Resumen Latinoamericano, 4 de agosto de 2020
En plena contingencia sanitaria, y con las actividades académicas y culturales presenciales suspendidas en instituciones de educación superior de todo el mundo, la Sede de la Universidad en Boston lanzó el proyecto digital” Tertulias en UNAM-Boston”
Pocos artistas se han convertido en íconos globales como lo es hoy la artista mexicana Frida Kahlo. Símbolo de fortaleza para una diversidad de comunidades, Frida es abrazada por jóvenes y adultos; por feministas y la comunidad LGBTQ; por aquellos con alguna discapacidad; por los enamorados y los de corazón roto; por las incansables luchadoras y las mujeres en la política y, desde luego, por las compañías hacedoras de todo tipo de parafernalia que la han vuelto una de las figuras más mercantilizadas de nuestros tiempos.
Pero ¿qué caracteriza a Frida Kahlo y a su obra que le habla a tantos y de tantas maneras? ¿Por qué queremos tener algo, un pedacito, de ella en cualquier forma que se nos presente? ¿Queremos su creatividad? ¿Su pasión? ¿Su valor y coraje ante el dolor y el sufrimiento? ¿El manejo libre de su lenguaje “florido” y popular? ¿Su amor por México?
En esta Tertulia, expertos en Historia del Arte, Museografía, Curaduría y Lingüística exploran los múltiples lenguajes y facetas de la artista, la estudiante, la mujer, la activista y la persona siempre solidaria que fue Frida Kahlo.
Es en este encuentro y diálogo interdisciplinario que se ilumina la necesidad de acercarse a la obra de Kahlo desde múltiples perspectivas. Desde la histórica, vemos que es fundamental entender la tumultuosa primera mitad del siglo XX para apreciar el compromiso social y político que Frida representó en obras como Allá cuelga mi vestido(1933). La perspectiva cultural nos deja ver el profundo amor y, cuando lejos, la añoranza que Frida sentía por México y su cultura popular como lo presenta en Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos, (1932). La perspectiva familiar, representada en cuadros como Mis abuelos, mis padres y yo (1936), nos recuerda la compleja y rica historia de mestizaje que caracteriza el núcleo social mexicano más íntimo.
Desde la solidaridad, vemos que Kahlo fue una de tantas voces femeninas que usaron su arte para denunciar el abuso y la violencia contra las mujeres, como lo hizo con su cuadro Unos cuántos piquetitos (1935). Finalmente, la obra de Frida no puede entenderse sin la perspectiva humana, de la persona sensible y generosa que ella fue en todo momento. Como muestra el cuadro El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl (1949), la vida para Frida parece tratarse de ir más allá del dolor, físico y emocional. Se trata de dejarnos abrazar por un universo cósmico y por una madre naturaleza que a su vez nos permiten abrazar a aquellos a quienes amamos en un mundo donde reina el caos, la enfermedad y la decepción. Esperamos, pues, que esta Tertulia sea la entrada al maravilloso caleidoscopio del arte de Kahlo y que despierte en la audiencia la curiosidad por explorar las muchas caras de su arte, de México y de la vida que nos presenta la tumultuosa primera mitad del siglo XXI.
Este material se comparte con autorización de UNAM Global
FUENTE: desInformemonos