Cri­sis polí­ti­ca tras la des­ti­tu­ción de varios minis­tros – La otra Andalucía

La Unión Gene­ral de Tra­ba­ja­do­res Tune­ci­nos (UGTT) con­vo­có el jue­ves un refe­rén­dum sobre el sis­te­ma polí­ti­co y la modi­fi­ca­ción de la ley elec­to­ral. Las deman­das de la UGTT se pre­sen­tan en medio de una agu­da cri­sis polí­ti­ca que atra­vie­sa Túnez, tras la des­ti­tu­ción por Elyas Fakh­fakh de los minis­tros de Ennah­da. Ennah­da es un par­ti­do de cen­tro dere­cha isla­mis­ta y pri­me­ra fuer­za en el par­la­men­to tunecino.

La UGTT recha­zó la enmien­da pro­pues­ta a la ley elec­to­ral, que inclu­ye la ele­va­ción del umbral elec­to­ral (el por­cen­ta­je de votos nece­sa­rios para obte­ner un esca­ño en el par­la­men­to has­ta el 5%).

Las enmien­das pro­pues­tas inclu­yen pro­pues­tas adi­cio­na­les sobre fon­dos polí­ti­cos, finan­cia­ción de cam­pa­ñas, finan­cia­ción de par­ti­dos polí­ti­cos y varios otros puntos.

El Con­se­jo de la Shu­ra de Ennah­da anun­ció que el Jefe del movi­mien­to Rached Ghan­nou­chi fue encar­ga­do de rea­li­zar con­sul­tas con el pre­si­den­te de la repú­bli­ca, los par­ti­dos y las orga­ni­za­cio­nes nacio­na­les para for­mar un nue­vo gobierno.

El miér­co­les pasa­do, se pre­sen­tó al Par­la­men­to una lis­ta de cen­su­ra que pedía la reti­ra­da de la con­fian­za del gobierno de Fakh­fakh. La peti­ción fue fir­ma­da por 105 dipu­tados, inclui­dos los del par­ti­do Ennah­da, Cora­zón de Túnez (27 esca­ños) y la Coa­li­ción Al-Kara­ma (19 escaños).

Túnez está luchan­do por revi­vir su eco­no­mía colap­sa­da des­de la revo­lu­ción de 2011 que puso fin al gobierno del ex pre­si­den­te Zine El Abi­di­ne Ben Ali y des­en­ca­de­nó la Pri­ma­ve­ra Árabe.

El gobierno dijo el lunes que pidió a cua­tro paí­ses que retra­sa­ran el pago de la deu­da, ya que anun­ció pre­vi­sio­nes eco­nó­mi­cas y pre­su­pues­ta­rias más pesi­mis­tas para 2020 debi­do a la pan­de­mia del coronavirus.

La soli­ci­tud de reem­bol­so de la deu­da sub­ra­ya la gra­ve situa­ción de las finan­zas públi­cas de Túnez, que ya era moti­vo de preo­cu­pa­ción antes de que la cri­sis del coro­na­vi­rus gol­pea­ra la eco­no­mía mundial.

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