Afri­ca. El Magreb des­pués del coronavirus

Por Has­san Had­dou­che, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 26 de mayo de 2020.

Entre el peli­gro de un tsu­na­mi social, la explo­sión de los défi­cit públi­cos y el aumen­to del endeu­da­mien­to, las con­se­cuen­cias eco­nó­mi­cas de la epi­de­mia de coro­na­vi­rus pare­cen ya mucho más peli­gro­sas para los paí­ses del Magreb que la pro­pia cri­sis sanitaria.

Como muchas otras regio­nes del mun­do el Magreb pare­ce estar en este mes de mayo en el momen­to del des­con­fi­na­mien­to. Des­de los pri­me­ros días del Rama­dán las calles de Argel han recu­pe­ra­do cier­ta ani­ma­ción gra­cias a que se ha auto­ri­za­do la reaper­tu­ra de muchas acti­vi­da­des comer­cia­les. La cir­cu­la­ción de auto­mó­vi­les vuel­ve a ser más den­sa y los mer­ca­dos vuel­ven a estar abarrotados.

La pren­sa arge­li­na mues­tra su preo­cu­pa­ción por una dis­mi­nu­ción de la vigi­lan­cia y una rela­ja­ción de las medi­das de dis­tan­cia social entre la pobla­ción. Por el momen­to las auto­ri­da­des sani­ta­rias se mues­tran muy con­fia­das y anun­cian que la pan­de­mia del nue­vo coro­na­vi­rus está “bajo con­trol”. Una situa­ción que pare­ce haber ani­ma­do al gobierno a sua­vi­zar las medi­das de con­fi­na­mien­to extre­ma­da­men­te estric­tas adop­ta­das de for­ma pre­coz des­de media­dos de marzo.

Foto: En Arge­lia un volun­ta­rio desin­fec­ta un ejem­plar de El Corán en una mez­qui­ta de Argel el 19 de mayo de 2020 (AFP).

Los pode­res públi­cos tra­tan aho­ra de tran­qui­li­zar y el tono es más bien opti­mis­ta. “Arge­lia posee los recur­sos y medios sufi­cien­tes para salir ade­lan­te. No nos asus­ta la baja­da de los pre­cios del petró­leo Una ges­tión rigu­ro­sa per­mi­ti­rá supe­rar la situa­ción”, afir­ma­ba a prin­ci­pios de mayo [el pre­si­den­te arge­lino] Abdel­mad­jid Teb­bou­ne ante un gru­po de perio­dis­tas selec­cio­na­do por la pre­si­den­cia argelina.

El mis­mo ambien­te hay en Marrue­cos don­de se anun­cia­ba la reanu­da­ción pro­gre­si­va, des­de fina­les de abril, de la acti­vi­dad en las fábri­cas de Renault, que emplean a casi 11.000 per­so­nas. Las empre­sas del país se pre­pa­ra­ban para una reanu­da­ción más gene­ra­li­za­da el 20 de mayo, fecha en que debía ter­mi­nar el esta­do de emergencia.

Des­de hace varias sema­nas inclu­so se cita como ejem­plo la ges­tión de la cri­sis por par­te de las auto­ri­da­des marro­quíes. Muchos medios de comu­ni­ca­ción extran­je­ros, sobre todo fran­ce­ses, des­ta­can que “Rabat se ha mos­tra­do reac­ti­vo y ha dado mues­tras de un enfo­que volun­ta­ris­ta e inno­va­dor”. Entre las deci­sio­nes más a menu­do cita­das para ilus­trar­lo, el país anun­ció que a par­tir el 7 de abril sería obli­ga­to­rio lle­var mas­ca­ri­lla y el gobierno marro­quí movi­li­zó a su sec­tor tex­til para pro­du­cir mas­ca­ri­llas para “el públi­co en gene­ral”. La capa­ci­dad de pro­duc­ción es de cin­co millo­nes de mas­ca­ri­llas al día que dis­tri­bu­ye las empre­sas leche­ras en todos los comer­cios loca­les para apro­vi­sio­nar a la pobla­ción. Tam­bién se expor­ta a Euro­pa una par­te de la producción.

Por lo que se refie­re a Túnez, el 4 de mayo el país entró ofi­cial­men­te en una fase de con­fi­na­mien­to “selec­ti­vo” e “inte­li­gen­te”. Con la nota­ble excep­ción de cafés y res­tau­ran­tes, se ha auto­ri­za­do la reanu­da­ción por eta­pas de las acti­vi­da­des eco­nó­mi­cas has­ta una libe­ra­ción com­ple­ta y una vuel­ta a la nor­ma­li­dad pro­gra­ma­da para el 5 de junio.

¿Un des­con­fi­na­mien­to prematuro?

Has­ta el momen­to el Magreb se ha libra­do rela­ti­va­men­te de la cri­sis sani­ta­ria. Marrue­cos y Arge­lia supe­ra­ron ambos la barre­ra de los 5.000 casos regis­tra­dos ofi­cial­men­te duran­te la pri­me­ra sema­na de mayo. En ese mis­mo momen­to Túnez con­ta­ba con 1.000 casos con­fir­ma­dos. La can­ti­dad de per­so­nas falle­ci­das es un poco supe­rior a 4000 en Arge­lia, pero no supera las 2000 en Marrue­cos. En Túnez solo se ha con­ta­bi­li­za­do una cua­ren­te­na des­de que apa­re­cie­ron los pri­me­ros casos en marzo.

