Argen­ti­na. «Hay una dis­cri­mi­na­ción ances­tral a los Qom de Cha­co», dijo la pri­me­ra médi­ca wichi

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de junio de 2020

La irrup­ción del coro­na­vi­rus en el «Gran Toba», don­de resi­de la mayor par­te de la comu­ni­dad Qom de Resis­ten­cia y don­de ya hubo 16 muer­tos, puso de relie­ve «la ances­tral dis­cri­mi­na­ción y estig­ma­ti­za­ción» sobre ese pue­blo, ase­gu­ró Tujuay­li­ya Gea Zamora. 

La irrup­ción del coro­na­vi­rus en el «Gran Toba», don­de resi­de la mayor par­te de la comu­ni­dad qom de Resis­ten­cia y don­de ya hubo 16 muer­tos, puso de relie­ve «la ances­tral dis­cri­mi­na­ción y estig­ma­ti­za­ción» sobre ese pue­blo, ase­gu­ró la pri­me­ra médi­ca wichi de Argentina.

  • «Para ese sis­te­ma todo es igual, todos son lo mis­mo, no hay un otro cul­tu­ral con el que se con­vi­ve», dijo Tujuay­li­ya Gea Zamo­ra a Télam sobre lo que ocu­rre en este con­glo­me­ra­do ubi­ca­do en las afue­ras de Resis­ten­cia y con­si­de­ra­do como uno de los epi­cen­tros del virus en el Chaco.

Tujuay­li­ya des­ta­có que tan­to en la pro­vin­cia como en otras regio­nes del nor­te argen­tino «las socie­da­des pre­ten­den que todos sean exac­ta­men­te igua­les, sin ver la plu­ra­li­dad cul­tu­ral» y aña­dió: «Con­vi­vi­mos en un mis­mo Esta­do pero per­te­ne­ce­mos a pue­blos diferentes».

Y agre­gó que «en este con­tex­to hay cosas indig­nan­tes» que tie­nen que ver con la dis­cri­mi­na­ción y con un sis­te­ma médi­co que no ha sido capaz de ade­cuar su atención. 

El barrio Toba es con­si­de­ra­do uno de los epi­cen­tros don­de se expan­de el virus, por lo que el Gobierno nacio­nal asis­te allí con el pro­gra­ma Detec­tar, que per­mi­te iden­ti­fi­car con­ta­gia­dos de coro­na­vi­rus al actuar sobre los con­tac­tos estre­chos de un infectado.

  • Tujuay­li­ya, que en idio­ma wichí sig­ni­fi­ca «la que ven­ce», se reci­bió de médi­ca en la Escue­la Lati­no­ame­ri­ca­na de Medi­ci­na de Cuba, lue­go de que su madre le escri­bie­ra una car­ta a Fidel Cas­tro y, a tra­vés de la Casa de la Amis­tad Argen­tino-Cuba­na, reci­bie­ra una res­pues­ta favo­ra­ble a su pedido.
  • Allí par­tió en el año 2004, oca­sión en la que pudo con­vi­vir con jóve­nes de diver­sos pue­blos indí­ge­nas de Lati­noa­mé­ri­ca con el pro­pó­si­to de apren­der medi­ci­na y saber cómo apli­car­la en las comu­ni­da­des, apro­ve­chan­do la raíz soli­da­ria, huma­nis­ta y éti­ca que pri­mó en su formación.

El Gran Toba está com­pues­to por lo barrios Chi­li­lí, Toba Cama­lo­te, Cres­cen­cio López, Amé­ri­ca y Cotap, en don­de resi­den unas 4.500 per­so­nas y la mayor par­te per­te­ne­cen a la comu­ni­dad qom. El coro­na­vi­rus ya cau­só allí la muer­te a 16 per­so­nas y hay otras 165 contagiadas.

«Apro­xi­ma­da­men­te el 75% de las comu­ni­da­des indí­ge­nas resi­den en áreas periur­ba­nas que sufren la caren­cia de un cen­tro de salud inter­cul­tu­ral y el que fun­cio­na den­tro de los barrios lo hace sin recur­sos con tra­ba­ja­do­res total­men­te pre­ca­ri­za­dos que no están en con­di­cio­nes de dar salud a la pobla­ción», expli­có la médica.

