Resumen Latinoamericano*/ 9 de mayo 2020 . — — —
El presidente Alberto Fernández confirmó que el aislamiento social se extenderá hasta el 24 de mayo y que el AMBA no avanzará a la fase cuatro de confinamiento, al ser el sector con más casos positivos de todo el país. Frente a quienes piden una total apertura económica, remarcó que la prioridad de su Gobierno es cuidar la salud de los ciudadanos.
Desde Olivos, acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que «toda la Argentina, salvo el AMBA, pasará a la fase cuatro de reapertura progresiva». Y sumó: «Sin embargo, la Ciudad y provincia de Buenos Aires seguirá en la tercera, de apertura por segmentación según el municipio y la zona».
El transporte interjurisdiccional seguirá estando prohibido, por lo que las empresas deberán garantizar el traslado de los trabajadores a sus puestos de empleo, sostuvo el mandatario. Mientras que el transporte público urbano deberá continuar trabajando con capacidad limitada y los expertos recomendaron reforzar el cuidado de los adultos mayores.
«La cantidad de casos se ha logrado ralentizar un poco más, la cantidad de fallecimientos están dentro de lo que esperamos que podría ocurrir. Las cosas están ocurriendo como lo venimos pensando y planeando», aseguró el Presidente y manifestó un «enorme orgullo» por el comportamiento de los ciudadanos para acatar la cuarentena y cumplir los objetivos pactados.
En comparación con la región, Fernández demostró que la situación argentina es mucho mejor que la de varios países vecinos, como Brasil y Chile, lo que permite «mostrar el éxito de control» sobre la pandemia. Pero pidió «no perder de vista que éste es un virus que nosotros salimos a buscar», por lo que cuánto mayor sea la protección, mejor evolucionará la situación sanitaria. «Tiene sentido el esfuerzo que estamos haciendo», remarcó al contrastar la tasa de mortalidad que registra el país frente al resto del mundo: «Logramos aplanar la curva de contagios», resumió.
En materia productiva, el mandatario recordó las diversas medidas y herramientas de asistencia económica impulsadas por el Estado ante la crisis que generaron la pandemia y la cuarentena. Pero recordó: «Lo que más nos interesa es preservar la vida de la gente».
En este sentido, le respondió a quienes impulsaron una campaña contra la cuarentena. Éstos argumentaron que los países que priorizaron la economía no tuvieron un mal resultado sanitario. Pero comparó a Suecia, ejemplo de ello, con Noruega. Dos países pegados, pero el primero no respetó un aislamiento total y el segundo sí. Por eso, los suecos tienen 14 veces más muertos que su vecino, lo que equivale a «13.900 argentinos que pueden morirse».
También hizo referencia a la situación de los Estados Unidos, y lo puso de ejemplo «para que no mientan más, porque generan ansiedad y preocupan a la gente». El país del norte no aplicó controles drásticos para controlar la pandemia, se convirtió en un nuevo foco de infección y aún así perdió 20,5 millones de empleos sólo en un mes. «No me van a torcer el brazo, voy a cuidar a la gente antes que nada», les respondió a los operadores de la oposición. «Nos quieren hacer creer que si abrimos la economía la gente va a estar mejor, pero si abrimos la economía vamos a terminar como terminó Suecia», finalizó.
Pese a ello, la nueva fase no implicará la reapertura de colegios y universidades, tampoco estarán permitidos los eventos públicos y privados, los cines, teatros, centros culturales y clubes; el transporte público de pasajeros interurbano, interjurisdiccional e internacional y las actividades turísticas.
Esta apertura será una prueba para ver cómo evoluciona la curva de contagios camino a una nueva normalidad, como ya está ocurriendo en otros países del mundo. Si se mantienen los cuidados, la distancia social y la higiene personal, el camino de la flexibilización continuará pero el Presidente ya aclaró que puede volverse atrás en cualquier momento, en caso de que ésto no funcione.
Kicillof: «La enfermedad está contenida, pero no controlada»
El gobernador bonaerense valoró el «esfuerzo» realizado en la provincia y destacó que el distrito pasó de tener 422 camas de terapia intensiva a 926, a partir de los trabajos realizados para enfrentar la pandemia de coronavirus.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, advirtió hoy que «la enfermedad está contenida, pero no controlada», valoró el «esfuerzo» realizado en la provincia y destacó que el distrito pasó de tener 422 camas de terapia intensiva a 926, a partir de los trabajos realizados para enfrentar la pandemia de coronavirus.
