­fec­tan­te. Tes­tear las pobla­cio­nes tan­to como sea posi­ble y poner en cua­ren­te­na a las per­so­nas con­ta­mi­na­das en con­di­cio­nes decen­tes per­mi­ti­ría ralen­ti­zar la epi­de­mia. Es más fácil y mucho menos cos­to­so en vidas huma­nas imple­men­tar estos dis­po­si­ti­vos de pre­ven­ción que actuar cuan­do la epi­de­mia está fue­ra de con­trol, espe­cial­men­te por­que en el con­ti­nen­te abun­dan otras pan­de­mias como el VIH y la tubercu­losis, la mala­ria o el ébo­la. De hecho, la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca del Con­go (RDC), que pen­sa­ba que había ter­mi­na­do con esta epi­de­mia, aca­ba de regis­trar, des­pués de unos cua­ren­ta días, dos nue­vos casos.

La expe­rien­cia de las epi­de­mias: el caso del ébola

La epi­de­mia de Ébo­la como recor­da­mos había gol­pea­do fuer­te­men­te a tres paí­ses en Áfri­ca Occi­den­tal en los años 2014. Estos fue­ron Libe­ria, Sie­rra Leo­na, emer­gien­do de una terri­ble gue­rra civil y Gui­nea, uno de los paí­ses más pobres de la región. Estos tres paí­ses tuvie­ron que enfren­tar esta epi­de­mia que habrá mata­do a más de 11.000 personas.

Por déci­ma vez, la epi­de­mia de Ébo­la ha esta­do pre­sen­te en la RDC nue­va­men­te duran­te un año y ha cau­sa­do más de 2,000 muer­tes. La trans­mi­sión del virus Ébo­la es a tra­vés de flui­dos cor­po­ra­les, por lo que es mucho menos con­ta­gio­sa que el virus Covid 19, pero su leta­li­dad es mucho mayor, se esti­mó en un 30% en Áfri­ca occi­den­tal duran­te el infec­ción de 2014.

La lucha con­tra esta epi­de­mia impli­ca aumen­tar la con­cien­cia públi­ca y renun­ciar a los ritua­les fune­ra­rios que se acom­pa­ñan del lava­do de los cuer­pos de los muer­tos por par­te de fami­lia­res y que es un impor­tan­te vec­tor de trans­mi­sión. Por lo tan­to, es nece­sa­ria una rela­ción de con­fian­za entre la pobla­ción y las auto­ri­da­des. Sin embar­go, esto últi­mo ha sido soca­va­do en gran medi­da por años de polí­ti­ca de aban­dono de las pobla­cio­nes a su pro­pio des­tino. ¿Qué legi­ti­mi­dad pue­den tener las auto­ri­da­des para impo­ner algo en áreas que han sido aban­do­na­das en gran medi­da por sus políticas?

No es casua­li­dad que los dos nue­vos casos apa­rez­can en la loca­li­dad de Beni, en la región de Kivu del Nor­te, pla­ga­da de vio­len­cia endé­mi­ca, don­de doce­nas de mili­cias extor­sio­nan dine­ro, abu­san y a veces masa­cran a las pobla­cio­nes que se bene­fi­cian de la inac­ción de las fuer­zas arma­das del país pero tam­bién de MONUSCO (fuer­zas arma­das des­ple­ga­das por la ONU).

El ébo­la para las per­so­nas de los paí­ses afec­ta­dos ha sido un gran trau­ma, ya que han sido víc­ti­mas tan­to de la enfer­me­dad como de la vio­len­cia de la res­pues­ta del gobierno. Recor­da­mos todos los barrios que fue­ron ais­la­dos por el ejér­ci­to, dejan­do a las pobla­cio­nes sin nin­gu­na posi­bi­li­dad de ali­men­tar­se ade­cua­da­men­te y tener la aten­ción sani­ta­ria necesaria.

Las expe­rien­cias más exi­to­sas en la lucha con­tra el Ébo­la han sido posi­bles gra­cias al apo­yo de las pobla­cio­nes, rara vez sin ellas, y cier­ta­men­te no con­tra ellas.