Aun­que en los tres paí­ses las medi­das tem­pra­nas de con­fi­na­mien­to estric­to bajo un estre­cho con­trol de las auto­ri­da­des y las muchas detec­cio­nes han redu­ci­do la can­ti­dad de per­so­nas ingre­sa­das en las uni­da­des de cui­da­dos inten­si­vos, la mul­ti­pli­ca­ción de focos de con­ta­mi­na­ción hace temer toda­vía una ace­le­ra­ción de la pro­pa­ga­ción del coro­na­vi­rus. Duran­te la pri­me­ra sema­na de mayo pare­ce haber aumen­ta­do sen­si­ble­men­te la can­ti­dad de nue­vos casos regis­tra­dos, que han lle­ga­do a casi 200 al día tan­to en Marrue­cos como en Arge­lia. “Colas inter­mi­na­bles de ciu­da­da­nos ante los ven­de­do­res ambu­lan­tes, en las pana­de­rías, las car­ni­ce­rías y otros comer­cios espe­ran su turno para com­prar. Den­tro de estos comer­cios los ciu­da­da­nos se reúnen sin res­pe­tar nin­gu­na medi­da pre­ven­ti­va. Pare­ce que olvi­dan pro­te­ger­se a sí mis­mos y a los demás”, seña­la el perió­di­co Liber­té.

En Marrue­cos a fina­les de abril se regis­tra­ron en unos días cien­tos de nue­vos casos en las fábri­cas y gran­des super­fi­cies de Casa­blan­ca, Tán­ger y Fez. Solo en una fábri­ca tex­til de Ain Sebaa se regis­tra­ron más de un cen­te­nar de casos de infec­ción. El ámbi­to car­ce­la­rio tam­bién se ha vis­to afec­ta­do con casi 200 casos solo en la cár­cel de Ouarzazate.

“Estas infec­cio­nes masi­vas demues­tran que no se están res­pe­tan­do las con­sig­nas sani­ta­rias. Por ejem­plo, en la fábri­ca de Ain Sebaa, que emplea sobre todo a muje­res, no se ha res­pe­ta­do el dis­tan­cia­mien­to social entre las obre­ras”, se lamen­ta una ONG marroquí.

En Túnez, el minis­tro de Sani­dad es pru­den­te: “Hemos gana­do el pri­mer asal­to, pero hay que tra­tar de no per­der el segun­do”, decla­ró a prin­ci­pios de mayo. No exclu­ye una vuel­ta al con­fi­na­mien­to total si no se siguen las reco­men­da­cio­nes sanitarias.

La cri­sis eco­nó­mi­ca más gra­ve des­de la independencia

Aun­que toda­vía no se haya des­car­ta­do total­men­te el ries­go sani­ta­rio, se va ins­ta­lan­do pro­gre­si­va­men­te una nue­va preo­cu­pa­ción ali­men­ta­da por la con­vic­ción de que sin duda lo más duro está por lle­gar. Para los paí­ses del Magreb la prin­ci­pal ame­na­za pro­vie­ne aho­ra del fren­te eco­nó­mi­co. Muy afec­ta­do por las con­se­cuen­cias de la cri­sis sani­ta­ria y la caí­da de los pre­cios de las mete­rías pri­mas, el Magreb se enfren­ta a una cri­sis eco­nó­mi­ca de dimen­sio­nes iné­di­tas, sin lugar a dudas la más impor­tan­te des­de la independencia.

En todos los paí­ses de la zona el con­fi­na­mien­to de las pobla­cio­nes y el cie­rre de sec­to­res ente­ros de la eco­no­mía han teni­do unos efec­tos devas­ta­do­res. Los paí­ses petro­le­ros, Arge­lia y Libia, se ven doble­men­te afec­ta­dos debi­do al des­mo­ro­na­mien­to del pre­cio del barril de petró­leo que pue­de pri­var­los de más del 50 % de sus ingre­sos de exportación.

Foto: Los paí­ses petro­le­ros, Arge­lia y Libia, se ven doble­men­te afec­ta­dos debi­do al des­mo­ro­na­mien­to del pre­cio del barril de petró­leo que pue­de pri­var­los de más del 50 % de sus ingre­sos de expor­ta­ción (AFP).

Las pre­vi­sio­nes del Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI) publi­ca­das el 15 de abril eran inquie­tan­tes: “La caí­da de los pre­cios del petró­leo y la pan­de­mia pro­vo­ca­rán una rece­sión en la mayo­ría de los paí­ses del nor­te de Áfri­ca en 2020”, afir­ma­ba. Este diag­nós­ti­co pre­ci­sa que los paí­ses que más sufri­rán son los dos expor­ta­do­res netos de petró­leo: Libia, que se encuen­tra en pleno caos polí­ti­co y mili­tar, verá des­mo­ro­nar­se su PIB un 58,7 %, mien­tras que el de Arge­lia retro­ce­de­rá un 5,2 % en 2020. Según el FMI, los paí­ses impor­ta­do­res de petró­leo se verán menos afec­ta­dos: ‑3,7 % en el caso de Marrue­cos, ‑4,3 % en el de Túnez y solo ‑2 % en el de Mau­ri­ta­nia. Sin embar­go, se ven afec­ta­dos por una dis­mi­nu­ción de las reme­sas de sus emi­gra­dos y de las inver­sio­nes extranjeras.

