Por Pablo Jofré Leal, Resumen Latinoamericano, 20 junio 2020
El
gobierno boliviano, a contrapelo de lo que han sido los últimos tres lustros,
ha decidido volcar todas sus fichas, en el marco de su política exterior, en
cobijarse bajo las faldas de Estados Unidos y lo que ese país le marque en
materia internacional.
El objetivo de aquellos
que administran hoy a Bolivia resulta evidente: restaurar plenamente el
proyecto neoliberal, a través del apoyo que le está brindando Estados Unidos
con sus organizaciones gubernamentales en temas sociales y de combate a las
drogas, además del trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los
préstamos (en este caso la aprobación de 327 millones de dólares durante el mes
de abril) que suelen hipotecar el futuro de las naciones exigiendo ajustes
estructurales, privatización de las empresas públicas, jibarizar el tamaño del Estado
entre otras demandas. Tal idea lleva aparejado el favorecer a los grupos económicos
bolivianos y transnacionales: financieros, comerciales, terratenientes y al
mismo tiempo, otorgar franquicias favorables, a las empresas extranjeras
vinculadas, fundamentalmente, a la industria petrolera y minera, que vuelven a
convertir a Bolivia en un botín de guerra.
El
gobierno de facto de Jeanine Añez ha dado un giro en 180 º en todos los
aspectos que el gobierno del MAS había efectuado en casi 14 años de mandato:
política energética, protección social, educación y en el aspecto internacional
con esa mirada que se tenía, más volcada a Sudamérica con relaciones plenas con
Venezuela, Cuba, Nicaragua y potencias extranjeras rivales de Washington, entre
otras. Hoy, el panorama es distinto y lo seguirá siendo a menos, que en las
próximas elecciones presidenciales quien triunfe decida otro camino o un
retorno a aquella senda que parece haberle dado estabilidad a Bolivia.
Estas
postergadas elecciones están teniendo un camino sinuoso, que deja al
descubierto el deseo del gobierno de facto de no abandonar el poder. El
presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de la nación altiplánica, Salvador
Romero, informó que las elecciones se realizarán el día 6 de septiembre próximo.
Decisión que contó con el inmediato rechazo del gobierno y los poderes fácticos
en Bolivia. Recordemos, que estos cómicos ya han sufrido dos cambios, ya que el
día 22 de enero, fecha establecida constitucionalmente para llevar a cabo las
elecciones presidenciales tras la renuncia del ex presidente Evo Morales; la
presidenta de facto, en un acto absolutamente ilegal se auto prorrogó el
mandato hasta el día 3 de mayo. Ese día de mayo, Añez volvió a aplazar – sin
definir fecha – los comicios, tomando como excusa la pandemia por el Covid 19.
Fue en ese escenario, que el TSE estableció el día 6 de septiembre, para llevar
a cabo este ejercicio electoral.
Fecha,
que estas alturas no parece tampoco definitiva, considerando que seguramente el
TSE sufrirá presiones para modificar su decisión, sobre todo porque el gobierno
de Añez y el circulo político y militar que la rodea, han dado claras señales
que no desean dejar el poder. Para fortalecer esa posición de continuidad del
actual gobierno, pueden darse varias excusas: primero, apelar a la gravedad de
la pandemia y los efectos sanitarios y económicos que la enfermedad tare
aparejada. Segundo, recusar a alguno de los candidatos, bajo la modalidad de
presentar acusaciones vinculadas a la administración anterior y del cual tanto el
binomio conformado por Luis Arce para la presidencia y David Choquehuanca fueron
parte de los gobiernos del MAS. Para quien desea perpetuarse autocráticamente todas
las artimañas son posible.