La con­fron­ta­ción de los paí­ses afri­ca­nos con­tra las dife­ren­tes epi­de­mias es una baza, las pobla­cio­nes son más cons­cien­tes de los pro­ble­mas, ya exis­ten estruc­tu­ras de sen­si­bi­li­za­ción, el per­so­nal ha adqui­ri­do cono­ci­mien­tos, pero esto no pue­de com­pen­sar las debi­li­da­des del sis­te­ma de salud afec­ta­do por déca­das de ajus­te estruc­tu­ral y otras res­tric­cio­nes pre­su­pues­ta­rias impues­tas por los paí­ses ricos a tra­vés de gran­des ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras como el FMI o el Ban­co Mundial.

Estruc­tu­ras sani­ta­rias devas­ta­das por la gue­rra y el liberalismo

Las estruc­tu­ras médi­cas y de salud en Áfri­ca están fallan­do, como lo indi­ca el núme­ro de camas de reani­ma­ción[5]:

– 15 en Bur­ki­na Faso (inclui­dos 8 para el úni­co CHU de Tengandogo).

– 15 en Somalia.

– 20 en la Repú­bli­ca del Congo.

– 22 en Gabón.

– 25 en Malawi.

– 40 en Mali.

– 50 en la RDC.

– 55 en Uganda.

– 130 en Kenia.

– 80 en Senegal.

– 1.000 en Sudá­fri­ca (una gran par­te de ellos en los esta­ble­ci­mien­tos del gru­po pri­va­do Netcare).

Así como el núme­ro de respiradores:

– 3 en la Repú­bli­ca Centroafricana.

– 4 en Togo (don­de han encar­ga­do 250).

– 5 en Níger.

– 10 en la Repú­bli­ca del Congo.

– 11 en Bur­ki­na Faso.

– 15 a 20 en Camerún.

– 20 en Cos­ta de Mar­fil (don­de se encar­ga­ron 18 a prin­ci­pios de abril).

– 56 en Malí, según el Minis­te­rio de Salud (15 en el sec­tor pri­va­do, 41 en hos­pi­ta­les públi­cos y otros 60 por encar­go del pro­vee­dor chino Mindray).

– 60 en Tanzania.

– 80 en Senegal.

– 400 a 500 dis­po­si­ti­vos en Nige­ria (pero la gen­te más pesi­mis­ta men­cio­na solo 169).

– 6.000 en Sudá­fri­ca, de los que 4.000 están en esta­ble­ci­mien­tos privados.

Estas estruc­tu­ras sani­ta­rias se con­cen­tran prin­ci­pal­men­te en las capi­ta­les y algu­nas en gran­des cen­tros urba­nos, lo que plan­tea pro­ble­mas para las regio­nes y pro­vin­cias remo­tas, según lo indi­ca­do por el Dr. Matshi­di­so Moe­ti, Direc­tor de la Ofi­ci­na Regio­nal de la OMS para Áfri­ca : «Su pro­pa­ga­ción más allá de las gran­des ciu­da­des sig­ni­fi­ca la aper­tu­ra de un nue­vo fren­te en nues­tra lucha con­tra este virus»[6].

Ade­más, están las cár­ce­les de Áfri­ca, para­dó­ji­ca­men­te un impor­tan­te pun­to de con­ta­gio. En efec­to, las fami­lias regu­lar­men­te van a lle­var comi­da a las y los pri­sio­ne­ros. Por lo tan­to, son un vehícu­lo impor­tan­te para difun­dir la epi­de­mia, aun­que en algu­nos paí­ses se hayan toma­do medi­das para libe­rar a las y los pri­sio­ne­ros y así redu­cir el haci­na­mien­to en las cárceles.

