Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 5 julio 2020
Claudio Katz integra Economistas de Izquierda y es uno de los más lúcidos y claros exponentes en temas fundamentales como el de la deuda externa y la crisis económica que atraviesa el país. Autor entre otros libros, de «El porvenir del socialismo», «Las disyuntivas de la izquierda en América Latina» y «La economía marxista hoy», Katz aborda en esta entrevista las negociaciones de la deuda encarada por el gobierno y la situación desencadenada con el tema de expropiar o no al pulpo cerealero Vicentin.
Recordar también que Katz, integra junto a Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y cientos de personalidades la Autoconvocatoria por la Suspensión del pago a la deuda, previa auditoría de la misma.,
Claudio vamos a hablar un poco de los temas más polémicos en Argentina, y que han tomado aun más fuerza en el marco de la pandemia.Uno de ellos es la deuda externa, la deuda con los bonistas y los fondos buitres, teniendo en cuenta que el gobierno da permanentemente idas y vueltas con respecto de esta negociación y todos los caminos terminan en lo mismo: seguir pagando ¿Cómo estás viendo la gestión oficial en este aspecto?
-A medida que se va demorando la definición final del tema lo que
vemos es un cambio en donde el gobierno está aflojando mucho su propuesta inicial. Recordemos que la idea era que «no nos torcerán el brazo», esta es nuestra única propuesta decía el gobierno, la toman o la dejan. Y esta propuesta era tres años de no pago, 65% de quita y una taza de interés variable en función de los bonos. Han pasado
varios meses, hay una presión muy grande de los grandes grupos económicos, corrida del dólar blue, presiones de los bancos intermediarios, y el gobierno está aceptando gran parte de estas presiones. Ahora la última, es ya sobre el tipo de contrato que se va a firmar, ya en principio habría acuerdo sobre las condiciones y el
monto. Los acreedores están exigiendo fuertes garantía, Nueva York por ejemplo como lugar de litigio, que el FMI audite los próximos años y que si hay un nuevo default, las condiciones de renegociación sean mucho mas favorables para los acreedores. Sobre esto que
están charlando ahora, me parece que el primer problema es que el único elemento positivo e interesante que tenía el canje, que era por tres años, de no pagar nada, se fue licuando día a día. Esta idea de que íbamos a tener un respiro que Argentina necesita, de no pagar durante un período, se fue achicando. La idea inicial era cuatro
años, después fueron tres años, después fueron dos años y ahora, ya no estoy seguro, hay versiones que sería solo un año. Este es el problema clave, porque significa que en muy poco tiempo Argentina vuelve a destinar una parte importante de su presupuesto al pago
de intereses.
-En un momento en que la conjunción de pandemia con crisis económica nos ha arrastrado a una situación cada vez más grave.
A eso voy. Recordemos dos cosas, antes de la pandemia, desde que asumió este gobierno ya hubo pagos importantes y desde la pandemia hubo dos pagos muy graves: uno de unos 250 millones de dólares y otro al Fondo Monetario de 350 millones de dólares. Esto cuando ya estamos en la emergencia total. Ya no hay dinero. Qué va a pasar si cuando salimos de esta situación, al año, se vuelve a destinar dinero al pago de la deuda. Este es el primer problema preocupante.
El otro es en qué va a quedar la quita dela deuda, porque todo está indicando que va a ser inferior al modelo que todos tenemos
que es la de 2005, la anterior de Néstor Kirchner y Lavagna. Acá se empezó con una quita del 65% se bajó al 55% ahora negocian el 50 y eso implica compromiso de pago.
Serían 10 mil, 15 mil millones de dólares más que paga la
Argentina. El tercer problema, ya más conceptual, es el papel del Fondo Monetario, pareciera desde el discurso que escuchamos, que el FMI se ha convertido en un aliado de la Argentina contra los fondos buitres, contra los fondos privados, contra los acreedores de la deuda. Y eso es complicado, porque con el Fondo no se negocia ninguna quita, ninguna reducción de la deuda. A lo sumo, lo que habrá es una
modificación en el cronograma de pagos. Pero esto implica tener al FMI como una soga al cuello de por vida en la Argentina. De aquí a muchísimos años y ojo, que el Fondo se ha puesto benévolo en la crisis y esto no es la primera vez que ocurre. En 2008 y 2009 el Fondo Monetario pasó a ser considerado, que llamaba a que se tenga en cuenta a los deudores, que pedía benevolencia y se fue a la crisis en 2010 y volvió a ser el FMI de antes. El Fondo tiene dos objetivos: cobrar ellos, ya que están en la fila del acreedor privilegiado y si es necesario que el bonista privado cobre poco para que así privilegien los pagos al Fondo Monetario. En segundo lugar, asegurarse una presencia en la auditoria de las cuentas argentinas.
