Resumen Latinoamericano, 08 de junio de 2020
La municipalidad de Minneapolis se comprometió el domingo a desmantelar su departamento de policía y reconstruirlo, después de que la muerte de George Floyd desatara protestas en todo el país contra el racismo policial e impulsara el tema en la agenda política de Estados Unidos.
Floyd, un ciudadano negro, murió hace dos
semanas cuando un policía blanco de Minneapolis, Derek Chauvin,
presionó su rodilla contra el cuello de este hombre por cerca de nueve minutos.
El oficial fue acusado de asesinato en segundo grado y comparecerá este lunes
ante la corte.
«Nos comprometimos a desmantelar
la policía tal como la conocemos en la ciudad de Minneapolis y a
reconstruir con nuestra comunidad un nuevo modelo de seguridad pública que
realmente mantenga a salvo a nuestra comunidad», dijo a CNN la presidenta
del concejo municipal, Lisa Bender.
Sin embargo, el alcalde de Minneapolis,
Jacob Frey, se opone a deshacerse del departamento, y el jefe del poderoso
sindicato de policía de la ciudad, Bob Kroll, apareció el año pasado
en un acto junto al presidente Donald Trump.
La promesa de la mayoría de los
concejales se dio un día después de que Frey fuera abucheado en un mitin en el
que se pedía dejar de financiar a la policía. Más tarde dijo a la AFP que
apoyaba «una amplia reforma estructural para revisar este sistema
estructuralmente racista», pero no «abolir todo el departamento
de policía».
Un video del incidente del 25 de mayo,
que captó a Floyd llamando a su madre y diciendo que no podía respirar, ha
provocado dos semanas de manifestaciones mayormente pacíficas dentro y fuera
del país.
Las protestas continuaron el domingo en
Estados Unidos y los manifestantes comenzaron a centrar su indignación inicial
por la muerte de Floyd en demandas de reforma policial y justicia social.
Mitt Romney, senador republicano por
Utah, se unió a un grupo de cristianos que marcharon hacia la Casa Blanca.
Tuiteó fotos suyas en la manifestación con el mensaje «Black Lives
Matter» (Las Vidas de los Negros Importan).
La dureza con que Trump decidió sofocar
las protestas continuaba provocando inusuales críticas de militares de alto
rango retirados.
El exsecretario de Estado Colin Powell
señaló el domingo que Trump se «había alejado» de la Constitución.
Powell, un republicano moderado, dijo que
Trump ha debilitado la posición de Estados Unidos en el mundo y que en la
elección presidencial de noviembre apoyará al demócrata Joe Biden.
«No
es un campo de batalla»
Por su parte, Condoleezza Rice, quien
sucedió a Powell como secretaria de Estado bajo la presidencia de George W.
Bush (2001−2009), dijo en CBS que aconsejaría a Trump contra el uso de
militares para contener las protestas pacíficas.
«Este no es un campo de
batalla», subrayó Rice, primera mujer afroamericana en ser secretaria de
Estado.
El presidente ordenó que la Guardia
Nacional comience a retirarse de la capital.
La alcaldesa demócrata de Washington,
Muriel Bowser, que se opuso a Trump por usar la fuerza en su ciudad, dijo a Fox
News que el sábado no hubo arrestos, a pesar de las multitudinarias protestas
en la capital.
La semana pasada sí hubo incendios y
vandalismo.
Funcionarios del gobierno defendieron su
enfoque frente a los disturbios, y el secretario interino de seguridad
nacional, Chad Wolf, le dijo a ABC que Washington se había transformado en
«una ciudad fuera de control».
El gobierno aún no ha propuesto ningún
cambio de política específico, pero se espera que el Caucus Negro del Congreso
(CBC), formado por miembros del Partido Demócrata, presente una legislación
diseñada para que la policía sea más responsable legalmente de sus
acciones.
El proyecto incluiría medidas para
facilitar las demandas contra agentes de policía por incidentes
mortales; prohibir el tipo de táctica de inmovilización que condujo a la muerte
de Floyd por asfixia; exigir el uso de cámaras corporales por parte de los
oficiales y establecer una base de datos nacional para registrar la mala
conducta de policías.
«Mucho
trabajo por hacer»
Una miembro de ese grupo, la legisladora
Val Demings, que suena como posible compañera de fórmula presidencial de Biden,
explicó el domingo algunos de los cambios que cree necesarios.
«Tenemos mucho trabajo por hacer, y
el racismo sistémico es siempre el fantasma», dijo Demings, exjefa
de policía en Orlando, Florida, a la cadena ABC.
«Lo que tenemos que hacer como
nación es responsabilizar (penalmente) a la policía, proporcionar la
supervisión necesaria para hacerlo, observar los estándares de capacitación,
analizar las políticas de uso de la fuerza, analizar a quién estamos
contratando, analizar la diversidad» y elaborar legislación para
garantizar la reforma.
Algunas jurisdicciones ya han introducido
reformas, empezando con la prohibición del uso de gas lacrimógeno y balas de
goma contra los manifestantes.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio,
dijo el domingo que recortaría el presupuesto para la policía de la
ciudad y destinaría algunos fondos para jóvenes y servicios sociales, según los
medios locales.
Trump tiene prevista el lunes una mesa
redonda con las fuerzas del orden.
Biden, quien ha acusado a Trump de avivar
«las llamas del odio», planea en tanto viajar a Houston el lunes para
visitar a la familia de Floyd. También grabará un mensaje para su funeral el
martes.