Sudán. Los socios le pro­me­ten casi 2.000 millo­nes, ¿pero es suficiente?

Por Reem Abbas, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 4 de julio de 2020.

La Con­fe­ren­cia de Aso­cia­ción de Sudán, cele­bra­da median­te una tele­con­fe­ren­cia el 25 de junio, pro­me­tió 1800 millo­nes de dóla­res para res­pal­dar al gobierno de tran­si­ción, faci­li­tar el acce­so a prés­ta­mos y ali­viar par­cial­men­te su deu­da exter­na. Foto: Cor­te­sía: Nina R/​CC por 2.0

JARTUM, 26 jun 2020 (IPS) – Cuan­do el minis­tro de Ener­gía y Mine­ría de Sudán, Adil Ibrahim, se diri­gió al país para anun­ciar que los hoga­res van a enfren­tar cor­tes de elec­tri­ci­dad de has­ta sie­te horas dia­rias, la gen­te ya había saca­do sus sillas fue­ra para luchar con­tra tem­pe­ra­tu­ras de has­ta 41 gra­dos cen­tí­gra­dos, mien­tras tra­ta­ba de adqui­rir ven­ti­la­do­res a bate­ría y así adap­tar­se a la situación.

Ibrahim acha­có la cri­sis del sumi­nis­tro eléc­tri­co al aban­dono del país por la cri­sis de la covid-19 de inge­nie­ros extran­je­ros que tra­ba­ja­ban en la indus­tria ener­gé­ti­ca local. Pero la situa­ción pare­ce más complicada.

«El gobierno no tie­ne dine­ro para com­prar la gaso­li­na nece­sa­ria…, el país no tie­ne divi­sas y las reser­vas en el Ban­co Cen­tral de Sudán son muy míni­mas», reco­no­ció una fuen­te del Minis­te­rio de Finan­zas y Pla­ni­fi­ca­ción Eco­nó­mi­ca a IPS bajo con­di­ción de anonimato.

Este país del nores­te de Áfri­ca de 40,3 millo­nes de habi­tan­tes ape­nas está resur­gien­do tras poner fin a los 30 años de dic­ta­du­ra de Omar al Bashir, quien fue derro­ca­do por una revo­lu­ción en abril de 2019.

Actual­men­te, el gobierno de tran­si­ción de civi­les y mili­ta­res está dema­sia­do que­bra­do como para finan­ciar la pro­me­ti­da tran­si­ción de Sudán, mien­tras los mili­ta­res que han domi­na­do el país por medio siglo a tra­vés de dic­ta­du­ras, sigue tenien­do un fuer­te control.

La Con­fe­ren­cia de la esperanza

Pero el miér­co­les 25, la Con­fe­ren­cia de Aso­cia­ción de Sudán, rea­li­za­da por video­con­fe­ren­cia, pro­me­tió 1800 millo­nes de dóla­res para apo­yar al gobierno de tran­si­ción y faci­li­tar el acce­so a prés­ta­mos, ade­más de un ali­vio par­cial o total de la deu­da exter­na por par­te de algu­nos países.

La Con­fe­ren­cia, orga­ni­za­da por Ale­ma­nia, la Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Uni­das, la Unión Euro­pea (UE) y Sudán, con­tó tam­bién como con­tri­bu­yen­tes con Esta­dos Uni­dos, Gran Bre­ta­ña y varios paí­ses del Gol­fo y Áfri­ca. Las prin­ci­pa­les figu­ras de la UE, el gobierno suda­nés y el secre­ta­rio gene­ral de las Nacio­nes Uni­das, Antó­nio Gute­rres, par­ti­ci­pa­ron en la reu­nión virtual.

En total, 40 paí­ses e ins­ti­tu­cio­nes se com­pro­me­tie­ron en el res­pal­do finan­cie­ro a Sudán, que su pri­mer minis­tro, Abda­llah Ham­dok, en el car­go des­de agos­to de 2019, con­si­de­ró «sin precedentes».

Pero Shaw­qi Abde­la­zim, un vete­rano perio­dis­ta en Jar­tum, dice que la Con­fe­ren­cia no solo tenía obje­ti­vos financieros.

«La Con­fe­ren­cia tenía obje­ti­vos polí­ti­cos y puso a Sudán nue­va­men­te en el mapa y seña­ló su regre­so a la comu­ni­dad inter­na­cio­nal. Muchos paí­ses pidie­ron que Sudán fue­ra eli­mi­na­do de la lis­ta de Esta­dos patro­ci­na­do­res de terro­ris­mo, que es muy impor­tan­te para la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca», dijo a IPS el perio­dis­ta que escri­be para dia­rios suda­ne­ses y alemanes.

Abde­la­zim agre­gó que la comu­ni­dad inter­na­cio­nal res­pon­dió a un plan­tea­mien­to de Jar­tum: «o tra­ba­jan con noso­tros para sal­var el perío­do de tran­si­ción o nos dejan enfren­tar nues­tro pro­pio des­tino; luchar con­tra los líde­res mili­ta­res o auto­ais­lar­nos en un inten­to de recons­truir nues­tra eco­no­mía con nues­tros modes­tos medios».

