Seria torpe e impropio de una persona de unos mínimos culturales, poner en tela de juicio la altura literaria y su capacidad intelectual. Saramago ha sido seguramente uno de los escritores mas brillantes en lengua portuguesa que ha dado la historia, y eso es una evidencia que a nadie se le escapa.
Su obra literaria roza la perfección y sus incontables trabajos, le hicieron merecedor del Nobel de literatura, y leer el “Evangelio según Jesucristo” es una gozada para la mente y te hace descubrir que detrás de cada dogmatismo, muchas veces hay fabulas y solo fabulas.
Saramago esta a la altura de los grandes literatos y nadie lo va a poner en tela de juicio, pero el escritor fallecido tenia su cara oculta, su cara B de la moneda y hace por estas fechas un año, demostró hasta donde se puede llegar en cuanto a servilismo y bajeza moral.
Hace ahora un año, Alfonso Sastre, otro gran escritor y dramaturgo, seguramente el mas grande dramaturgo vivo, se presentaba a las elecciones encabezando la lista electoral Iniciativa Internacionalista y enseguida lo peor del fascismo español, se lanzo como un lobo, a insultar a Alfonso y a tratar de que la lista no pudiese presentarse a las elecciones europeas.
Finalmente se pudo presentar y si hoy día, no tiene una representación en el parlamento europeo es debido al escandaloso pucherazo que protagonizo el gobierno español. Pero si se presento, no fue precisamente por la ayuda de este intelectual de izquierdas. Saramago afirmo y sin ningún pudor que Alfonso sastre era un “valedor de asesinos”. Y se quedo tan ancho.
Saramago firmo y suscribió cuantos manifiestos le puso por delante los Rubalcabas de turno, para demonizar y acabar con el independentismo vasco y en mas de uno, coincidió con Rosa Diez y otras miserias de la “izquierda”
Saramago, tras un pasado de militancia en el Partido Comunista Portugués, acabo militando al lado de los gobiernos de la porra y tente tieso, haciendo causa común con esos asesinos de ilusiones y de voluntades que hoy día, constituyen los poderes españoles.
Saramago, tuvo la extravagancia de hablar en estos términos de Polanco, el que fuera presidente del grupo PRISA cuando el capitalista falleció..
“Polanco es el rostro amable del capitalismo”. Nada de extrañar en estas palabras y es que hay que ser agradecido con la mano que te da de comer…
Y tampoco es de olvidar la extravagante idea que propuso de unificar el estado español y portugués junto con Andorra y constituir así un nuevo estado ibérico..me da que a sus compatriotas no les entusiasmo la idea, uno ha estado en Portugal y puede asegurar que si algo detestan es..la prepotencia española.
Fabretti, persona de extraordinaria valía diría de el, hace ahora un año y me permito la licencia de repetir las palabras del maestro y compañero Carlo Fabretti
“¿Cómo puede un supuesto intelectual de izquierdas hablar del ‘rostro amable del capitalismo’, que es como hablar del rostro amable de la explotación y el atropello? La respuesta es muy simple: porque a ese supuesto intelectual de izquierdas el capitalismo, efectivamente, le muestra un rostro sumamente amable, lo convierte en un privilegiado, del mismo modo que Goethe era un privilegiado de aquel ‘orden’ que quería ver mantenido aun a costa de la injusticia (una injusticia que a él nunca lo alcanzaría, por supuesto)».
Cuando fallece una persona, se le debe un respeto a su memoria y el caso de Saramago, no debe ser una excepción, pero ese respeto no debe incluir hacer amnesia de sus miserias y en el caso del Nobel portugués fueron muchas.
Las letras portuguesas y de todo el mundo están de luto, pero también los opresores y represores del estado español, que contaron con su colaboración, para tratar de acabar con la democracia con el intento de ilegalización de Iniciativa Internacionalista y con su firma siempre en contra de un pueblo en lucha por sus derechos sociales y nacionales.
¿ Y para que hablar de sus insultos a la revolución cubana, llamándola “dictadura” o a las FARC, llamándolas “terroristas”?.
Saramago ya es un recuerdo y un literato muerto, pero también nos debe quedar como recuerdo la ultima etapa de su vida, dedicada al servicio del estado opresor.
Andoni Baserrigorri