La deu­da públi­ca de la zona debe­ría aumen­tar para lle­gar a una media del 70 % de PIB. Túnez y Marrue­cos serán los paí­ses más endeudados.

El con­ta­gio eco­nó­mi­co tam­bién ven­drá del exterior

Estas alar­man­tes pre­vi­sio­nes, que se for­mu­la­ron en abril, ya pare­cen supe­ra­das. Las eco­no­mías de la zona, que sue­len ser depen­dien­tes del con­tex­to inter­na­cio­nal y en par­ti­cu­lar del euro­peo para sus expor­ta­cio­nes de ener­gía, de pro­duc­tos agrí­co­las, mine­ros y de la indus­tria tex­til, aho­ra tam­bién lo son cada vez más para sus expor­ta­cio­nes de muchos pro­duc­tos indus­tria­les, como el sec­tor del auto­mó­vil y el aero­náu­ti­co marro­quí o en menor medi­da tune­cino. El impac­to de la cri­sis en este ámbi­to, fun­da­men­tal para los equi­li­brios finan­cie­ros exter­nos de los paí­ses del Magreb, podría ser aún más impor­tan­te de lo pre­vis­to. El con­ta­gio pro­ce­de­rá sobre todo de la zona euro (prin­ci­pal sali­da de los pro­duc­tos ener­gé­ti­cos, indus­tria­les y agrí­co­las del Magreb), don­de los esce­na­rios para los pró­xi­mos meses son cada vez más som­bríos. Aun­que el FMI toda­vía pre­veía para el año 2020 una reduc­ción del 7,5% del PIB de la zona a media­dos de abril, la pre­si­den­ta del Ban­co Cen­tral Euro­peo, Chris­ti­ne Lagar­de, men­cio­nó el 30 de abril un posi­ble colap­so del PIB de casi el 12% para el año en curso.

La agen­cia esta­dou­ni­den­se Fitch advier­te res­pec­to a la eco­no­mía marro­quí: “Las per­tur­ba­cio­nes de las cade­nas de valor mun­dia­les podrían afec­tar a la indus­tria del auto­mó­vil, que repre­sen­ta la mayor par­te de las expor­ta­cio­nes de Marrue­cos, con unas ven­tas equi­va­len­tes al 6 % del PIB en 2017−2019”. Y aña­de que “la ralen­ti­za­ción del cre­ci­mien­to mun­dial podría pesar sobre las demás expor­ta­cio­nes de Marrue­cos, sobre todo los fos­fa­tos (4,4 % del PIB). La caí­da de los pre­cios del petró­leo, por su par­te, debe­ría ali­viar el défi­cit de otros sec­to­res limi­tan­do las impor­ta­cio­nes de energía”.

Foto: En un mer­ca­do de Rabat, Marrue­cos, Rabat, el 6 de mayo de 2020 (AFP).

Otro de los sec­to­res más afec­ta­dos en el Magreb será el turis­mo, que ten­drá que afron­tar una tem­po­ra­da de verano sin turis­tas occi­den­ta­les. Toda­vía no se sabe si se podrá con­tar con la tabla de sal­va­ción del turis­mo regio­nal. Dado que en gene­ral se con­si­de­ra que la cri­sis va a con­ti­nuar has­ta el mes de sep­tiem­bre por lo menos, el turis­mo es otra acti­vi­dad impor­tan­te para las eco­no­mías regio­na­les que se verá fuer­te­men­te impac­ta­da. Es un reto con­si­de­ra­ble, sobre todo para paí­ses como Túnez o Marrue­cos, en los que el turis­mo repre­sen­ta entre el 10 % y el 15 % del PIB.

Unas res­pues­tas a la cri­sis toda­vía muy insuficientes

En todo el Magreb los pode­res públi­cos están pro­fun­da­men­te preo­cu­pa­dos por las con­se­cuen­cias de la cri­sis y tra­tan de ate­nuar sus reper­cu­sio­nes en los hoga­res y las empre­sas. Des­de el mes mar­zo se esta­ble­cie­ron redes de pro­tec­ción social, sub­ven­cio­nes y exen­cio­nes fis­ca­les en Marrue­cos y Túnez, que reac­cio­na­ron con rapidez.

En Marrue­cos el fon­do espe­cial COVID-19, crea­do a media­dos de mar­zo, está des­ti­na­do a ase­gu­rar la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca por medio del apla­za­mien­to de las car­gas, las garan­tías y las pró­rro­gas de los prés­ta­mos, y del apo­yo finan­cie­ro a los emplea­dos de las empre­sas. En un prin­ci­pio este fon­do iba a ser de un impor­te de 1.000 millo­nes de euros, pero esta can­ti­dad se superó rápi­da­men­te gra­cias al aumen­to de las dona­cio­nes de acto­res pri­va­dos e ins­ti­tu­cio­na­les, y podría supe­rar los 3.200 millo­nes de euros, es decir, casi el 3 % del PIB. El Gobierno ha adop­ta­do ade­más una ini­cia­ti­va para apo­yar la eco­no­mía infor­mal median­te el esta­ble­ci­mien­to de una pla­ta­for­ma de decla­ra­ción on line o por SMS des­ti­na­da a los tra­ba­ja­do­res no decla­ra­dos. El minis­tro marro­quí de Finan­zas Moham­med Ben­chaâ­boun afir­ma que se apo­ya­rá a cua­tro millo­nes de hoga­res y que reci­bi­rán una ayu­da de unos cien dóla­res al mes, lo que supon­drá un gas­to de unos 1.600 millo­nes de dólares.