El
gobierno de Añez ha dado muestras quelo suyo
es la ambición por el poder, incluso
violando todas las promesas efectuadas cuando juro como presidenta interina: sin
quorum de la cámara baja y menos aún en la primera línea sucesoria establecida
por la constitución. Añez está a la cabeza del ejecutivo pero no gobierna, eso
lo hace una casta de políticos y empresarios, que han decidido saquear al país
y volver a resituarlo en la esfera de influencia de Washington. Incluso si ello
significa mostrar la peor cara de la corrupción. Un
comentario publicado por The New York Times aseguraba que Añez, a tres meses en
el cargo, ‘ha mostrado ser una figura sedienta de poder que busca permanecer en
la presidencia más allá de lo acordado y usa métodos peligrosos para la
institucionalidad del país’. Mientras el
diario británico Financial Times publicó un editorial, en el que considera la
candidatura una amenaza al futuro democrático del país por lo demostrado en
estos meses de gestión.
Esta
conducta depredadora es parte del ADN de este interinato a la fuerza. No en
balde Añez y los suyos, en estos escasos 8 meses de gobierno ya tiene, al
menos, 35 acusaciones por actos de corrupción en los más diversos ámbitos:
nepotismo, abuso de confianza, sobornos, pago de facturas sobrevaloradas en
adquisiciones médicas. Las denuncias respecto a los negociados y la corrupción
galopante en importantes empresas estatales bolivianas dan luces que al país se
le están poniendo ruedas, pero no para avanzar al desarrollo y el beneficio
social, sino para que sea más fácil llevarse, metafóricamente, estas empresas a
las oficinas y casas de los grupos que hoy dominan en el país sudamericano. Ambiciones
por tener un trozo de la tajada estatal que significa el litio, las telecomunicaciones,
el petróleo y gas, la aviación estatal, electricidad, todo aquello que resulta
altamente ventajoso para los privados en materia de réditos a corto plazo.
Un
gobierno como el de Añez, que ha negociado la vuelta de la Oficina de
Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
Autorizar la vuelta de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional USAID por sus siglas en inglés) y que representa la punta de lanza
no militar de los procesos, ya sea de desestabilización de gobiernos
considerados enemigos de Washington o apuntalar a políticos, periodistas, funcionarios
de gobierno, en la idea de controlar la vida de las sociedades donde trabaja. A la par de esta reinstalación de oficinas
clásicas de las administraciones estadounidenses destinadas a garantizar sus
intereses, se han generado decisiones que van en la línea de concretar el aislamiento
de todos aquellos gobiernos contrarios a Washington.
En las últimas semanas en Bolivia, la USAID junto a la NED,
la denominada Fundación Nacional para la
Democracia, que a través de millonarios presupuestos promueve, en todo el
mundo, a iniciativa del congreso estadounidenses, proyectos enmarcados en promover
la democracia liberal estadounidenses, como es el caso de esta Bolivia que
parece volar a los brazos del liberalismo. En este caso se trabaja en el programa,
ya clásico en las intervenciones estadounidenses en el mundo denominado
“promoción de la democracia”. Es tan profunda la injerencia estadounidense en Bolivia
que el consejero político principal de Añez es el agente de la CIA Erick
Foronda. Como afirma
el analista Ernesto Eterno “Nunca
antes la CIA había gobernado un país desde la misma silla presidencial como
ahora, incluso perdiendo hasta las formas más elementales, en su larga historia
de injerencia y crimen en Bolivia”
La
presencia e influjo estadounidense resulta escandalosamente evidente. El
gobierno de Añez a poco de tomar el control del país rompió relaciones
diplomáticas y expulsó a funcionarios y ciudadanos de Venezuela y Cuba, para
posteriormente entrar en una etapa de que ha significado también romper relaciones
con Nicaragua y la República Islámica de Irán. En el plano económico su
dependencia se evidenció al solicitar el mencionado préstamo al FMI, cuya
trazabilidad no ha sido posible seguirla pues no existe información sobre en
qué se gastará, en que sectores se va a invertir o servirá simplemente para
transformarse en esos clásicos programas económicos de ayuda, que sirven para
financiar la corrupción y el saqueo de las empresas públicas a través de
procesos de privatización, que bien conocemos en Latinoamérica.
