Vene­zue­la. Washing­ton bus­ca agu­di­zar el blo­queo cor­tan­do el sumi­nis­tro de dié­sel al país

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 31 de julio de 2020.

Hace algu­nos días, la agen­cia Argus Media había indi­ca­do que la Admi­nis­tra­ción Trump tenía en men­te tomar medi­das de blo­queo con­tra las impor­ta­cio­nes de dié­sel de Vene­zue­la. Según el repor­te, a car­go de Patri­cia Garip, “Rep­sol de Espa­ña, Eni de Ita­lia y Relian­ce de India han esta­do par­ti­ci­pan­do en estas tran­sac­cio­nes (de dié­sel) con PDVSA, de pro­pie­dad esta­tal de Vene­zue­la, con una auto­ri­za­ción silen­cio­sa de la Ofi­ci­na de Con­trol de Acti­vos Extran­je­ros (OFAC) del Teso­ro de EEUU”.

Washing­ton bus­ca cor­tar los sumi­nis­tros vita­les del país, hacien­do énfa­sis en la gaso­li­na y adi­ti­vos quí­mi­cos para la recu­pe­ra­ción del cir­cui­to refi­na­dor nacio­nal, en un inten­to por para­li­zar la eco­no­mía, inyec­tar­le ener­gía a la infla­ción y boi­co­tear en gene­ral la res­pues­ta sani­ta­ria a la pan­de­mia de Covid-19, que requie­re una inten­sa movi­li­za­ción de recur­sos inter­nos de todo tipo.

Esta inten­ción que­dó demos­tra­da con la inti­mi­da­ción diri­gi­da a Irán para que detu­vie­se sus envíos de gaso­li­na a Vene­zue­la. La Admi­nis­tra­ción Trump fue más allá de las ame­na­zas, tra­mi­tan­do una orden de incau­ta­ción de la gaso­li­na ira­ní en la cor­te fede­ral de Colum­bia y san­cio­nan­do a los capi­ta­nes de los navíos.

Lue­go de endu­re­cer el blo­queo en áreas vita­les como la impor­ta­ción de ali­men­tos, medi­ci­nas e insu­mos indus­tria­les, aho­ra Washing­ton pone la mira sobre el dié­sel para esca­lar en la pre­sión eco­nó­mi­ca con el obje­ti­vo de pro­lon­gar su cam­pa­ña de “máxi­ma pre­sión” con­tra el gobierno vene­zo­lano y la población.

La deno­mi­na­da “auto­ri­za­ción silen­cio­sa” a inter­pre­ta­ción de Argus para rela­jar la impor­ta­ción de dié­sel está sien­do revi­sa­da. “Altos fun­cio­na­rios en el Depar­ta­men­to de Esta­do y el Con­se­jo de Segu­ri­dad Nacio­nal de la Casa Blan­ca aho­ra están recon­si­de­ran­do la exen­ción por las preo­cu­pa­cio­nes de que está ayu­dan­do al pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro a per­ma­ne­cer en el poder”, pre­ci­sa el reporte.

Argus tam­bién indi­ca que las impor­ta­cio­nes de dié­sel se enmar­can en un con­jun­to de acuer­dos entre PDVSA y las petro­le­ras men­cio­na­das para hacer sos­te­ni­bles sus ope­ra­cio­nes finan­cie­ras y comer­cia­les con­jun­tas. Relian­ce de India es uno de los prin­ci­pa­les pro­vee­do­res de este com­bus­ti­ble, y Argus pro­yec­ta que entre agos­to y sep­tiem­bre, 1.3 millo­nes de barri­les arri­ba­rán a Venezuela.

A dife­ren­cia de la gaso­li­na, rela­ta Argus, el dié­sel es emplea­do en la “gene­ra­ción de ener­gía, la acti­vi­dad agrí­co­la, las bom­bas de agua y el trans­por­te públi­co”, por lo que blo­quear sus sumi­nis­tros impli­ca­ría crear nue­vos pro­ble­mas eco­nó­mi­cos para una Vene­zue­la que con­cen­tra sus esfuer­zos en pre­ve­nir un mayor alcan­ce de la pan­de­mia de Covid-19.

La pro­duc­ción actual de dié­sel en Vene­zue­la no cubre la deman­da de todas las acti­vi­da­des esen­cia­les comentadas.

La agen­cia tam­bién indi­ca que des­de la diri­gen­cia polí­ti­ca del anti­cha­vis­mo ali­nea­da con Washing­ton está de acuer­do con blo­quear los envíos de dié­sel, sin embar­go, “reco­no­cen en silen­cio el ries­go de decir­lo públicamente”.

El gru­po de Guai­dó ges­tio­na la agu­di­za­ción del blo­queo puer­tas aden­tro, evi­tan­do expo­ner­se públi­ca­men­te al recha­zo del país por apo­yar una medi­da que afec­ta a la tota­li­dad de la población.

El día de ayer, el hal­cón Elliott Abrams, des­de el Depar­ta­men­to de Esta­do, reali­zó una de sus recu­rren­tes rue­das de pre­gun­tas y res­pues­tas con perio­dis­tas res­pec­to a Venezuela.

Aun­que Abrams se refi­rió a un varia­do tema­rio, que tra­tó des­de el cues­tio­na­mien­to de las par­la­men­ta­rias has­ta la recien­te recom­pen­sa ofre­ci­da por Mai­kel Moreno (pre­si­den­te del máxi­mo tri­bu­nal del país), tam­bién habló del diésel.

El perio­dis­ta se refi­rió a la pri­mi­cia de Argus y le pidió a Abrams que comen­ta­ra si esas san­cio­nes se esta­ban per­fi­lan­do. El hal­cón evi­tó entrar en deta­lles pero dejó ver que el sabo­ta­je a las impor­ta­cio­nes de dié­sel está prác­ti­ca­men­te decidido:

“Hola. Gra­cias. Bueno, la polí­ti­ca gene­ral, como saben, es negar­le ingre­sos al régi­men y con­ti­nuar pre­sio­nan­do las for­mas en que ope­ra el régi­men, par­ti­cu­lar­men­te en el sec­tor petro­le­ro, en el sec­tor del oro. Lo que no pue­do hacer es dis­cu­tir posi­bles san­cio­nes futu­ras. Nun­ca hace­mos eso. Creo que ha des­cri­to con pre­ci­sión que hay varias com­pa­ñías que se dedi­can a inter­cam­biar cru­do por dié­sel, pero lo que esta­mos pen­san­do en posi­bles san­cio­nes futu­ras es algo en lo que no pode­mos entrar. Lo siento”.

La decla­ra­ción rela­ti­va­men­te esqui­va de Abrams con­fir­ma la tesis de Argus de que las san­cio­nes al dié­sel se están eva­luan­do, pero redu­cien­do su pro­mo­ción al público.

La agu­di­za­ción del blo­queo y una reno­va­da cam­pa­ña de des­pres­ti­gio son las armas defi­ni­das por Washing­ton para debi­li­tar las par­la­men­ta­rias como un hito de reins­ti­tu­cio­na­li­za­ción y recu­pe­ra­ción inte­gral el país tras años de asedio.

* Fuen­te: Misión Ver­dad

Itu­rria /​Fuen­te

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