Hilargi Jaunarena (miembro de Etxerat):
«Desde Etxerat, nos vemos de nuevo en la obligación de denunciar ante la opinión pública las consecuencias de la criminal política penitenciaria vigente. El pasado mes de mayo, decenas de nuestros familiares fueron trasladados de una cárcel española a otra. El Ministro español Rubalcaba tuvo la desvergüenza de cifrar en 14 los traslados y mencionar la palabra “laboratorio” para referirse a dos prisiones.
Miente. Una vez más. Entre el pasado mes de Mayo y la primera semana de Junio, Los cambios de destino ascienden hasta 73. En muchos de los casos, además, presos y presas políticas vascas han sido alejados, otros han sido cundados mientras realizaban algún tipo de protesta y la situación genera una enorme inquietud entre todos los allegados del o la presa política vasca.
¿Qué supone un traslado? Estar cerca de dos semanas sin tener noticia alguna sobre nuestro familiar encarcelado. Que el preso pase por varias prisiones hasta llegar a su destino final. Todos sus derechos son vulnerados, las condiciones durante los viajes en furgón policial son pésimas y en muchos casos, al llegar, el comprobar que buena parte de tus pertenencias han sido robadas o extraviadas.
Pone en riesgo las vidas y el estado de salud de nuestros familiares y es algo que no podemos permitir y de lo que debemos alertar a toda la sociedad vasca.
La política penitenciaria en si es un laboratorio represivo lleno de nuevas medidas que buscan aislar por completo al preso y la presa política vasca de todo su entorno social, afectivo, cultural e ideológico. Se trata de un chantaje permanente contra los y las presas políticas vascas pero también contra nosotros y nosotras, los familiares, amigos y amigas.
Un chantaje permanente que tiene como meta conseguir los objetivos políticos del Estado. Y para ello, continúan dando vueltas de tuerca a ese laboratorio represivo que supone la política penitenciaria. Empezando por la dispersión. Una medida que mata. Este mismo fin de semana, tres allegados de la presa política Sonia Jacinto han sufrido un accidente a la vuelta de la prisión de Estremera. Todos tienen golpes por todo el cuerpo, a uno le han tenido que poner un collarín y pasaron varias horas en el Hospital. Están de baja en sus casas y el vehículo quedó completamente destrozado.
Chantaje como que le han pretendido aplicar a Nahaia Aguado en Langraitz. La presa política de Sestao fue trasladada a la prisión alavesa debido al difícil estado de salud por el que atraviesa su abuela. Sin embargo, una vez allí, un funcionario ha intentado obligarla a firmar un papel de arrepentimiento y autoinculpación. Cabe recordar que Nahaia fue detenida en la redada contra 36 jóvenes el pasado mes de noviembre, que la mayoría de ellos y ellas denunciaron haber sufrido torturas, y que se encuentran en régimen de prisión preventiva y sin haber sido juzgados.
Y podemos seguir, porque en algunas prisiones se siguen perdiendo vis a vis debido a los intentos de cacheo humillante y vamos camino de los nueves meses con esa situación. Nueve meses durante los que se han perdido miles de vis a vis. Nueve meses de abrazos, caricias y besos robados. Encima, ahora, pretenden limitar el tiempo para solicitar las visitas y el número de personas, hijas e hijos incluido, que puede acceder a un vis a vis.
Asimismo, desde Etxerat queremos enviar un abrazo solidario y afectivo a las y los presos políticos vascos de las 14 prisiones que han emprendido una nueva dinámica de lucha, dentro de la lucha global que está llevando el Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas desde el inicio de 2010.
Finalmente, nos reiteramos en nuestro compromiso de tocar todas las puertas necesarias en Euskal Herria y en diferentes ámbitos internacionales para que los derechos de nuestros familiares, amigos y amigas sean respetados y articular la capacidad movilizadora de la sociedad en ese sentido. Buen ejemplo de ello es la marcha organizada desde Navarra hasta las prisiones de Puerto de Santa María este próximo viernes 11 de junio. Hacemos un llamamiento a tomar parte en la misma.»