En Túnez el pri­mer minis­tro Elyes Fakh­fakh anun­ció el 21 de mar­zo un plan de apo­yo de 800 millo­nes de euros para pro­te­ger a las empre­sas y a las per­so­nas en paro. Se dedi­ca­rán 160 millo­nes a las per­so­nas que estén en paro téc­ni­co y a las 285.000 fami­lias más pobres.

Des­de las pri­me­ras sema­nas de abril la tele­vi­sión mos­tra­ba gran­des mul­ti­tu­des en bus­ca de la ayu­da esta­tal. En un país en el que el 40 % de la eco­no­mía sigue sien­do infor­mal muchos tune­ci­nos dudan de poder bene­fi­ciar­se de esta ayu­da. Por ejem­plo, los arte­sa­nos, que son esen­cia­les para la eco­no­mía del país pero que ya están exen­tos de car­gas, no podrán con­tar con esta ayu­da de 70 dóla­res por hogar, que no se sabe si se pro­rro­ga­rá en mayo, ni tam­po­co las per­so­nas en paro solteras.

En Arge­lia no se ha pre­vis­to nin­gún pre­su­pues­to glo­bal para hacer fren­te a la cri­sis. Las pri­me­ras medi­das adop­ta­das se refe­rían sobre todo a la fun­ción públi­ca y a las empre­sas esta­ta­les, don­de se invi­tó a más del 50 % de los efec­ti­vos a que­dar­se en casa mien­tras seguían reci­bien­do su sala­rio. Más tar­de se adop­ta­ron medi­das para apo­yar a las empre­sas pri­va­das y pre­ser­var el empleo. Ade­más del apla­za­mien­to del pago de los impues­tos y la eli­mi­na­ción de las san­cio­nes por la rea­li­za­ción de mer­ca­dos públi­cos, las empre­sas se bene­fi­cia­ron de un apla­za­mien­to has­ta sep­tiem­bre de la devo­lu­ción de los cré­di­tos bancarios.

En un con­tex­to eco­nó­mi­co más “pro­tec­tor” que el de los paí­ses veci­nos, debi­do a las fuer­tes sub­ven­cio­nes de los pro­duc­tos de pri­me­ra nece­si­dad y de los pre­cios de los car­bu­ran­tes y la elec­tri­ci­dad, el Gobierno tam­bién deci­dió con­ce­der en vís­pe­ras del Rama­dán una ayu­da de 10.000 dina­res (unos 80 dóla­res) a los hoga­res más nece­si­ta­dos iden­ti­fi­ca­dos por los ser­vi­cios socia­les de las comu­nas, sin espe­ci­fi­car cla­ra­men­te la can­ti­dad exac­ta de fami­lias que se podrían beneficiar.

El 11 de abril el think tank arge­lino Care con­si­de­ra­ba estas medi­das “muy insu­fi­cien­tes” e invi­ta­ba al gobierno a esta­ble­cer rápi­da­men­te un “ingre­so COVID-19” a bene­fi­cio de los tra­ba­ja­do­res del sec­tor pri­va­do pena­li­za­dos por las con­se­cuen­cias de la cri­sis sani­ta­ria. Los exper­tos de Care cal­cu­lan que se debe­ría pro­por­cio­nar una ayu­da finan­cie­ra direc­ta a casi cin­co millo­nes de tra­ba­ja­do­res pri­va­dos de ingre­sos duran­te el perío­do actual y cal­cu­lan el cos­to de esa medi­da en casi 150.000 millo­nes de dina­res (1.200 millo­nes de dólares).

Duran­te las últi­mas sema­nas el gobierno arge­lino ha empren­di­do con­sul­tas con las orga­ni­za­cio­nes patro­na­les y sin­di­ca­les para cali­brar y pre­ci­sar su plan de res­pues­ta a la cri­sis, pero a fecha de 18 de mayo no se había anun­cia­do nin­gu­na medi­da suplementaria.

La “situa­ción se va a vol­ver inso­por­ta­ble rápi­da­men­te”, comen­ta a Midd­le East Eye el eco­no­mis­ta arge­lino Mou­loud Hedir y aña­de: “Por aho­ra la cues­tión que se plan­tea es la de la resi­lien­cia de nues­tro sis­te­ma eco­nó­mi­co y su capa­ci­dad para hacer fren­te a esta cri­sis sin pre­ce­den­tes con el míni­mo de daño posi­ble”. Para este exper­to arge­lino “la sal­va­guar­da del teji­do eco­nó­mi­co exis­ten­te y de un míni­mo de poder adqui­si­ti­vo de las capas más vul­ne­ra­bles de la pobla­ción exi­ge medi­das más auda­ces que las adop­ta­das has­ta aho­ra”. Y en su opi­nión, “la polí­ti­ca eco­nó­mi­ca debe cam­biar ver­da­de­ra­men­te de mar­cha ante el tsu­na­mi que se avecina”.