-O sea, que estamos ante una negociación complicada donde se necesita tener claro que hay que pararse con fuerza y no andar coqueteando, ya que siempre que se hizo eso,
el país ha terminado perdiendo.
-Yo veo en forma muy crítica el curso de esta negociación. Donde el proyecto económico del gobierno merece objeciones más fuertes, sobre todo algunas muy básicas, porque no hay necesidad de esto. Hagamos un paréntesis, olvidemos un minuto los problemas de fondo. ¿Cuál es la urgencia de negociar el canje de la deuda en una
crisis mundial de esta envergadura, cuando es evidente que hay decenas de países en la cola de los que van a entrar en el default? Cuando incluso, se habla de la condonación de las deudas, lo dice el Papa, los organismos mundiales, porque es evidente que en un
derrumbe económico como el que estamos viviendo, muchos países no van a poder pagar la deuda. Entonces, qué apuro, qué necesidad, qué urgencia. Con un argumento además de que ahora vamos a hacer un acuerdo sustentable. Eso es una ficción. Quién sabe lo que es sustentable en el desmadre económico actual. ¿Alguien puede decir cuál va a ser el ingreso bruto, la exportación, la inversión, la tasa de cambio en la Argentina dentro de dos años? Eso es una ficción, es una imaginación. Creo que con ese fantasma del default, el gobierno está muy aprisionado de la presión, de ese chantaje que todos los días advierte «qué terrible es el default». Pero lo real es que estamos en default, Macri nos puso en default. Así que en la Argentina que está
afuera de los mercados internacionales, que su vida comercial se desenvuelve en el exterior por otros circuitos, no tiene ninguna urgencia, no tiene ninguna necesidad.
Cierro con esto, sobre todo ahora que la demanda que
hacemos hace muchos años, sobre la auditoria de la deuda tiene una base fáctica, una base numérica estadística muy fuerte. A partir de la investigación que hace el Banco Central, este determinó que el grueso de cien mil millones ochenta y tres mil dólares de la deuda tomada por Macri fue a fuga de capitales. Lo que todos ya sabíamos ahora ya está probado con números. Sabemos que el 1% de las empresas gestionó el grueso de esa operación, por lo tanto es una mentira, es un fraude. La Argentina no se endeudó para hacer caminos, puentes y
escuelas sino para fugar capital al servicio de un puñado de grandes acaudalados.
Entonces con el canje legitimamos eso, con el canje al cambiar un título por otro, el título anterior se borra. Por lo tanto, la memoria de la culpabilidad de quien fugó capitales, se borra. Dirá que eso fue un título pasado, hablemos de los títulos nuevos y esa es la etapa cíclica que soporta la Argentina y que nos impide salir adelante.
Parte II
Vicentin: ¿Y la expropiación?
-Esto que aparentemente aparece como una debilidad y
producto de las presiones. A mi me parece que es un problema ideológico, porque cuando se gana una elección como lo hizo el Frente de Todos, derrotando al canalla Macri y todo su aparato mafioso, y había una fuerza en la población que parecía decir ahora sí podemos hacer algunas cosas, el tema de la deuda era algo muy sentido. Sin embargo aparecen estas presiones y otras parecidas, y te quiero llevar a otro tema que está bastante relacionado que es el de Vicentín. Se dijo: «vamos a expropiar», y al rato, «no vamos a expropiar”, todo el tiempo estamos así, parece lo de la cuarentena y la no cuarentena. Esto me parece que tiene que ver con una matriz ideológica, no es solo que te presionan es que te dejas presiona, que demuestran una debilidad que no es circunstancial, que temen radicalizar posiciones ante enemigos que no buscar poner al país de rodillas.