Otra fuen­te de preo­cu­pa­ción son las zonas de con­flic­to, y lamen­ta­ble­men­te son nume­ro­sas en el con­ti­nen­te. Pode­mos citar a los paí­ses sahe­lia­nos que son pre­sa de los ata­ques yiha­dis­tas en la fran­ja sahe­lo saha­ria­na, alre­de­dor del lago Chad y en el cen­tro de Mali, Áfri­ca cen­tral, don­de los diver­sos gru­pos arma­dos están actuan­do en el Con­go (RDC) pero tam­bién en la Repú­bli­ca Cen­troa­fri­ca­na, final­men­te en las zonas orien­ta­les y meri­dio­na­les de Áfri­ca, espe­cial­men­te en Soma­lia con los She­bab, pero tam­bién en Mozam­bi­que con menos inten­si­dad. Estas gue­rras con­du­cen a la des­truc­ción de todas las estruc­tu­ras médi­cas y sani­ta­rias y a la par­ti­da del per­so­nal de enfer­me­ría y crean gran­des difi­cul­ta­des para la inter­ven­ción médi­ca de las ONG o la OMS. Estos con­flic­tos pro­vo­can el des­pla­za­mien­to de cen­te­na­res de miles de per­so­nas tan­to en el inte­rior como hacia el exte­rior de su país, per­so­nas que viven en cam­pos de refu­gia­dos y refu­gia­das en una situa­ción de pro­mis­cui­dad y de pre­ca­rie­dad importantes.

Final­men­te, hay que tener en cuen­ta que Ara­bia Sau­di­ta, muy infec­ta­da con Covid-19, no duda en enviar a casa a miles de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res etío­pes poten­cial­men­te infec­ta­dos, arries­gan­do el desa­rro­llo de la epi­de­mia en un país que actual­men­te tie­ne pocos contagios.

No se tra­ta de dibu­jar una ima­gen exa­ge­ra­da­men­te pesi­mis­ta, sino solo de indi­car las impor­tan­tes difi­cul­ta­des para las pobla­cio­nes, en par­ti­cu­lar los más pobres, fren­te a dis­cur­sos y escri­tos que uno pue­de escu­char y leer que mini­mi­zan los ries­gos de un bro­te de la epi­de­mia que aún se pue­de con­tro­lar. Aun así, los paí­ses ricos debe­rían dete­ner sus polí­ti­cas de estran­gu­la­mien­to finan­cie­ro que empeo­ran la situa­ción tam­bién al dis­mi­nuir las exis­ten­cias de ali­men­tos disponibles.

Ries­go ali­men­ta­rio agravado

Es pro­ba­ble que la epi­de­mia de coro­na­vi­rus exa­cer­be la esca­sez de ali­men­tos. De hecho, la FAO (Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Uni­das para la Agri­cul­tu­ra y la Ali­men­ta­ción) está preo­cu­pa­da por­que Áfri­ca es un impor­ta­dor de pro­duc­tos ali­men­ti­cios, como con­se­cuen­cia de la fal­ta de diver­si­fi­ca­ción eco­nó­mi­ca, par­ti­cu­lar­men­te para los paí­ses que expor­tan mate­rias pri­mas. La caí­da de los pre­cios aumen­ta mecá­ni­ca­men­te en el pre­su­pues­to la par­te dedi­ca­da a la impor­ta­ción de pro­duc­tos ali­men­ti­cios, lo que resul­ta en un aumen­to de los pre­cios que pena­li­za­rá a los más pobres. Espe­cial­men­te si se tie­ne en cuen­ta que con la cri­sis y las difi­cul­ta­des de sumi­nis­tro, los pre­cios de los ali­men­tos se han dis­pa­ra­do en par­te tam­bién por la espe­cu­la­ción de los gran­des comerciantes.

A esto se suman las malas cose­chas debi­das al calen­ta­mien­to glo­bal que, con el efec­to Niño, pro­vo­ca sequías e inun­da­cio­nes y acen­túa fuer­te­men­te la inva­sión de lan­gos­tas que han devas­ta­do los cul­ti­vos, par­ti­cu­lar­men­te en los paí­ses de Áfri­ca Orien­tal como Kenia, Etio­pía, Soma­lia y Ugan­da, debi­li­tan­do a más de 25 millo­nes de personas.