La “segun­da olea­da” será social en el Magreb

Ins­cri­ta ya en el menú de la era pos­te­rior al COVID-19, la ges­tión de la muy deli­ca­da cues­tión del paro se anun­cia par­ti­cu­lar­men­te for­mi­da­ble en los paí­ses del Magreb. Para una can­ti­dad cada vez mayor de obser­va­do­res la cri­sis que se ave­ci­na en el hori­zon­te será ante todo una cri­sis social.

En su infor­me anual publi­ca­do el pasa­do mes de enero la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT) seña­la­ba ya que el nor­te de Áfri­ca era la región del mun­do más afec­ta­da por el paro con una tasa media del 12 % en 2019, fren­te a un poco más del 5 % de pro­me­dio mun­dial. La tasa de sub­em­pleo de las muje­res se cal­cu­la en casi el 40 % y el paro juve­nil, en par­ti­cu­lar entre los gra­dua­dos, supera el 30 % en varios paí­ses de la zona. La cri­sis actual no va a solu­cio­nar nada e inclu­so pue­de hacer que la situa­ción del mer­ca­do labo­ral sea crí­ti­ca en el con­jun­to del Magreb.

En un Túnez ya agi­ta­do por las per­sis­ten­tes ten­sio­nes socia­les cau­sa­das por el alto paro y el bajo nivel de vida, el exmi­nis­tro de Finan­zas Hakim Ben Ham­mou­da cal­cu­la que “la tasa de paro pasa­rá del 14,9 % a apro­xi­ma­da­men­te el 18,8 %” y que “solo en el vital sec­tor del turis­mo se podrían per­der varios cien­tos de miles de empleos este año”.

En sus pre­vi­sio­nes para Arge­lia el FMI se espe­ra­ba en abril un nue­vo aumen­to del paro, que este año debe­ría afec­tar al 15 % de la pobla­ción, fren­te al 11% en 2019.

El FMI advir­tió que en Marrue­cos la tasa de paro, que en 2019 era del 9,2%, aumen­ta­rá con la cri­sis del coro­na­vi­rus has­ta el 12,5 % en 2020.

Para hacer fren­te a esta situa­ción crí­ti­ca los gobier­nos de la zona has­ta aho­ra sólo han des­ple­ga­do medi­das de emer­gen­cia, cuyo impac­to sin duda no podrá exten­der­se más allá de junio debi­do a su carác­ter extre­ma­da­men­te cos­to­so. Una vez pasa­do el mes de junio las opcio­nes dis­po­ni­bles pare­cen cada vez más limitadas.

Sobre todo en Arge­lia y Túnez se ha uti­li­za­do mucho en los últi­mos años la con­tra­ta­ción en la fun­ción públi­ca para tra­tar de con­te­ner el paro juve­nil. Debi­do al alar­man­te esta­do de las finan­zas públi­cas no se podrá recu­rrir a esta opción en los pró­xi­mos años, pues­to que la can­ti­dad de fun­cio­na­rios públi­cos ya repre­sen­ta casi una cuar­ta par­te de la pobla­ción emplea­da y la masa sala­rial del Esta­do supera el 15 % del PIB en ambos países.

Aun­que muchas empre­sas públi­cas, que ya están en mal esta­do, ten­drán muchas difi­cul­ta­des para man­te­ner sus empleos y men­cio­nan pla­nes de des­pi­do, las espe­ran­zas de los gobier­nos de la región des­can­san en la capa­ci­dad del sec­tor pri­va­do para recu­pe­rar­se tras la cri­sis sanitaria.

En Arge­lia el exper­to finan­cie­ro y ban­que­ro Rachid Sekak se mues­tra escép­ti­co: “Aun­que toda­vía no se sabe cuán­to dura­rá la cri­sis, más de la mitad de las empre­sas pri­va­das del país no tie­nen acce­so a la finan­cia­ción ban­ca­ria y, por lo tan­to, no se podrán bene­fi­ciar del apo­yo de los ban­cos, con el que el gobierno pare­ce con­tar mucho”, indi­ca a MEE.

Para Mou­loud Hedir lo que pue­de que aumen­te una vez que se levan­te el con­fi­na­mien­to es el peso del sec­tor infor­mal: “El sec­tor pri­va­do for­mal se ha vis­to al menos favo­re­ci­do por algu­nas exen­cio­nes o apla­za­mien­tos de car­gos. En el sec­tor infor­mal, en cam­bio, una par­te impor­tan­te de la pobla­ción ha per­di­do gran par­te de sus ingre­sos en los últi­mos meses. Son millo­nes de per­so­nas tra­ba­ja­do­ras por las que hay que inte­re­sar­se más de lo que se ha hecho has­ta aho­ra, aun­que sólo sea por­que sin duda el sec­tor infor­mal cons­ti­tui­rá la prin­ci­pal vál­vu­la de esca­pe fren­te al paro gene­ra­li­za­do y por­que en el futu­ro habrá que des­ti­nar mejor las sub­ven­cio­nes del Esta­do si se quie­re evi­tar gran­des pro­ble­mas sociales”.

Las finan­zas públi­cas y la deu­da en terri­to­rio desconocido

La pri­me­ra reac­ción de los paí­ses del Magreb ante la cri­sis fue aumen­tar los gas­tos sani­ta­rios para pro­te­ger las vidas. Todos los gobier­nos anun­cia­ron tam­bién medi­das de apo­yo pre­su­pues­ta­rio a la acti­vi­dad económica.