-Es tal cual. Lo de Vicentin es lo mismo quizá menos pensando, menos previsto. Apareció, pero el comportamiento tiene semejanzas. Porque la derecha se enfureció con el caso Vicentin, empezó desde los medios de comunicación con sus grupos de poder, una campaña terrible, y fue creando un escenario del reino del revés, donde aparentemente
el estado invasor se dispone a intervenir y a expropiar una empresa que desarrollaba sus negocios con total normalidad y tranquilidad y atacando la propiedad privada de las compañías. Esto sí que es dar vuelta la realidad. Estamos hablando de una empresa que está
en quiebra, que no pagó y que es culpable de vaciamiento y que el Estado justamente interviene porque se vulneró la propiedad privada. Cuando ellos ponen los carteles “Defendamos la propiedad privada” lo que hizo Vicentin fue no pagar sus contratos, eso es violar la propiedad privada de los productores, de los proveedores y del Estado. Entonces, el Estado tiene que ir a intervenir no solo porque se vulneró un contrato sino por el efecto de eso es sumamente grave. Y ellos con esta campaña están ocultando la magnitud del fraude.
Este es un fraude que vamos a tener en la historia de la deuda, un capitulo: Vicentin. Para mi es un mismo modelo, pero más extremo, porque es completamente incomprensible cómo un holding de procesamiento de granos, una empresa que ocupó el primer lugar en el ranking de exportación, que gozó de buenas cosechas y de una mega devaluación, de repente entra en una recesión de pagos. Nadie puede creer una cosa asi, ninguna persona sensata puede creer que tuvieron un stress financiero, que tuvieron un problema improvisado.
Las denuncias son contundentes, de lo que esta gente ha hecho.
-Vicentin está íntimamente ligado a las tropelías corruptas del macrismo.
Antes de entrar en cesación de pagos vendieron la joya que es Renova, se la vendieron a una empresa y no se sabe dónde está el dinero y armaron una matriz con Macri, bajo la sugerencia del ex presidente.
No olvidemos, Vicentin fue el principal auspiciante de la campaña, fue financista, de Macri, armaron esas Mamushkas de empresas offshore, una tras otra, una tras otra, donde ocultan en un entramado complejo de la propia empresa los mecanismos para fugar el dinero. Entonces esto es un simple vaciamiento, así como en el esquema anterior se tomó deuda para fugar capital, acá Vicentin, que conoce muy bien ese
modelo, lo aplicó para él. Consistente en tomar crédito, no pagarle al acreedor y fugarse con la plata y por supuesto con la complicidad de González Fraga y con la de la justicia. Con las cosas que hizo, González Fraga todavía no tiene cuentas embargadas, y evidentemente ellos están pensando en algún negocio de extranjerización. Creo que la reacción del gobierno inicialmente, fue muy positiva, no tenemos que
dejarnos marear un poco por los sentimientos, por la bronca que nos produce la situación y ver con tranquilidad que la reacción inicial fue muy buena. Porque el Estado viendo lo que estaba ocurriendo tomó la decisión: intervenimos, expropiamos, intentamos evitar la extranjerización y sobre todo apuntamos a una empresa testigo que
actúe en el comercio exterior, que impida los fraudes que se hacen con la liquidación de retenciones. En ese camino se proyectaba algo muy interesante, no solo abría el rumbo al monopolio estatal del comercio exterior sino que abría el rumbo a empresa de utilidad
única que es expropiada, algo que tanto discutimos con el capital financiero. Bueno, dijeron que no se vino la batahola, y lo más preocupante es que primero el gobierno se bajó de la expropiación y después manda la propuesta intermedia que es: hacemos la
intervención y negociamos con el juez. El juez no aceptó la primera, no aceptó la segunda y es un juez que es evidente para quien está actuando, es completamente evidente que lo que está haciendo es para favorecer a Vicentín. Lo central es que esta última decisión le deja a Vicentín el manejo de la empresa. Al no estar intervenida, lo
más urgente es la intervención porque si no intervenís mañana, el que sigue manejando el vaciamiento de la empresa es Vicentín, entre uno y dos años. De tal manera, que Vicentín tiene ese plazo, para que en el momento que se cierre el concurso, diga, al mundo: no tengo absolutamente nada, no puedo pagar nada.
Esto es lo que está haciendo Vicentín, a los ojos del juez y de todos lo que lo apañan. Entonces, ahora están vaciando la empresa, la empresa está parada, nadie le va a ofrecer nada, nadie la va a dar granos a una empresa que está en esta situación. Con la cual la crisis de la empresa se va a agravar y ellos lo están haciendo a propósito, y al gobierno lo
han colocado en un verdadero dilema. Porque si ya era problemática la salida de la intervención porque por lo menos se podían manejar las cuentas. A los dos años habría que ver cómo terminaba ese concurso. Si ese concurso no lo terminaban manejando, los
propios grupos Cargill, Dreyfus, que se quieren quedar con la empresa. Ahora sin intervención, con la expropiación flotando en el aire, hay una situación muy complicada.
