La mayoría sindical vasca ha convocado una manifestación para hoy, sábado, en Bilbo. Nosotros y nosotras estaremos presentes en ella, puesto que vemos suficientes razones para salir a la calle como trabajadores y trabajadoras, como vascos y vascas, en contra de los recortes, con la reivindicación de que queremos y debemos ser dueños de nuestro futuro. Los abajo firmantes somos trabajadores y trabajadoras de sectores en lucha. La nuestra no es más que una muestra de lo que piensan miles y miles de personas trabajadoras de Euskal Herria.
Las realidades y los problemas de los sectores a los que pertenecemos no son totalmente iguales, pero por encima de las diferencias nos une el hecho de ser trabajadoras y trabajadores de sectores que están luchando contra la patronal en defensa de nuestros derechos.
De las medidas tomadas desde el inicio de la crisis, ninguna ha sido favorable a la clase trabajadora; poco a poco todo el colectivo trabajador está padeciendo sus consecuencias. Comenzaron despidiendo trabajadores y trabajadoras eventuales, a continuación vinieron los expedientes y los despidos de fijos, luego los retrocesos en las condiciones laborales, los planes de austeridad, las reducciones salariales a los y las funcionarios, la congelación de las pensiones, la reducción de los servicios públicos o la de la protección social. Las reducciones han venido una detrás de otra y continuarán por la misma senda, ya han dicho claramente que lo que han hecho hasta ahora no es suficiente: vendrán con la reforma de las pensiones y la reforma de la negociación colectiva, la subida del IVA está aprobada…
Ahora nos encontramos ante una nueva reforma laboral. Poco nos importa que venga vía acuerdo o vía decreto. Tenemos claro que es perjudicial para las y los trabajadores, que daña la calidad del empleo, que abarata el despido. Viene impuesta desde Madrid, y no tenemos capacidad para decidir sobre la reforma.
También está anunciada la reforma de la negociación colectiva, que tampoco nos acarreará ningún beneficio. Según lo anunciado, parece ser que quieren centralizar la negociación colectiva y, si esto se plasmase, sería imposible negociar convenios en Hego Euskal Herria. También quieren quitar la ultractividad; así, al perder su vigencia, la negociaciones deberán comenzar de cero. Estas dos medidas serían muy perjudiciales para las trabajadoras y trabajadores de Euskal Herria, con ellas pretenden impedir la lucha a favor de nuestras condiciones laborales.
Estamos ante unas medidas y reformas que nos vienen impuestas. Además, estamos padeciendo unos ataques sin precedentes por parte de la patronal en las mesas de negociación colectiva. Quiere valerse del contexto de crisis para neutralizar las mejoras obtenidas durante años gracias a nuestra lucha, e imponernos nuevos retrocesos.
El objetivo de la patronal siempre es el mismo: obtener los máximos beneficios económicos. Para ello, deben empeorar las condiciones laborales de las y los trabajadores, algo que también hizo durante los años de constante crecimiento económico.
En estos momentos, el poder político está totalmente supeditado al poder económico. Mientras que los Gobiernos conceden ayudas económicas a quienes que han ocasionado la crisis, la clase trabajadora está condenada a padecer las terribles consecuencias de la misma.
Las y los trabajadores somos los únicos que estamos luchando por un empleo de calidad; ejemplo de ello son la cantidad de huelgas y movilizaciones sectoriales que se están realizando. No estamos dispuestos a padecer las consecuencias de la crisis, luchamos por otro modelo socio-económico. Aquí se crea suficiente riqueza; hay riqueza, pero sobran ladrones.
La reforma laboral tiene alternativa: tomar medidas para impulsar un empleo de calidad. Euskal Herria no tiene competencias ni poder legislativo para poder realizar una verdadera política de empleo; las políticas emprendidas por los gobiernos de Euskal Herria son una copia de las de Madrid. Por lo tanto, la crisis económica, de nuevo, deja en evidencia la crisis del modelo político autonómico, deja en evidencia que el marco jurídico político vigente está agotado para poder defender nuestros derechos económicos y sociales.
Las personas trabajadoras de Euskal Herria no queremos imposiciones. Queremos ser dueños y dueñas de nuestro futuro institucional y político, esto es, necesitamos que se cree un marco vasco de relaciones laborales y protección social que tenga total capacidad legislativa en temas socio-laborales. En todo esto los partidos políticos no pueden ser simples espectadores, deben elegir: o dan por buenas las imposiciones que vienen de Madrid o adoptan compromisos en defensa de los derechos de las y los trabajadores de Euskal Herria. Esa segunda opción requiere dar pasos en la dirección de la superación del marco agotado y llegar a acuerdos de cómo superarlo.
Así, de acuerdo con esta reivindicaciones, llenemos hoy las calles de Bilbo.
(*) Tambiém firman este artículo los miembros de LAB pertenecientes a diversos sectores en conflicto: Carlos Díaz, Zuriñe Andrés, Oihane Valenciano, Lurdes Pullido, Maika Jaurrieta y Bittor Gerra
Fuente: Gara