La publi­ci­dad de Macron

Emma­nuel Macron pre­ci­só la polí­ti­ca de Fran­cia hacia Áfri­ca duran­te su entre­vis­ta con Radio Fran­ce Inter­na­tio­nal el 14 de abril. Muchas fór­mu­las hue­cas y dema­go­gia para ocul­tar el vacío de las pro­po­si­cio­nes orga­ni­za­das en torno a cua­tro ejes. El pri­me­ro es satis­fa­cer las nece­si­da­des sani­ta­rias. La pro­pues­ta es tomar par­te del dine­ro recau­da­do por el Fon­do Mun­dial de Lucha con­tra el SIDA, la Tubercu­losis y la Mala­ria para finan­ciar la lucha con­tra la epi­de­mia de coro­na­vi­rus, en otras pala­bras, des­nu­dar a un san­to para ves­tir a otro. Segun­do eje, com­par­tir cono­ci­mien­tos entre las dife­ren­tes redes de inves­ti­ga­do­res. Ter­cer eje dedi­ca­do a la ayu­da huma­ni­ta­ria median­te la movi­li­za­ción de agen­cias de la ONU como el Pro­gra­ma Mun­dial de Ali­men­tos, como si este hubie­ra espe­ra­do la luz ver­de de Macron. En cuan­to a Fran­cia, se com­pro­me­te­ría a par­ti­ci­par en esta polí­ti­ca huma­ni­ta­ria uti­li­zan­do … sus fuer­zas arma­das con base en Áfri­ca. El últi­mo eje es finan­cie­ro. Si Macron con­fir­ma sus pala­bras sobre la can­ce­la­ción de la deu­da de los paí­ses afri­ca­nos duran­te su inter­ven­ción tele­vi­si­va del lunes 13 de abril, la cosa se que­da en mera pala­bre­ría. De hecho, la medi­da pro­pues­ta por el G20 y apo­ya­da por Fran­cia es solo una mora­to­ria. Como expli­ca Macron, “sig­ni­fi­ca que duran­te la cri­sis, deja­mos que las eco­no­mías afri­ca­nas res­pi­ren y no paguen los intere­ses de la deu­da. Es una eta­pa esen­cial, (…) debe pre­ce­der a otras eta­pas en las que debe­mos tra­ba­jar, que son eta­pas de rees­truc­tu­ra­ción de la deu­da africana».

Una medi­da que la OCDE con­si­de­ra noto­ria­men­te insu­fi­cien­te[7]. De hecho, la deu­da de los paí­ses afri­ca­nos es de 365 mil millo­nes de dóla­res con un reem­bol­so anual de 32 mil millones.

La mora­to­ria solo cubre 20 mil millo­nes. Para muchos paí­ses afri­ca­nos que son expor­ta­do­res de mate­rias pri­mas, la fuer­te caí­da de la eco­no­mía tie­ne con­se­cuen­cias desas­tro­sas para el pre­su­pues­to, espe­cial­men­te por­que las auto­ri­da­des loca­les han mal­gas­ta­do cons­tan­te­men­te el dine­ro de estos ingre­sos en la corrup­ción, la fuga de capi­ta­les y las gran­des obras tan cos­to­sas como inú­ti­les para el mayor bene­fi­cio de las empre­sas indus­tria­les y ban­ca­rias de los paí­ses ricos.

La con­ten­ción de la epi­de­mia requie­re la libe­ra­ción rápi­da de gran­des sumas de dine­ro para poner a flo­te estruc­tu­ras médi­cas y sani­ta­rias, pro­por­cio­nar equi­pos para el per­so­nal médi­co y poner los pro­duc­tos de pri­me­ra nece­si­dad a dis­po­si­ción de las pobla­cio­nes más pobres.