Los défi­cit pre­su­pues­ta­rios podrían supe­rar el 10 % del PIB en la mayo­ría de los paí­ses. Según el FMI, Arge­lia podría tener el peor défi­cit pre­su­pues­ta­rio de la región (-20 % del PIB). Esto podría hacer explo­tar la deu­da de los Esta­dos. Ofi­cial­men­te la deu­da públi­ca de los paí­ses del Magreb ya había alcan­za­do unos nive­les muy altos mucho antes de la cri­sis actual.

Túnez se sitúa a la cabe­za, con una deu­da que a fina­les de 2019 se cal­cu­la­ba en un 75 % del PIB. Marrue­cos no está muy lejos con una deu­da esta­tal que se cal­cu­la en un 66 % del PIB. Inclu­so Arge­lia, que hace unos años era una excep­ción en la zona, está alcan­zan­do a sus veci­nos. La deu­da del Esta­do, esti­mu­la­da por los défi­cit pre­su­pues­ta­rios de dos dígi­tos acu­mu­la­dos des­de 2014, alcan­zó al menos el 50 % del PIB a fina­les de 2019.

El 15 de abril el Ban­co Mun­dial expre­sa­ba su preo­cu­pa­ción: “La via­bi­li­dad de la deu­da en la región MENA (1) será una cues­tión impor­tan­te que habrá que exa­mi­nar des­pués de la cri­sis. Los paí­ses de la región apli­can unas nor­mas muy varia­bles en mate­ria de comu­ni­ca­ción de los datos de la deu­da y los eco­no­mis­tas del Ban­co Mun­dial y otros ana­lis­tas exter­nos no tie­nen acce­so a infor­ma­cio­nes vita­les sobre muchos tipos de deu­das públicas”.

Con el amen­to de los défi­cit pre­vis­to en 2020 las finan­zas públi­cas de los paí­ses de la zona podrían encon­trar­se rápi­da­men­te en un terri­to­rio desconocido.

Aun­que en Túnez la ges­tión de la cri­sis requie­re una inter­ven­ción excep­cio­nal de los pode­res públi­cos, el mar­gen de manio­bra del gobierno es muy redu­ci­do debi­do a la fal­ta de recur­sos disponibles.

Foto: Túnez se bene­fi­cia­rá tam­bién de una ayu­da de 600 millo­nes de euros de la Unión Euro­pea en for­ma de un prés­ta­mo con­ce­sio­nal que ser­vi­rá para “refor­zar la resi­lien­ca de la eco­no­mía tune­ci­na” (AFP).

Como ha ocu­rri­do con fre­cuen­cia en el cur­so de los últi­mos años, Túnez se vuel­ve hacia la deu­da exte­rior. El 10 de abril el FMI anun­ció una finan­cia­ción de 743 millo­nes de dóla­res para “ayu­dar al país en la lucha con­tra el COVID-19”. Túnez se bene­fi­cia­rá tam­bién de una ayu­da de 600 millo­nes de euros de la Unión Euro­pea en for­ma de un prés­ta­mo con­ce­sio­nal que ser­vi­rá para “refor­zar la resi­lien­ca de la eco­no­mía tunecina”.

Unas pro­yec­cio­nes alar­man­tes alar­man­tes evo­can aho­ra una deu­da públi­ca que podría alcan­zar rápi­da­men­te o inclu­so supe­rar el 100 % del PIB. Antes de la cri­sis actual solo la deu­da exte­rior se ele­va­ba ya a 25.000 millo­nes de euros. Pero, sobre todo, el ser­vi­cio de la deu­da se ha más que dobla­do des­de la “pri­ma­ve­ra” tune­ci­na has­ta alcan­zar los 2.200 millo­nes de euros al año. Las aso­cia­cio­nes tune­ci­nas galar­do­na­das con el Pre­mio Nobel de la Paz de 2015 afir­ma­ron hace unos días que “el ser­vi­cio de la deu­da se vuel­ve inso­por­ta­ble en tiem­pos de paz. Pue­de asfi­xiar­nos en la gue­rra que libra­mos con­tra el coronavirus”.

Marrue­cos, por su par­te, cuya ges­tión de las finan­zas públi­cas era, sin embar­go, una de las más sanas de la zona has­ta el momen­to, tam­po­co podrá salir de esta situa­ción sin recu­rrir al endeu­da­mien­to exte­rior. Tras haber obte­ni­do un prés­ta­mo del Ban­co Mun­dial de 275 millo­nes de dóla­res des­ti­na­do a la ges­tión de los ries­gos de la catás­tro­fe, Marrue­cos acu­dió al FMI y el 7 de abril soli­ci­tó a la Línea de Pre­cau­ción y Liqui­dez (PLL) de este orga­nis­mo inter­na­cio­nal una suma equi­va­len­te a casi 3.000 millo­nes de dóla­res reem­bol­sa­ble en un perío­do de cin­co años. Muchas per­so­na­li­da­des piden aho­ra al gobierno marro­quí que olvi­de la orto­do­xia pre­su­pues­ta­ria aban­do­na­da por los paí­ses más libe­ra­les y deje el endeu­da­mien­to para apo­yar la recu­pe­ra­ción de la economía.

