Estefanía Santoro /Resumen Latinoamericano /25 de abril de 2020
Con más de la mitad de su personal compuesto por mujeres, el centro de cabecera de los testeos por el covid-19 arrastra la desfinanciación del macrismo y salarios por debajo de la línea de pobreza. El lobby internacional y los aprietes mediáticos.
Ana Campos tiene amplia trayectoria en el Instituto Malbrán, es técnica del laboratorio de virosis respiratoria desde hace 32 años y secretaria general de la junta interna de ATE en la institución. A partir de la descentralización, nos cuenta, realizan entre 300 a 400 testeos por día y que ya llevan más de siete mil muestras procesadas desde que llegó el primer caso al país. Las primeras semanas de cuarentena el Malbrán era el único instituto capacitado para realizar los testos, hoy son 35 los laboratorios distribuidos en todo el país que recibieron reactivos y pueden realizar la prueba de Covid-19, “nosotros formamos parte de una red de laboratorios de la cual el Instituto Malbrán es la cabecera y la descentralización fue a esa red que ya estaba formada previamente”, asegura Campos.
El laboratorio de virosis respiratoria es el sector que actualmente está llevando adelante la emergencia de Covid-19 y pertenece al departamento de virología. A principios de abril personal científico y técnico lograron descifrar el genoma completo del Covid-19 a partir de muestras obtenidas localmente de tres pacientes que viajaron a distintos países y regresaron al país. Los resultados de este hallazgo fueron trasmitidos a una base internacional, que será útil para asegurar la calidad del diagnóstico, complementar la vigilancia epidemiológica y contribuir a nivel mundial en el desarrollo de una vacuna representativa para combatir el coronavirus.
Las primeras semanas de cuarentena hubo críticas por la demora en la obtención de los resultados, también se intentó instalar la idea que desde el Malbrán se ocultaban casos y que no realizaban suficientes test por día. Detrás de estas conjeturas injustificadas se ocultaban otras intenciones: “Hay intereses económicos y políticos detrás, hay un montón de compañías que están tratando de meter en el país su kit para que se hagan los diagnósticos y hay lobbies a favor de que hay que hacer más cantidad de testeos. El Malbrán no está ocultando nada, está haciendo todo lo que llega, estamos al día con los análisis que nos llegan alrededor de 300 a 400 muestras se testean por día, pero eso no quiere decir que todo sean positivos, algunos van a ser negativos. Hay mucho interés de por medio y también una cuestión de estigmatización con respecto a lo público, ‘que no cumple’, ‘que no nos hacemos cargo’, ‘que somos vagos’ eso siempre está en el imaginario y durante cuatro años abonaron bastante esa idea. En el Malbrán todo lo que llegó se procesó, a esta altura tenemos más de siete mil muestras procesadas y con la descentralización, la cantidad de muestras que ingresan al Malbrán bajó bastante, pero todo la que entra se hace. No se oculta nada, ni muertos ni casos positivos”, asegura Campos.
Durante la gestión de Mauricio Macri el presupuesto destinado al instituto Malbrán se redujo más del 50% y los sueldos hoy siguen estando por debajo de la línea de pobreza. Campos explica: “El instituto se desfinanció mucho por un lado porque mantuvieron el mismo presupuesto durante todos los cuatro años, pero con una inflación en los insumos, que la mayoría son importados. Por más que quisiéramos hacer procesos de compra era casi imposible, duran aproximadamente seis meses, se fijaba un precio o pedíamos cotización en el momento que solicitábamos la compra y cuando salía la licitación ningún oferente se presentaba o cuando presentaban ofertas quedaban afuera por precio excesivo. La mayoría de las licitaciones quedaban desiertas. Por otro lado, el presupuesto del Malbrán está dividido en incisos y número cuatro que es el que está destinado a obras y equipamiento, renovación de equipos, durante los últimos años estuvo en cero directamente. No hubo dinero ni para obras ni para equipamiento, para un instituto que tiene que trabajar con ciertas tecnologías hay equipos que quedan obsoletos, o se rompen y necesitan reparación, aparte de la cuestión edilicia”.
Clarín publicó una nota donde acusa al Malbrán de comprar reactivos por 855 millones de pesos a través de un mail y sin publicar la oferta ¿Qué hay de cierto en esto?
—Eso es mentira, lo que sí es verdad es que en estas circunstancias de emergencias sanitarias se hacen modalidades de compras que no son las tradicionales que uno hace en el Estado, pero sí se hacen licitaciones. La manera de comprar es diferente, no se hizo por mail, está publicado. El Instituto lo aclaró, es una información falsa, pero miente, miente que algo quedará, la desmentida no tiene el mismo impacto.
—¿Qué pasó con los sueldos de técnicxs y científicxs durante la gestión macrista?
Todas las paritarias que hubo fueron a la baja, le ganó la inflación, cada año fuimos perdiendo un porcentaje de sueldo y al final de los cuatro años tuvimos una depreciación del 65%. Hoy la mayoría de nuestros compañeros están en la línea de pobreza o por debajo. Los técnicos cuando ingresan ganan $23 mil y un profesional que recién inicia su carrera está alrededor de los 40 mil como mucho, es muy difícil sostener el personal calificado con esos sueldos, terminamos perdiendo personal y no porque hayan echado personas como han hecho en otros lugares del Estado, sino porque las personas se terminan yendo, en otros lugares privados o públicos cobran mejor sueldo de acá.
—¿Al día de hoy continúan con el mismo sueldo? ¿Cuántas horas trabajan en época de pandemia?
—Sí, seguimos con el mismo sueldo y en esta emergencia estamos trabajando mucho más, tenemos turnos de seis horas porque lo que hacemos es considerado un trabajo riesgoso, trabajamos con agentes infecciosos. Nosotros creemos que el gobierno actual reconoció la labor que estamos llevando a cabo, de palabra en este momento todavía. Hace unas semanas atrás nos visitó Alberto Fernández, es la primera vez que viene un presidente al instituto a hablar con los trabajadores y planteamos que necesitamos que se nos reconozca la tarea que realizamos y que teníamos que tener un mejor pago, eso se lo dijimos y quedó claro. Hace mucho tiempo venimos impulsando que se reconozca la tarea científico y sanitaria en el área que nosotros nos desempeñamos. Trabajamos en la salud pública pero también hacemos un montón de otras cuestiones que tienen que ver con la parte más científica y venimos desde el gremio impulsando también que se reconozca eso en los sueldos. Estamos planteándole al gobierno, al ministro de salud, a jefatura de gabinete y gestión pública que por favor evalúen un proyecto que tenemos que propone una bonificación a un adicional científico técnico para que trabajadores tengan una mejor condición salarial.
Revista Cítrica*