Ya a
fines de noviembre del año 2019, recién asumida en su cargo de facto, la Sra.
Jeaninne Añez señaló que Bolivia tendría un giro radical en las posiciones que
su país estaba llevando a cabo en materia internacional. Lo prioridad estuvo en
reestablecer relaciones diplomáticas plenas con Estados Unidos ya que, según la
canciller Karen Longaric “ese deterioro ha afectado a la imagen de Bolivia pero
sobre todo ha afectado a nuestros intereses económicos y comerciales” Una Bolivia
que además comenzó a estrechar contactos con el régimen sionista y el gobierno
de Jair Bolsonaro en Brasil. Desconociendo de paso al gobierno de Nicolás
Maduro en Venezuela, saliendo del Alba e ingresando al desestabilizador y
desprestigiado Grupo de Lima. Tuvo serios roces diplomáticos con España y México
a partir de la persecución política al ex presidente Evo Morales, que implicó
la vigilancia de las embajadas de estos dos países, incluso con expulsión de
funcionario diplomáticos de ambos lados.
En siete
meses de mandato de facto la Sra. Añez ha tomado medidas absolutamente contrarias
a su promesa respecto a la transitoriedad de su estadía en el palacio de
gobierno. Sostuvo que no se iba a presentar a las elecciones y lo ha hecho. Sostuvo
que el gobierno era de transición y ya ven, se mantiene con apoyo de la derecha
boliviana y Estados Unidos(1) Ha retomado relaciones plenas con Estados Unidos. Ha
estrechado lazos con el sionismo solicitando ayuda para combatir a los
movimientos de izquierda (ya que son favorables a Palestina) (2).
Rompió relaciones con Venezuela y Cuba, expulsando
cooperantes (3). Tal como lo sostuve anteriormente se está trabajando por el retorno de
la DEA. Esto se traduce en conversaciones tenidas con altos mandos de ese departamento,
que según los críticos del gobierno de Añez van encaminándose a lograr
impunidad para familiares de la presidenta, involucrados en narcotráfico(4)
El pasado
4 de junio, en un paso más de distanciamiento de aquellos países que mantuvieron
relaciones cordiales con el anterior gobierno boliviano presidio por Evo
Morales, la actual presidenta de facto, Jeanine Añez anunció el cierre de sus embajadas
en Nicaragua e Irán. El argumento esgrimido por la Sra. Añez fue que con ese
cierre se podrían destinar fondos para la lucha contra el Covid 19 y que
«No tenemos nada contra estos países y pueblos, nobles y hermanos, que
respetamos y son amigos», argumentó. Con la República islámica de Irán, la
administración del ex presidente Morales había firmado una decena de acuerdos
en áreas como salud, defensa, investigación, minería y cooperación industrial. Es incuestionable que las órdenes vinieron
desde Washington.
Resulta
innegable, más allá de las palabras de buena crianza de Añez, que Palacio
Quemado está recibiendo fuertes presiones desde Washington y está desarrollando
una política exterior, en dirección totalmente opuesta (5) a la que se llevó durante casi catorce años en los gobiernos del MAS.
Es un retorno de Bolivia, al rebaño dócil que maneja el pastor estadounidense y
no sería extraño constatar que las promesas de llevar al país altiplánico por
el camino nuevamente de la democracia comiencen a chocar con los intereses
económicos internos y externos. Unido lo anterior a las propias pretensiones y
la defensa de sus derechos conquistados de una población boliviana, que dista
mucho de ser aquella que solía mirar, décadas atrás, los cambios en Palacio
Quemado, sin tener mucha participación.
Volver al redil estadounidense y a lo que ello implica puede llevar a Bolivia
a un conflicto social de gran envergadura.