Un infor­me recien­te del Con­se­jo Euro­peo de Rela­cio­nes Exte­rio­res con­clu­yó que los gene­ra­les «con­tro­lan una exten­sa red de empre­sas y man­tie­nen el sopor­te al Ban­co Cen­tral y al Minis­te­rio de Finan­zas para ganar poder político».

El ala civil del gobierno lide­ra­do por Ham­dok nece­si­ta tran­qui­li­dad, para con­so­li­dar el poder civil y dar paso a elec­cio­nes demo­crá­ti­cas en tres años, así como para luchar con­tra el pro­fun­do con­trol den­tro del Esta­do del anti­guo par­ti­do gober­nan­te, el Par­ti­do del Con­gre­so Nacional.

La Con­fe­ren­cia dio legi­ti­mi­dad al gobierno civil, deja­ron en cla­ro que son soli­da­rios», dijo a IPS el eco­no­mis­ta Maya­da Hassanein.

Pero esto no sig­ni­fi­ca que las nue­vas pro­me­sas finan­cie­ras man­ten­drían a flo­te al gobierno civil duran­te mucho tiempo.

«El mon­to pro­me­ti­do, de 1800 millo­nes es menos de lo que se nece­si­ta para las trans­fe­ren­cias en efec­ti­vo del Minis­te­rio de Finan­zas, den­tro de un pro­gra­ma de apo­yo a las fami­lias”, afirmó

El Minis­te­rio de Finan­zas y Pla­ni­fi­ca­ción Eco­nó­mi­ca había plan­tea­do un apo­yo de 1900 millo­nes de dóla­res, tan­to solo para el pro­gra­ma de asis­ten­cia fami­liar, des­ti­na­do a un apor­te men­sual de solo cin­co dóla­res, para cola­bo­rar en sor­tear la ele­va­ción del cos­to de la vida.

El pro­gra­ma se ins­pi­ró en pro­gra­mas exi­to­sos simi­la­res en Bra­sil, pero en el con­tex­to suda­nés, podría no fun­cio­nar igual de bien.

«Es jus­to apo­yar a las fami­lias vul­ne­ra­bles, pero este dine­ro se gas­ta mejor en ser­vi­cios públi­cos que pue­den pro­te­ger a las fami­lias de la vola­ti­li­dad del mer­ca­do. No tie­ne sen­ti­do tener dine­ro en mi bol­si­llo si no pue­do encon­trar medi­ca­men­tos o lle­var a mis hijos a la escue­la «, ana­li­zó el perio­dis­ta Abdelazim.

Atra­pa­do en un gra­ve contexto

En el terreno, la reali­dad es gra­ve. El gobierno de tran­si­ción no pudo finan­ciar la ambi­cio­sa tran­si­ción demo­crá­ti­ca por la que luchó el pue­blo suda­nés, has­ta la Con­fe­ren­cia del miér­co­les 25.

La deu­da exter­na del país es de 62 000 millo­nes de dóla­res. Y a pesar de que Esta­dos Uni­dos puso fin al embar­go comer­cial de 20 años con­tra Sudán en 2017, las san­cio­nes no se han eli­mi­na­do por completo.

Sudán se man­tie­ne has­ta aho­ra en la lis­ta de patro­ci­na­do­res del terro­ris­mo de Washing­ton, lo que blo­quea el acce­so a finan­cia­mien­to de las ins­ti­tu­cio­nes mul­ti­la­te­ra­les de crédito.

Las cosas pare­cían aus­pi­cio­sas en los pri­me­ros meses des­pués de la toma de pose­sión de Ham­dok. En octu­bre, la UE pro­me­tió 466 millo­nes de euros en asis­ten­cia para el desa­rro­llo y varios paí­ses de la UE pro­me­tie­ron fon­dos para el desa­rro­llo y el apo­yo téc­ni­co. Pero esto no fue suficiente.

Inter­na­tio­nal Cri­sis Group ase­gu­ra que los sub­si­dios de com­bus­ti­ble han daña­do la eco­no­mía de Sudán. Actual­men­te absor­ben 40 por cien­to del pre­su­pues­to del país. «Como par­te de la polí­ti­ca de sub­si­dios, los impor­ta­do­res de com­bus­ti­ble pue­den com­prar dóla­res a un pre­cio muy por deba­jo del pre­cio de mer­ca­do, dejan­do espa­cio para la corrup­ción», expli­ca la organización.

Los eco­no­mis­tas loca­les pin­tan una ima­gen pare­ci­da, aun­que des­ta­can como alen­ta­dor el acer­ca­mien­to del gobierno al Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal (FMI).