Al pro­nun­ciar­se por la can­ce­la­ción de la deu­da afri­ca­na, Macron rea­li­za una ope­ra­ción polí­ti­ca con­tra Chi­na, que ella sola tie­ne el 40% de esta deu­da y la uti­li­za para anclar su pre­sen­cia en el con­ti­nen­te y aca­pa­rar los recur­sos natu­ra­les, median­te el inter­cam­bio de una par­te de los cré­di­tos por activos.

Si mira­mos más de cer­ca, más allá de la pro­pa­gan­da, la ayu­da real de Fran­cia ascien­de a 1.200 millo­nes de euros des­glo­sa­dos en mil millo­nes de prés­ta­mos (por lo tan­to, deu­das futu­ras) y solo 150 millo­nes en dona­cio­nes y ade­más estas sumas esta­ban pre­su­pues­ta­das ya que, de acuer­do con la con­fe­sión del Minis­tro de Asun­tos Exte­rio­res, Jean-Yves Le Drian, se tra­ta de una reorien­ta­ción del pre­su­pues­to de ayu­da para Áfri­ca[8].

Se encuen­tre en Fran­cia o en Áfri­ca, defi­ni­ti­va­men­te no hay nada que espe­rar de Macron a menos que se sea un jefe o un poten­ta­do, los pri­me­ros de las cor­da­das que tiran a la huma­ni­dad hacia el abismo.

https://​npa2009​.org/​a​c​t​u​a​l​i​t​e​/​i​n​t​e​r​n​a​t​i​o​n​a​l​/​a​f​r​i​q​u​e​-​c​o​n​t​r​e​-​l​e​-​c​o​v​i​d​-​1​9​-​c​o​n​f​i​n​o​n​s​-​l​e​-​l​i​b​e​r​a​l​i​sme

Tra­duc­ción: Faus­tino Egu­be­rri para vien­to sur

Notas

1https://​www​.fran​cet​vin​fo​.fr/​m​o​n​d​e​/​a​f​r​i​q​u​e​/​s​o​c​i​e​t​e​-​a​f​r​i​c​a​i​n​e​/​c​o​v​i​d​-​1​9​-​p​o​u​r​q​u​o​i​-​l​e​s​-​c​a​s​-​r​e​c​e​n​s​e​s​-​p​a​r​-​l​o​m​s​-​n​e​-​m​o​n​t​r​e​n​t​-​q​u​-​u​n​e​-​f​a​i​b​l​e​-​r​e​a​l​i​t​e​-​d​e​-​l​-​e​p​i​d​e​m​i​e​_​3​9​0​1​1​5​1​.​h​tml

2Cifras a 15/​04/​2020. Fuen­te : https://​www​.jeu​nea​fri​que​.com/​9​1​0​2​3​0​/​s​o​c​i​e​t​e​/​c​o​r​o​n​a​v​i​r​u​s​-​e​n​-​a​f​r​i​q​u​e​-​u​n​e​-​c​a​r​t​e​-​p​o​u​r​-​s​u​i​v​r​e​-​a​u​-​j​o​u​r​-​l​e​-​j​o​u​r​-​l​a​v​a​n​c​e​e​-​d​e​-​l​e​p​i​d​e​m​ie/

3https://​www​.afro​.who​.int/​f​r​/​n​e​w​s​/​l​o​m​s​-​s​i​n​q​u​i​e​t​e​-​d​e​-​l​a​c​c​e​l​e​r​a​t​i​o​n​-​d​e​s​-​c​a​s​-​d​e​-​c​o​v​i​d​-​1​9​-​e​n​-​a​f​r​i​que

4https://​www​.afri​que​sen​lut​te​.org/​c​o​m​m​u​n​i​q​u​e​s​-​l​u​t​t​e​s​-​e​t​-​d​e​b​a​t​s​/​a​r​t​i​c​l​e​/​o​u​t​-​o​f​-​c​o​n​t​r​o​l​-​c​r​i​s​i​s​-​c​o​v​i​d​-​1​9​-​a​n​d​-​c​a​p​i​t​a​l​i​s​m​-​i​n​-​a​f​r​ica

