El Palacio Euskalduna acogió el 30 de enero la presentación solemne ante la sociedad vasca de la iniciativa popular Adierazi EH! por los derechos civiles y políticos. Desde entonces, quienes la impulsaron y aquellos que más tarde confluyeron en ella han ido trabajando en la generación de acuerdos, con la energía que les da su constatación de la necesidad y el deseo colectivo de superar el actual escenario de conflicto en el país.
Ayer, de nuevo en Bilbo, una muestra significativa de personas de diversas procedencias y creencias se volvió a reunir para presentar un acuerdo de contenidos, donde concretan los derechos humanos, civiles y políticos por cuya materialización trabajan. Además, avanzaron una dinámica de movilización popular que confluirá en una gran manifestación en las calles de la misma capital vizcaina el 11 de setiembre.
La profesora de la UPV-EHU Yolanda Jubeto y el abogado Txema Azkuenaga fueron los encargados de dar a conocerla, arropados en el salón de actos del Colegio de Abogados de Bizkaia de una amplia representación de agentes políticos, sindicales y sociales. Azkuenaga incidió en la importancia de lo que se iba a manifestar allí: «Hoy, después de meses de trabajo con esa orientación, generando acuerdos, agrupando, definiendo conjuntamente los contenidos, venimos a presentar un instrumento eficaz para conseguir ese nuevo escenario».
«Posibilidades de cambio»
Jubeto abundó en ello, al subrayar que «hay importantes posibilidades de cambio, porque tanto en Euskal Herria como en el marco internacional se han presentado iniciativas que nos sitúan en las puertas de una situación plenamente democrática». Para sumarse a los pronunciamientos, por ejemplo, de Altsasu, Iruñea y Bruselas, Adierazi EH! aporta su granito de arena profundizando en la definición de los derechos básicos.
Así, se proclama la necesidad de depositar en manos de la ciudadanía vasca la organización democrática de la convivencia, en base a los principios establecidos en la legislación internacional sobre derechos humanos y particularmente en los principios de la Declaración Universal, de los Tratados Internacionales sobre Derechos Civiles y Políticos y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en toda la normativa desarrollada hasta hoy por la ONU.
La profesora universitaria citó que para avanzar hacia el tan ansiado nuevo escenario ellos contemplan, al igual que estos tratados internacionales antes citados, «el derecho a la vida, a la integridad física y moral, a no ser sometido a tortura o penas crueles, inhumanas o degradantes, a no padecer incomunicación, y los derechos básicos para organizar la vida en Euskal Herria en democracia y libertad».
Con estas frases se concretó aún más la declaración del Euskalduna del 30 de enero, en la que esta red ciudadana planteó que «el ejercicio libre de todos los derechos civiles y políticos sea la vía, la única vía, sin acciones ni situaciones de excepción, para dar la palabra a la ciudadanía vasca y actuar conforme a su decisión democráticamente expresada».
Desde entonces, Adierazi EH! ha advertido de que «las vulneraciones de derechos tanto personales como colectivos se vienen repitiendo con alarmante gravedad por parte de los poderes del Estado». Por ello, reivindican con urgencia «libertad de opinión, expresión, de asociación y participación política y de manifestación; derecho a la intimidad y privacidad, a la justicia, al sufragio activo y pasivo, así como a una reparación y restitución democrática».
«Absoluta determinación»
«El establecimiento de un sistema de libertades públicas, absolutamente inapreciable hoy en día, y la restitución del ejercicio de los derechos civiles y políticos son elementales, son prioridades» que reivindican con «absoluta determinación». Al igual que esta iniciativa es «el instrumento para este cambio de situación urgente, necesario, imprescindible e inaplazable».
Su llamamiento a organizar y participar de esa red por los derechos civiles y políticos, a hacerlo pueblo a pueblo y sector a sector, hasta abarcar el conjunto de Euskal Herria, fija ya un hito: el 11 de setiembre, en las calles de Bilbo. Dos meses después del pronunciamiento de ayer, tiempo en el que aguardan que sumen y generen implicaciones y adhesiones, llegará la marcha, de la que Txema Azkuenaga dijo que debe constituirse en «la puerta de entrada» a un escenario en el que el país se organice en parámetros de democracia y libertad.
«Llamamos a actuar con urgencia, de inmediato y con determinación, para crear, impulsar y asegurar en toda Euskal Herria una nueva situación en la que las ideas y opiniones se expresen libres en la plaza pública, sin persecución, prohibición, juicio ni condena alguna, y sean la base de la organización democrática de nuestro pueblo en todos los ámbitos», declaran desde esta iniciativa abierta y plural.
Jubeto añadió que «el objetivo claro, manifiesto y compartido es el de llegar de inmediato a una situación de superación de todo tipo de violencia, una situación de plena democracia en que se respeten todos los derechos de todas las personas sin acciones ni situaciones de excepción». El letrado que le acompañaba en las tareas de portavocía remarcó acto seguido que el instrumento que ayer daban a conocer a la sociedad vasca «aspira a construir una red ciudadana organizada pueblo a pueblo, para movilizar y actuar de manera positiva y efectiva, en sentido multidireccional y ante todos los agentes implicados en la actual situación, para evitar y detener ya, de inmediato, cualquier nueva vulneración de derechos».
Asimismo, los comparecientes señalaron que irán dando pasos ante «desafíos anunciados como el proceso a jóvenes independentistas de Donostialdea, a Udalbiltza y muchos otros, para frenar todas las amenazas y establecer cuanto antes todas las garantías para un escenario en paz, democracia y libertad en Euskal Herria».