A prin­ci­pios de mayo Arge­lia seguía mos­tran­do su excep­cio­na­li­dad al negar­se fir­me­men­te, por boca del Pre­si­den­te Teb­bou­ne, a recu­rrir a la deu­da exter­na y a la asis­ten­cia de las ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras inter­na­cio­na­les. Ade­más, la reser­va de divi­sas, que se cal­cu­la­ban en poco más de 60.000 millo­nes de dóla­res a fina­les de 2019, favo­re­ce esta pos­tu­ra. No obs­tan­te, una ley de finan­zas rec­ti­fi­ca­ti­va adop­ta­da por el gobierno a prin­ci­pios de mayo pre­vé que con­ti­núe el gas­to de estas divi­sas que, según cálcu­los ofi­cia­les, se debe­rían redu­cir a 44.000 millo­nes de dóla­res para fines de 2020 a pesar del esta­ble­ci­mien­to de una polí­ti­ca de aus­te­ri­dad cuyo obje­ti­vo es dis­mi­nuir las impor­ta­cio­nes en un 30% e impo­ner un seve­ro recor­te al pre­su­pues­to del Esta­do que, sin embar­go, sigue pre­sen­tan­do un défi­cit de dos dígitos.

Estas pre­vi­sio­nes del gobierno arge­lino cla­ra­men­te no han con­ven­ci­do al FMI y al Ban­co Mun­dial, que anun­cian una reduc­ción mucho mayor de las reser­vas de divi­sas y un aumen­to sig­ni­fi­ca­ti­vo de la deu­da inter­na, que podría supe­rar el 60% del PIB a fina­les del año en curso.

La cri­sis pue­de ace­le­rar el cambio

Las pers­pec­ti­vas eco­nó­mi­cas para la zona son más bien som­brías: paro gene­ra­li­za­do, aumen­to del défi­cit públi­co, explo­sión de la deu­da de los Esta­dos, tan­to más cuan­to que la reduc­ción del mar­gen de manio­bra finan­cie­ra de los paí­ses del Magreb y el aumen­to de su depen­den­cia res­pec­to a los pro­vee­do­res de fon­dos inter­na­cio­na­les pue­den impo­ner un aumen­to y gene­ra­li­za­ción de las polí­ti­cas de aus­te­ri­dad en los pró­xi­mos meses.

Se tra­ta de la mis­ma situa­ción que antes, pero peor. ¿Es este el des­tino eco­nó­mi­co pro­me­ti­do a los ciu­da­da­nos magre­bíes tras la cri­sis del coro­na­vi­rus? No nece­sa­ria­men­te o, en cual­quier caso, no sola­men­te. Muchos ana­lis­tas de la zona tra­tan ya de exa­mi­nar las “opor­tu­ni­da­des” que ofre­ce la cri­sis y creen ver en ella un posi­ble “ace­le­ra­dor del cam­bio” que a lar­go pla­zo podría refor­zar la soli­dez de las eco­no­mías loca­les y su resi­len­cia ante los cho­ques exter­nos. Se men­cio­nan muchas pis­tas. Rachid Sekak defien­de des­de hace tiem­po la ace­le­ra­ción de las refor­mas eco­nó­mi­cas en Arge­lia. Seña­la que “en Arge­lia, como en otros paí­ses de la región, nun­ca se ha empren­di­do nin­gún cam­bio eco­nó­mi­co impor­tan­te sin una fuer­te pre­sión exter­na. En caun­to la res­tric­ción pre­su­pues­ta­ria se una al ago­ta­mien­to de las reser­vas de divi­sas y/​o al endeu­da­mien­to externo, serán inevi­ta­bles los ajus­tes eco­nó­mi­cos que no se han hecho des­de hace casi una déca­da, con todo su cos­te social. Será el cos­te de las estu­pi­de­ces del pasa­do”, afirma.

Con un tras­fon­do de preo­cu­pa­ción ante una posi­ble ten­sión en el comer­cio inter­na­cio­nal de los pro­duc­tos agrí­co­las de base Mou­loud Hedir expli­ca MEE que en un país como Arge­lia la cri­sis actual podría lle­var, ade­más, a “replan­tear­se la estra­te­gia en mate­ria de inde­pen­den­cia ali­men­ta­ria”, a con­di­ción, aña­de, de “revi­sar com­ple­ta­men­te el sis­te­ma de pre­cios de las sub­ven­cio­nes. Con el sis­te­ma de pre­cios actual que ape­nas cubre una ter­ce­ra par­te del cos­te de pro­duc­ción de los pro­duc­tos bási­cos es impo­si­ble relan­zar la pro­duc­ción agrícola”.

La mis­ma preo­cu­pa­ción de refor­zar la inde­pen­den­cia ali­men­ta­ria exis­te en Túnez, don­de la inves­ti­ga­do­ra Lay­la Riahi pre­co­ni­za unas medi­das que sean “la base de una eco­no­mía sobe­ra­na” que, en su opi­nión, pasa­rá por “el reco­no­ci­mien­to pleno de la eco­no­mía infor­mal y su inte­gra­ción en el sis­te­ma de segu­ri­dad social del país, pero tam­bién por el res­ca­te del sec­tor agrí­co­la”, que será posi­ble gra­cias a “una mora­to­ria de las deu­das de los agri­cul­to­res y a la revi­sión del pre­cio de los cerea­les y de los pro­duc­tos fres­cos garan­ti­zan­do un mar­gen sufi­cien­te a los productores”.