5https://​www​.jeu​nea​fri​que​.com/​9​2​4​0​8​7​/​s​o​c​i​e​t​e​/​n​o​m​b​r​e​-​d​e​-​l​i​t​s​-​d​e​-​r​e​a​n​i​m​a​t​i​o​n​-​e​t​-​d​e​-​r​e​s​p​i​r​a​t​e​u​r​s​-​o​u​-​e​n​-​e​s​t​-​l​a​f​r​i​q​ue/

6https://​news​.un​.org/​f​r​/​s​t​o​r​y​/​2​0​2​0​/​0​4​/​1​0​6​6​112

7https://​infor​ma​tion​.tv5​mon​de​.com/​v​i​d​e​o​/​m​o​r​a​t​o​i​r​e​-​s​u​r​-​l​a​-​d​e​t​t​e​-​a​f​r​i​c​a​i​n​e​-​c​-​e​s​t​-​i​n​s​u​f​f​i​s​a​n​t​-​p​o​u​r​-​l​-​o​cde

8https://www.francetvinfo.fr/monde/afrique/politique-africaine/l‑aide-de-la-france-a-l-afrique-contre-le-covid-19-detail-critique-et-polemique_3908627.html


[1] https://​www​.fran​cet​vin​fo​.fr/​m​o​n​d​e​/​a​f​r​i​q​u​e​/​s​o​c​i​e​t​e​-​a​f​r​i​c​a​i​n​e​/​c​o​v​i​d​-​1​9​-​p​o​u​r​q​u​o​i​-​l​e​s​-​c​a​s​-​r​e​c​e​n​s​e​s​-​p​a​r​-​l​o​m​s​-​n​e​-​m​o​n​t​r​e​n​t​-​q​u​-​u​n​e​-​f​a​i​b​l​e​-​r​e​a​l​i​t​e​-​d​e​-​l​-​e​p​i​d​e​m​i​e​_​3​9​0​1​1​5​1​.​h​tml

[2] Cifras a 15/​04/​2020. Fuen­te : https://​www​.jeu​nea​fri​que​.com/​9​1​0​2​3​0​/​s​o​c​i​e​t​e​/​c​o​r​o​n​a​v​i​r​u​s​-​e​n​-​a​f​r​i​q​u​e​-​u​n​e​-​c​a​r​t​e​-​p​o​u​r​-​s​u​i​v​r​e​-​a​u​-​j​o​u​r​-​l​e​-​j​o​u​r​-​l​a​v​a​n​c​e​e​-​d​e​-​l​e​p​i​d​e​m​ie/

[3] https://​www​.afro​.who​.int/​f​r​/​n​e​w​s​/​l​o​m​s​-​s​i​n​q​u​i​e​t​e​-​d​e​-​l​a​c​c​e​l​e​r​a​t​i​o​n​-​d​e​s​-​c​a​s​-​d​e​-​c​o​v​i​d​-​1​9​-​e​n​-​a​f​r​i​que

[4] https://​www​.afri​que​sen​lut​te​.org/​c​o​m​m​u​n​i​q​u​e​s​-​l​u​t​t​e​s​-​e​t​-​d​e​b​a​t​s​/​a​r​t​i​c​l​e​/​o​u​t​-​o​f​-​c​o​n​t​r​o​l​-​c​r​i​s​i​s​-​c​o​v​i​d​-​1​9​-​a​n​d​-​c​a​p​i​t​a​l​i​s​m​-​i​n​-​a​f​r​ica

[5] https://​www​.jeu​nea​fri​que​.com/​9​2​4​0​8​7​/​s​o​c​i​e​t​e​/​n​o​m​b​r​e​-​d​e​-​l​i​t​s​-​d​e​-​r​e​a​n​i​m​a​t​i​o​n​-​e​t​-​d​e​-​r​e​s​p​i​r​a​t​e​u​r​s​-​o​u​-​e​n​-​e​s​t​-​l​a​f​r​i​q​ue/

[6] https://​news​.un​.org/​f​r​/​s​t​o​r​y​/​2​0​2​0​/​0​4​/​1​0​6​6​112

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