Por Graciela Ramírez, corresponsalía de RL en Cuba, 29 mayo 2020
Hoy quiero dedicar este espacio a un amigo, un compañero que se nos fue demasiado rápido este 28 de mayo a primeras horas de la tarde. Muchos de ustedes lo conocen y aprecian. Herminio Camacho, subdirector del periódico Juventud Rebelde. Decir amigo y compañero son dos palabras grandes, así era Herminio con su equipo de trabajo y con las relaciones de amistad que naturalmente surgían. Fiel a la Revolución y a cada tarea que asumía. Un gran editor con una capacidad de trabajo y organización enorme, podía pasarse días corrigiendo, editando y confirmando una fuente, mientras coordinaba una cantidad de tareas propias del periódico que desde hace años codirigía. Pero por sobre todas sus cualidades como profesional y dirigente, era un gran ser humano, de los que siempre está dispuesto a ayudar al otro. Herminio escuchaba con los ojos del alma y el corazón.
Disfrutaba los logros de los demás, que en muchas ocasiones había ayudado a alcanzar, postergando los propios. Nunca una queja, ni siquiera estando gravemente enfermo. Fue estoico en todo, hasta para irse. Amaba su trabajo en el periódico y a sus compañeros, a la Editorial Abril que también dirigió, a sus hijos, su madre, a sus amigos. Herminio estaba en pleno desarrollo de su vida, tenía 56 años y tanto para dar. Junto a la tristeza de su partida, que se hace mucho más intensa por la imposibilidad física de acompañar a su familia y compañeros de Juventud Rebelde, en esta situación de obligado distanciamiento social por la pandemia, donde no podemos darnos el abrazo sentido que todos necesitamos ante una gran pérdida como esta, cuando Yoerky Sanchez director de JR con enorme tristeza tuvo la delicadeza de avisarme hoy que se nos había ido el querido amigo, sentí una profunda tristeza, por todo lo que esa maldita enfermedad le prohibió vivir a Herminio. Por su hija Natalí que no pudo estar aquí para despedirlo. Por el vacío que nos dejan las ausencias de un ser humano profundamente bueno como él.Y solo encuentro en la letra de Miguel Hernández las palabras que quisiera decirle
..No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Herminio Camacho (con camiseta negra con José Martí), con nuestros compañeros: Beatriz Santamaria Trujillo, Pablo L Gonzalez Justo, Alberto Patricio Reyes Reyes, Bassel Salem, Evelio Quevedo, Hernando Calvo Ospina, Juancho y su esposa. De Cuba, Chile, Colombia, Francia, y Palestina en el encuentro realizado en Guantánamo, por la Paz, contra las Bases Militares en la región y el mundo. Herminio era también internacionalismo.