«No podemos confiarnos, la enfermedad está contenida pero no controlada’, advirtió Kicillof,en una conferencia que compartió con el presidente Alberto Fernández y el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la quinta de Olivos.
Rodríguez Larreta: la cuarentena sigue pero el lunes se propondrán ciertas aperturas
El jefe de Gobierno porteño dijo que el lunes próximo elevará al gobierno nacional una propuesta de actividades comerciales para abrir «en forma muy gradual».
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció hoy que «la cuarentena sigue en la Ciudad de Buenos Aires» y que va a pedir al Poder Ejecutivo «sumar algunas actividades», con «un criterio de segmentación y gradualidad» que incluyen salidas para niños el fin de semana acompañados de sus padres y apertura de comercios de cercanía.
«La cuarentena sigue en la Ciudad de Buenos Aires», dejó claro el jefe de gobierno porteño, antes de abordar las propuestas concretas que elevará al Poder Ejecutivo para la apertura de actividades y salidas.
En el marco de la conferencia de prensa en la que acompañó al presidente Alberto Fernández junto con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, Rodríguez Larreta ponderó «el trabajo conjunto y coordinado con el gobierno nacional», al dar a conocer el mandatario nacional que el aislamiento se extenderá hasta el 24 de mayo, y que en el caso del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) «seguirá como hasta ahora».
Agregó que «en esta nueva etapa de la cuarentena» le propondrán al Poder Ejecutivo «sumar algunas actividades, con los mismos cuidados y pautas» que se han respetado hasta ahora y «en forma gradual».
Esa propuesta, adelantó, la dará a conocer mañana a la mañana en el marco de una conferencia de prensa, en la que brindará los detalles, y la presentará al Poder Ejecutivo Nacional el lunes.
Pero, citó algunos casos como «apertura de comercios a las 11 de la mañana» para evitar el transporte en horarios pico y que las salidas sean de proximidad, es decir que la gente se dirija caminando a los locales cercanos y no para «ir a la otra punta de la ciudad a comprar algo».
Transporte Público en la Ciudad
En cuanto al transporte, dijo se mantendrán estrictos para conservar los niveles actuales, teniendo en cuenta que «todos viajen sentados».
Según insistió, el criterio de la apertura de estas actividades será «gradual», para que no aumente el nivel de contagios, y advirtió que estarán «atentos» al «cumplimiento de la gente», porque de lo contrario, «se volverá atrás».
Los niños en esta nueva fase de aislamiento
En cuanto a los niños, asumió que «son los únicos que no pueden salir» a la calle desde que comenzó la cuarentena y que, por ese motivo, «en base a la recomendación de pediatras, los fines de semana podrán salir en base a ciertas condiciones y «segmentados» y a «dar una vuelta», «no a plazas, que seguirán cerradas» y «no para juntarse con sus pares» ni tampoco «utilizar el transporte público».
Medidas en el espacio público
También habló de «ampliación de veredas y corte de calles» (un total de 100) para poder «adecuar zonas de la ciudad» a la apertura de comercios, para poder seguir cumpliendo con el «distanciamiento» en lugares en los que se forman colas.
Rodríguez Larreta dijo que estas precisiones, con el mapa de estos lugares que serán ampliados, los dará a conocer mañana.
Finalmente, hizo hincapié en que continúe el cuidado sobre los adultos mayores, teniendo en cuenta que de los fallecidos por coronavirus, el «70 por ciento» son parte de este segmento, y les pidió que «no salgan».
Las estadísticas que mostró Alberto Fernández
Coronavirus en argentina: Todos los cuadros que explican la situación
Para apoyar su explicación de las decisiones tomadas para la próxima fase de la cuarentena, el presidente Alberto Fernández mostró los siguientes cuadros:
Alberto Fernández cruzó fuerte a quienes piden levantar la cuarentena obligatoria por la crisis económica
Habrá liberación de actividades, si las provincias del interior lo disponen. En el AMBA todo seguirá igual.
El presidente Alberto Fernández afirmó que le preocupa el estado de la economía, pero apuntó contra quienes quieren terminar la cuarentena y liberar actividades. Comparó a nuestro país con Suecia para graficar los impactos que podrían haber habido de no seguir el aislamiento social. «No mientan más, me cansan las mentiras y preocupan a la gente», lanzó.
Para ejemplificar las acciones de contención, el Presidente remarcó que el Estado aplicó medidas para atenuar impactos, como fue el Ingreso Familiar de Emergencia, los créditos a tasa subsidiadas del 24% para Pymes, y el pago del salario complementario del 50% para los trabajadores registrados.