Pablo
Jofré Leal
www.segundopaso.es
- https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/12/17/donald-trump-declaro-su-apoyo-a-jeanine-anez-en-bolivia-en-su-mision-de-asegurar-una-transicion-democratica-pacifica-a-traves-de-elecciones-libres/
- https://www.hispantv.com/noticias/bolivia/443916/anez-israel-combatir-izquierda
- https://www.dw.com/es/bolivia-rompe-relaciones-con-venezuela-y-se-retira-de-la-alianza-bolivariana-alba/a‑51271927, https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51243162
- https://tercerainformacion.es/articulo/internacional/2019/11/16/estados-unidos-propone-el-retorno-de-la-dea-a-bolivia-para-fortalecer-sus-relaciones. El 16 octubre 2017 fueron apresados en
Brasil los narcotraficantes bolivianos Fabio Adhemar Andrade Lima Lobo y Carlos
Andrés Añez Dorado, en el estado brasileño de Mato Grosso. De acuerdo con el
reporte policial transportaban 480 kilos de cocaína en estado puro, en el avión
que piloteaban. Fabio
Lobo es hijo de un ex miembro del Cartel de Cali. ¿Y quién es el narco Carlos
Áñez? nada menos que el sobrino de Jeanine Áñez, en aquel momento senadora por unidad
democrática - Durante los primeros tres meses
Añez ha resultado ser muy ejecutiva, mostrando de ese modo, el camino de su
política exterior: Retiro de la exigencia de visados para ciudadanos
estadounidenses e israelíes. Reconocimiento de Juan Guaidó como presidente
encargado de Venezuela. Acusación de sedición a periodistas argentinos que
cubrían el golpe. Salida del ALBA y posible retiro de Unasur. Expulsión de
médicos y funcionarios cubanos. Declaración de pronto restablecimiento de las
relaciones diplomáticas con Israel. Durante el mes de diciembre del 2019 su ofensiva
en el campo exterior continuó con otra serie de medidas: Fortalecimiento de las
relaciones diplomáticas con Chile. Denuncia contra Evo Morales en La Haya por
“crímenes de lesa humanidad”. Ingreso al Grupo de Lima. Denuncia contra México
por “tergiversar y distorsionar la realidad sobre las medidas de seguridad
tomadas en los alrededores de la Embajada de México e intentar lavar la imagen
“autoritaria y antidemocrática” del expresidente Morales. Denuncia de
Cancillería a España por “abuso y atropello a la soberanía” boliviana. Retorno de la USAID para los programas
Fortalecimiento de la democracia y la transparencia en las elecciones. Declaración de personas no grata y expulsión
de la embajadora de México y a diplomáticos españoles Durante el mes de enero
del 2020 el gobierno de Añez orientó su trabajo exterior por la vía de
Solicitar a la fiscalía boliviana llevar a cabo una investigación sobre el supuesto
financiamiento del MAS a políticos españoles. Allanamiento de las oficinas de
PDVSA (empresa venezolana de petróleo) en La Paz
La
Fiscalía General llama a declarar a Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero y el
expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y pide a España un informe
sobre la presencia en territorio boliviano de miembros del Grupo Especial de
Operaciones. Petición a Interpol para aprehensión de Evo Morales. Declaración
de personas no gratas y expulsión de la embajadora de México y a diplomáticos
españoles. Congelamiento de cuentas de PDVSA en Bolivia
La
canciller boliviana Karen Longaric se reúne con el secretario de Estado de EE.
UU. (Mike Pompeo)
Bolivia
cierra relación con la república árabe saharaui democrática para impulsarla con
Marruecos
Bolivia
suspende relaciones con Cuba. Diplomáticos israelíes fueron recibidos en
Bolivia, acordaron reestablecer programas de cooperación. Cancillería comunica
su apoyo al supuesto Acuerdo de Paz en Medio Oriente impulsado por Estados
unido e Israel en clara disposición proisraelí.