Cha­co regis­tra un total de 1.930 infec­ta­dos por Covid-19 y lo con­vier­te en el ter­cer dis­tri­to con mayor can­ti­dad de per­so­nas con­ta­gia­das, detrás de la pro­vin­cia y la Ciu­dad de Bue­nos Aires.

Gea Zamo­ra nació en Emba­ra­ción, Sal­ta, y allí en la déca­da de 1990 vivió la epi­de­mia de cóle­ra que azo­tó al depar­ta­men­to de San­ta Vic­to­ria Este.
«En esa épo­ca debía­mos cami­nar muchos kiló­me­tros para poder obte­ner agua lim­pia, hoy a más de 30 años, toda­vía segui­mos sin pozos de agua, lo que deno­ta el des­pre­cio hacia nues­tra comu­ni­dad por la fal­ta de polí­ti­cas públi­cas inter­cul­tu­ra­les, algo que ha sido visi­bi­li­za­do recien­te­men­te con las muer­tes por des­nu­tri­ción de niños wichi», reveló.

Dis­cri­mi­na­ción a los Qom
Ante la apa­ri­ción del pri­mer caso en el barrio Toba, el 3 de mayo pasa­do, el Gobierno cha­que­ño deci­dió cerrar los seis barrios, mien­tras que el 7 de junio pasa­do ins­ta­ló una car­pa sani­ta­ria en la que atien­de a per­so­nas infec­ta­das o con sín­to­mas com­pa­ti­bles con Covid-19.

«Has­ta ese momen­to, los qom que vivían en el barrio Toba eran dis­cri­mi­na­dos por el res­to de la socie­dad cha­que­ña, a quie­nes adju­di­ca­ban los con­ta­gios que se mul­ti­pli­ca­ban en Resis­ten­cia. Inclu­si­ve muchos medios de comu­ni­ca­ción publi­ca­ban los nom­bres de los infec­ta­dos con su DNI», ase­gu­ró la médica.

La pro­fe­sio­nal, al egre­sar de la escue­la uni­ver­si­ta­ria cuba­na, fue a ejer­cer con las comu­ni­da­des indí­ge­nas del depar­ta­men­to vene­zo­lano de Apu­re, mien­tras que en el 2016 retor­nó a la Argen­ti­na. Actual­men­te inte­gra una mesa inter­cul­tu­ral de ado­les­cen­cia y salud men­tal que tra­ba­ja en el Cha­co con los pue­blos Wichí, Qom y Mocoit y en la zona de El Impenetrable.

«Los qom son muy arrrai­ga­dos a sus fami­lias, en una mis­ma vivien­da pue­den con­vi­vir has­ta 8 fami­lias. Para ellos ir a un cen­tro de salud ‘crio­llo’ no es fácil, ya que cons­tan­te­men­te se los des­tra­tó, así como tam­bién en lo que tie­ne que ver con el acce­so a la edu­ca­ción y a la jus­ti­cia», dijo la médica. 

ujuay­li­ya tam­bién men­cio­nó el fac­tor cul­tu­ral en el mane­jo de los cadá­ve­res de sus difun­tos. «Ellos se opo­nen ter­mi­nan­te­men­te a la cre­ma­ción, quie­ren ente­rrar a sus muer­tos, por eso pien­san que si van a un hos­pi­tal por cual­quier sín­to­ma com­pa­ti­ble al coro­na­vi­rus van con un dolor de cabe­za y vuel­ven en una caji­ta», aseguró.

«El per­so­nal de salud que está en el terri­to­rio, que cono­ce las pro­ble­má­ti­cas y la prio­ri­da­des de los qom, tra­ba­ja sin recur­sos. No tene­mos un sis­te­ma de salud inter­cul­tu­ral, no hay médi­cos ni enfer­me­ras pre­pa­ra­dos para eso y tam­po­co nun­ca se esti­mu­ló la for­ma­ción de pro­fe­sio­na­les indí­ge­nas uni­ver­si­ta­rios», pre­ci­só la profesional.

Fuen­te: El tri­buno

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