Por Resumen Latinoamericano*, 02 de mayo de 2020
Río de Janeiro. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, provocó críticas en su contra por responder ¿Y qué? cuando un periodista le señaló que ya hay más de 6 mil muertos por coronavirus en el país. Esto ocurre al tiempo que su ex ministro de Justicia, Sergio Moro, prestó ayer declaración en la sureña ciudad de Curitiba contra el mandatario por injerencias políticas en la Policía Federal (PF). Bolsonaro calificó públicamente a Moro de Judas.
¿Y qué? Lo siento. ¿Qué quiere que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros, fue la respuesta completa del mandatario el martes, en declaraciones que se hicieron públicas ayer.
Bolsonaro está acostumbrado a las polémicas, pero esta vez sus declaraciones suscitaron estupefacción y furia, porque su país afronta un crecimiento imparable de casos de Covid-19, que él ha dicho que no es más que una gripecita.
Con más de 91 mil 500 casos confirmados, pero según científicos con entre 15 y 20 veces más, Brasil se prepara para afrontar una situación similar a la de Estados Unidos o Italia, en un momento en que la enfermedad ya supera las 6 mil 300 muertes.
Wilson Witzel, el gobernador del estado de Río de Janeiro, uno de los más castigados, instó al presidente a ponerse a trabajar y ser un líder en un momento así.
En medio de la tormenta política, llamó Judas a Moro, quien ayer declaró en la ciudad de Curitiba contra el mandatario por injerencias políticas en la PF.
Tengan la seguridad de que nadie querrá dar un golpe en mi contra, dijo Bolsonaro al salir de su residencia oficial en Brasilia.
Moro testificó en la Superintendencia de la comisaría de Curitiba sobre acusaciones que hizo, en su alocución de despedida, contra Bolsonaro por destituir al director general de la PF, Maurício Valeixo, su brazo derecho.
El interrogatorio se hizo por orden del juez Celso de Mello, del Supremo Tribunal Federal, quien pidió la comparecencia del ex ministro tras una solicitud de parlamentarios. Asimismo, el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, reclamó una investigación por denuncia calumniosa contra Moro.
De haber indicios suficientes en las acusaciones del ex ministro, la Fiscalía puede presentar una denuncia formal contra Bolsonaro ante el Supremo, que sólo le podría dar curso con el aval de una mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados (342 de un total de 513).
Si esa mayoría fuera alcanzada, Bolsonaro sería suspendido de su cargo durante 180 días, plazo durante el cual sería sometido a juicio político y destituido, de ser declarado culpable.
*Jornada