El tema últi­ma­men­te en boga de una posi­ble relo­ca­li­za­ción de varias indus­trias dema­sia­do depen­dien­tes del gigan­te chino tam­bién ins­pi­ra al exper­to tune­cino Sami Saya, que cree que “es fun­da­men­tal vol­ver a colo­car a Túnez en el radar de los inver­so­res inter­na­cio­na­les”. A modo de ejem­plo des­ta­ca que “entre el 60 % y el 80 % de los prin­ci­pios acti­vos de los medi­ca­men­tos ven­di­dos en las ofi­ci­nas euro­peas se pro­du­cen en Chi­na, lo que impli­ca una pér­di­da de sobe­ra­nía para estos paí­ses que, por otra par­te, sufren regu­lar­men­te esca­sez de medi­ca­men­tos. Ahí se ve una ver­da­de­ra opor­tu­ni­dad para la indus­tria far­ma­céu­ti­ca tune­ci­na, que debe­ría ser capaz de refor­zar sus aso­cia­cio­nes con los fabri­can­tes euro­peos, sobre todo por medio de sub­con­tra­tas”, subraya.

Pero lo que pare­ce la vía más pro­me­te­do­ra es sobre todo la “trans­for­ma­ción digi­tal” de las eco­no­mías de la zona. Muchos comen­ta­ris­tas están impre­sio­na­dos por los rápi­dos pro­gre­sos que las admi­nis­tra­cio­nes nacio­na­les y los ser­vi­cios finan­cie­ros han rea­li­za­do en este ámbi­to en los últi­mos meses. “El sal­to cuán­ti­co rea­li­za­do por la admi­nis­tra­ción tune­ci­na en mate­ria de digi­ta­li­za­ción de las ope­ra­cio­nes y pro­ce­sos des­de el comien­zo de la pan­de­mia reve­la que la len­ti­tud obser­va­da en los últi­mos años en la trans­for­ma­ción digi­tal de los ser­vi­cios públi­cos se debe más a una fuer­te resis­ten­cia al cam­bio por par­te de los ope­ra­do­res públi­cos que a ver­da­de­ras limi­ta­cio­nes téc­ni­cas, de com­pe­ten­cias o de pre­su­pues­to», seña­la Sami Saya.

En Marrue­cos los ana­lis­tas de Atti­ja­ri Glo­bal Research han exa­mi­na­do los sec­to­res que se bene­fi­cian de una nue­va diná­mi­ca de cre­ci­mien­to debi­do a la cri­sis y citan en pri­mer lugar las tele­co­mu­ni­ca­cio­nes, que se bene­fi­cian de la fuer­te deman­da vin­cu­la­da al con­fi­na­mien­to. Así, el con­su­mo de datos móvi­les ha aumen­ta­do en un 50 %, mien­tras que la acti­vi­dad de las líneas fijas y de Inter­net tam­bién ha teni­do un fuer­te aumen­to. Los exper­tos marro­quíes creen que esta diná­mi­ca de cre­ci­mien­to debe­ría con­ti­nuar en el perío­do pos­te­rior a la cri­sis y pre­vén que con­ti­nua­rá esta trans­for­ma­ción digi­tal y su amplia­ción a otros ámbi­tos de apli­ca­ción, como el pago con el telé­fono móvil, la edu­ca­ción on line e inclu­so la medi­ci­na on line.

¿Se tra­ta de una pesa­di­lla eco­nó­mi­ca y social o de una opor­tu­ni­dad de moder­ni­za­ción? El futu­ro depen­de­rá de la dura­ción de la cri­sis y de la impor­tan­cia de su cos­te finan­cie­ro, toda­vía des­co­no­ci­do. Tam­bién depen­de­rá de la capa­ci­dad de res­pues­ta de los acto­res eco­nó­mi­cos y de la cali­dad de la ges­tión de los Esta­dos de la zona.

Has­san Had­dou­che es un perio­dis­ta arge­lino. Tras hacer estu­dios de eco­no­mía en Fran­cia y Arge­lia, empe­zó su carre­ra en la ense­ñan­za supe­rior antes de empe­zar a tra­ba­jar en la pren­sa nacio­nal a prin­ci­pios de la déca­da de 1990. Ha cola­bo­ra­do con muchos dia­rios arge­li­nos (L’ObservateurLa Tri­bu­neLa NationLiber­té) y pági­nas web arge­li­nas (Magh­reb émer­gent, TSA).

Nota:

(1) MENA es un acró­ni­mo del inglés para refe­rir­se Orien­te Pró­xi­mo y el nor­te de Áfri­ca, “Midd­le East and North Afri­ca” (N. de la t.).

Fuen­tes:  https://​www​.midd​leeas​te​ye​.net/​f​r​/​d​e​c​r​y​p​t​a​g​e​s​/​c​o​r​o​n​a​v​i​r​u​s​-​a​l​g​e​r​i​e​-​m​a​r​o​c​-​t​u​n​i​s​i​e​-​e​c​o​n​o​mie

Midd­le East Eye, Rebelión

Tra­du­ci­do del fran­cés para Rebe­lión por Bea­triz Mora­les Bastos

Itu­rria /​Fuen­te

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