«Conocemos el problema del efecto de la cuarentena, pero reafirmo que lo que más nos preocupa es cuidar la salud, preservar la vida de nuestra gente. Muchos ejemplificaron con países que no hicieron cuarentena, y que tuvieron resultados económicos positivos», destacó el Presidente. Al mismo tiempo, subrayó que en el AMBA no habrá liberación de otras actividades económicas, pero que el resto de las provincias podrán dictaminar qué empresas pueden volver a trabajar.
«Comparé a Suecia con Noruega, que si hizo cuarentena. Suecia tiene 14 veces más muertos que Noruega, y con 10 millones de habitantes hoy cuenta más de 3.000 muertos. Eso es menos del 25% de al población argentina. De haber seguido ese ejemplo, hoy tendríamos 13.900 muertos», sentenció. En ese sentido, amplió: «Digo esto para que no mientan más, me cansan las mentiras y preocupan a la gente. No me van a torcer el brazo porque voy a cuidar a la gente antes que nada».
El caso que está en discusión
Cómo es el modelo que usó Suecia para enfrentar el coronavirus
Con 46.180 euros de PBI per cápita en 2019 y ubicada entre los diez países con mejor Índice de Desarrollo Humano, Suecia es reconocida como uno de los lugares con mejor calidad de vida del planeta. El país escandinavo es también habitualmente valorado por el alto grado de confianza que su ciudadanía depara hacia las instituciones públicas. Igualmente, por la autonomía y las libertades individuales en tanto principios rectores de la convivencia social.
Con la propagación del COVID-19, el gobierno sueco apeló a la responsabilidad de los individuos para administrar su vida social, evitando las políticas de confinamiento aplicadas en buena parte del mundo y resguardando su economía de los efectos negativos que tales medidas innegablemente generan. En Suecia, las escuelas, los parques, los restaurantes, los bares y los negocios han permanecido abiertos. Tan solo se recomendó a la población respetar el distanciamiento social, trabajar desde las casas y suspender los viajes innecesarios. La única restricción estatal fue la prohibición a reuniones de más de 50 personas. La vida cotidiana, aunque mitigada en términos de sociabilidad, no sufrió grandes alteraciones. Bajo la atmósfera de la preservación de las libertades individuales y de la convicción en la inmunidad de rebaño como horizonte para doblegar al virus, el país nórdico trazó su propio derrotero dentro de este gran laboratorio epidemiológico y social que estamos asistiendo y protagonizando.
Si bien el análisis definitivo corresponde hacerlo luego de un período más largo –por ejemplo, un año desde que surgió la pandemia – , resaltan, por lo negativo, los resultados que hasta aquí Suecia viene exhibiendo respecto al coronavirus. Al 8 de mayo, registra 314 muertes por cada millón de habitantes. La situación contrasta con la de sus vecinos, cuyos gobiernos establecieron medidas de aislamiento social: Noruega 40, Finlandia 47 Dinamarca 90, siempre fallecidos por cada millón de habitantes.
En Suecia, la planificación y administración para enfrentar la pandemia se encuentran bajo la dirección de Anders Tegnell, referente epidemiológico del Instituto Nacional de Salud Pública. La legitimidad del experto en un sistema político respetuoso de la división de funciones ha prácticamente relegado en la toma de decisiones a las autoridades políticas.
Cabe preguntarse si Suecia está fracasando en su estrategia o los demás países alcanzarán su tasa de mortalidad de modo paulatino, cuando vayan liberando sus cuarentenas. Mientras los especialistas debaten acerca de ese interrogante en tiempo real, la sociología dispone de herramientas interpretativas para aportar a la discusión pública. Para el caso sueco y para el argentino también.
Volvamos al contexto de Suecia. Algunas de sus premisas culturales y sociales debieran ser cuanto menos problematizadas.
Las estructuras sociales no son estáticas a lo largo de la historia. Los procesos migratorios, entre otros factores, modifican su composición en términos demográficos, etarios, étnicos, religiosos y culturales. Y esas transformaciones impactan en las formas de sociabilidad, en las costumbres y en la vida cotidiana. Actualmente en Suecia, alrededor del 20% de la población es inmigrante, mayoritariamente proveniente de Medio Oriente y África. Con otros hábitos de proximidad social y mayor densidad en los lugares de residencia –que contrasta con el 40% de hogares unipersonales de los suecos – , se desempeñan en trabajos de mayor exposición como el de los cuidados en casas de retiro para adultos mayores o en tareas subalternas en el área de la salud. El modelo auto-administrado para enfrentar el COVID-19 ha tenido un impacto tan desigual como fatídico, pues se advierte una sobrerrepresentación de los moradores extranjeros entre los muertos.