«Una de las razo­nes por las que Sudán no pue­de obte­ner prés­ta­mos es su impor­tan­te deu­da, sin embar­go, el FMI y el Ban­co Mun­dial son una puer­ta de entra­da cla­ra para acce­der a fon­dos inter­na­cio­na­les. El FMI aho­ra está de acuer­do con el gobierno para enviar exper­tos téc­ni­cos para apo­yar las refor­mas”, dijo Abdelazim.

Pero pun­tua­li­zó que esto no se tra­du­jo en una pro­me­sa cla­ra de que va a dar­le fon­dos al país.

Los pro­gra­mas de ajus­te estruc­tu­ral del FMI obli­gan a redu­cir o eli­mi­nar los sub­si­dios en for­ma con­jun­ta y en los últi­mos meses, un pro­ce­so simi­lar está en mar­cha en el país.

«El gobierno ya levan­tó los sub­si­dios al com­bus­ti­ble”, dijo el perio­dis­ta. El aumen­to de la infla­ción afec­ta a la población.

Duran­te el man­da­to de Al Bashir, los suda­ne­ses sufrie­ron nume­ro­sas gue­rras (algu­nas de las cua­les solo están en pro­ce­so de resol­ver­se), un gra­ve empo­bre­ci­mien­to eco­nó­mi­co, la opre­sión de toda disi­den­cia y un dete­rio­ro total de todos los aspec­tos del bienestar.

Su régi­men dedi­có 70 por cien­to del pre­su­pues­to al sec­tor mili­tar y de segu­ri­dad, dejan­do muy poco para la aten­ción médi­ca y la edu­ca­ción, que su par­ti­do des­tru­yó aún más a tra­vés de las polí­ti­cas de pri­va­ti­za­ción y la ram­pan­te corrupción.

Hace unas sema­nas, el gobierno aumen­tó el sala­rio míni­mo has­ta en 700 por cien­to para igua­lar el aumen­to de la infla­ción. Sin embar­go, la tasa de infla­ción aumen­tó de 98,81 a 114,33 por cien­to tan solo entre abril y mayo.

El incre­men­to sala­rial se eva­po­ró por esa esca­la­da de pre­cios, que en el caso de los ali­men­tos bási­cos subie­ron entre 200 y 300 por cien­to en ese periodo.

En tan­to, la libra suda­ne­sa con­ti­nuó cayen­do en pica­do, cam­bián­do­se en el mer­ca­do negro a 145 uni­da­des por dólar, fren­te a la coti­za­ción ofi­cial de 55 por dólar.

«Cual­quier dine­ro que le dé a la gen­te se le eva­po­ra­rá a medi­da que los pre­cios aumen­ten debi­do a la vola­ti­li­dad. Los due­ños de nego­cios no saben cuán­to ten­drían que pagar por el alqui­ler o los pro­duc­tos el pró­xi­mo mes, tie­nen que subir sus pre­cios según las expec­ta­ti­vas», dijo Abde­la­zim, quien ha esta­do tra­ba­jan­do en un docu­men­to sobre la con­fe­ren­cia de asociación.

Fue­ra de Jar­tum, la situa­ción es aún peor para los sudaneses.

Hanan Has­san, un fun­cio­na­rio que vive en Dama­zin, en el esta­do del Nilo Azul, a más de 500 kiló­me­tros Jar­tum, dijo a IPS que las empre­sas han apro­ve­cha­do los aumen­tos sala­ria­les para incre­men­tar sus pre­cios, de mane­ra que han anu­la­do la medida.

«El cos­to de trans­por­te den­tro de la ciu­dad aumen­tó en 300 por cien­to, los ali­men­tos suben a dia­rio”, comen­tó, para cri­ti­car que las auto­ri­da­des no con­tro­len la espe­cu­la­ción de los comer­cian­tes con los pro­duc­tos básicos.

Mien­tras tan­to, el gobierno se encuen­tra sin fon­dos para pagar los sala­rios o impor­tar ali­men­tos esen­cia­les, y con­te­ner así los precios.

Tras la Con­fe­ren­cia del día 25, hay una reno­va­da espe­ran­za de que la comu­ni­dad inter­na­cio­nal sí está aho­ra deci­di­da a apo­yar a Sudán, aun­que esa ayu­da lle­gue tar­de para una pobla­ción exte­nua­da de sopor­tar con­di­cio­nes muy precarias.

«La revo­lu­ción de Sudán le dio a la gen­te de todo el mun­do la espe­ran­za de que el cam­bio pue­da ocu­rrir, es nues­tra res­pon­sa­bi­li­dad apo­yar este pro­ce­so de tran­si­ción», dijo a IPS el emba­ja­dor ale­mán Ulrich Klöckner.

T: MF

Fuen­tes: http://​www​.ips​no​ti​cias​.net/​2​0​2​0​/​0​6​/​l​o​s​-​s​o​c​i​o​s​-​s​u​d​a​n​-​l​e​-​p​r​o​m​e​t​e​n​-​c​a​s​i​-​2​0​0​0​-​m​i​l​l​o​n​e​s​-​s​u​f​i​c​i​e​n​te/

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