-¿Que cartas le quedan para jugar al gobierno?
-El gobierno tiene que decidir qué hace, si se mantiene en la inacción, si se mantiene a la defensiva, si deja que la derecha siga manejando los hilos de la opinión pública o si reacciona. No descarto la segunda posibilidad. Creo que nosotros tenemos que apostar a que el camino abierto con la intervención, con la idea de la expropiación sea reconstruido como un camino que pueda doblarle el codo al a derecha. Y te doy dos pequeños datos positivos, pequeños por ahora, primero: se han formado muchas comisiones de la investigación del fraude de Vicentín que no va a ser tan fácil de ocultar. Por ejemplo, la comisión investigadora de Santa Fe, comisión bicameral que se está formando en el Congreso. El juez que está por presión empezando a mover la causa, la interesante presentación que se hizo en Santa Fe demostrando el entramado para ocultar los bienes de la empresa. Fijate lo que pasa con el espionaje, con toda la maraña del
espionaje ilegal, de repente, se empieza destapar un hilo, cae uno, hay un espía preso, hay una comisión bicameral, hay un juez que investiga y todos los días nos enteramos de algo. Pregunto, y si algo así empieza a pasar con Vicentín, y si González Fraga es llamado, y si Nardelli es convocado y si tienen que empezar a dar cuenta de lo que hicieron. Y si eso modifica un poco el escenario. El otro dato: hubo una gran
movilización, una marcha convocada por una articulación en la que están el gremio de los aceiteros, empieza a haber una idea de las organizaciones sociales de que hay que responderle a la derecha creando un clima de movilización, un banderazo o lo que se pueda hacer en el marco de la cuarentena, generando un cambio en la opinión pública, porque este es un escenario muy distinto a la 125. Aquí hay muchos sectores agrarios que pueden colocarse en el campo popular. Incluso lo ha hecho la Sociedad Rural del Córdoba que carga con toda la mochila de los afectados de la estafa. Están en otro campo, el jefe de la Federación Agraria. No estamos en el escenario del momento de la 125 donde habían armado un bloque agrario sólido. Acá hay un bloque agrario que se puede partir. Pero para eso hay que actuar, hay que salir de esta actitud timorata, defensiva, navegando a dos aguas, indecisiones y recordando, teniendo muy presente cual importante es recuperar el dinero. Esa es la clave, porque acá no es que el Estado se haga cargo y, de nuevo, como pasó con Correos, con Aerolíneas, con YPF, las famosas estatizaciones donde el Estado dice que no va pagar y termina pagando. Después, un afectado del grupo de los expropiados va a Nueva York y termina pagando más todavía.
Acá hay que hacer oír tipo de cosas, con control social, fondo fiduciario donde se investigue todo, que inmediatamente todos los bienes de Vicentín queden bajo el embargo del Estado y por lo tanto hagamos un camino distinto. Porque siempre las ganancias se
privatizan y las pérdidas se socializan, Cuando las empresas pierden, pagamos todos y cuando ellas ganan siempre acumulan más dinero. Sepamos que el caso Vicentín es un caso testigo que va mucho más alla de Vicentín. Por esa circunstancia se ha convertido
en el fenómeno que va a inclinar la balanza para un lado y para el otro, la derecha ve que gana con Vicentín que logra imponerse este es el punto de arranque para un programa económico pospandemia que ellos lo tienen muy claro.
Ese es el programa de LATAM. Dicha empresa, antes de fundirse dijo yo lo que quiero es una empresa donde haya flexibilización laboral, donde aquí anulamos todas las leyes laborales. Ese el modelo
que tiene en la cabeza la derecha si ellos logran imponerse con Vicentín, vamos con esto.
-Otro tema clave que parece estar diluyéndose es el del impuesto a los multimillonarios.
Es el tercer gran tema que podría inclinar la balanza. Su necesidad está a la vista y como la deuda y como Vicentín, vemos que pasa el tiempo y no se entiende por qué el proyecto termina demorado. Lo necesitamos ahora y el año que viene. Las arcas del estado están vacías ahora, la recaudación es ahora. Entonces, qué pasa con el impuesto a las grandes fortunas, que todos vamos a apoyar que todosvamos a apuntalar, que todos vamos a apreciar. Es una batalla, es una disputa, espero que la ganemos.
Transcripción: Julia Mottura