Implementar una estrategia uniforme, sin atender las singularidades sociales, apelando a un comportamiento social inmanente en tanto signo identitario de un país en el que uno de cada cinco habitantes no es nativo, proyecta un escenario más sombrío que exitoso.
En Argentina, han proliferado las referencias al camino emprendido por Suecia para enfrentar la pandemia, bajo el propósito de replicarlo en nuestro país. Esa idea es sostenida básicamente por quienes ponderan la necesidad de no interrumpir la actividad económica o, en su defecto, retomarla lo antes posible.
Ahora bien, una comprensión menos ligera de la situación del país nórdico nos deja algunas enseñanzas. En primer lugar, lo inadecuado de extrapolar modelos de una latitud a otra, sin contemplar disparidades en las variables demográficas, las capacidades de los sistemas sanitarios, los hábitos sociales, etc. En segundo lugar, la imperiosa necesidad de conformar equipos interdisciplinarios para la definición de acciones que no tienen margen de error, que parten de factores sanitarios pero que tienen implicancias sobre la cotidianeidad social. En tercer lugar, la importancia de la versatilidad de las medidas para garantizar su eficacia, atendiendo las particularidades de cada segmento social y los diversos contextos locales.
En los tres vectores, la sociología dispone de saberes para contribuir. Pero para que esos saberes sociológicos sean requeridos tanto en los debates científicos como en las decisiones estatales, quienes tienen responsabilidades institucionales en la gestión universitaria deben promoverlos y visibilizarlos. No alcanza con el diálogo entre sí y para sí dentro de la comunidad sociológica. Más que nunca, es imprescindible comprometerse con la gravitación pública de la disciplina.
* Profesor de la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET.
Se registraron 240 casos nuevos: el 54% son de CABA
La situación en los barrios populares aumentó los números nacionales de la última semana. Además, la Provincia de Buenos Aires tuvo 77 casos, Chaco 26, y el resto del país sólo siete.
8 de Mayo de 2020
Con un un nuevo record para los registros diarios, este viernes se sumaron 240 casos nuevos de coronavirus en Argentina y fallecieron 11 personas. Así, el total de infectados en el país llegó a 5.611, y las víctimas fatales a 293.
Si bien el número es alto comparado con los registros de las últimas semanas, el desglose geográfico explica un poco mejor la situación. Tres distritos concentran el 97% de los casos, y la situación más complicada parece ser la de la Ciudad de Buenos Aires con un brote de contagio en barrios populares. CABA sumó este viernes 130 casos nuevos, mientras que la Provincia de Buenos Aires registró 77, y la de Chaco, 27. En el resto del país se sumaron solo siete nuevos infectados.
Este viernes por la mañana, los casos de coronavirus en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires llegaban a 410 y representaban el 20% del total de los infectados en este distrito, es decir que uno de cada cinco contagiados vive en condiciones de hacinamiento. El mayor foco, por ahora, está en el Barrio Padre Mugica, también conocido como Villa 31 – 31 bis.
«En estos barrios la falta de la principal vacuna, que es el distanciamiento, hace que la enfermedad tenga mayor contagiosidad pero la tasa de letalidad suele ser menor y ahora es de 1.5 por ciento», había explicado a la mañana Fernán Quirós, ministro de salud porteña, en una conferencia de prensa.
«Casos de esta enfermedad tenemos en los barrios populares y generales de la Ciudad, ya que esta enfermedad circula entre la sociedad cuando uno rompe el distanciamiento físico y eso en los barrios vulnerables es más difícil. Por eso hemos comunicado a la gente que cumpla con las recomendaciones», había agregado el funcionario, quien además adelantó que la semana que viene ampliarán la lista de actividad exceptuadas. No dio demasiadas precisiones al respecto, pero advirtió que si «la ciudadanía no acompaña a rajatabla las normativas» y si «la curva de evolución de la enfermedad tampoco acompaña» las autoridades de la Ciudad van a dar “marcha atrás a las nuevas medidas».
La situación en los geriátricos también aporta a este aumento de casos. Por ejemplo, veintisiete adultos mayores y seis trabajadores fueron evacuados este jueves de un geriátrico del barrio porteño de Recoleta ante la confirmación de casos de coronavirus dentro del establecimiento.