Argen­ti­na. Evi­ta está en Guer­ni­ca (tex­to de Nor­man Briski)

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de agos­to de 2020.

foto: pobla­dor en Guer­ni­ca, ocu­pan­do tie­rras. (gen­ti­le­za AnRed)

(Monó­lo­go Inter­pre­ta­do por una Actriz sobre un cajón de frutas)

Ocu­pa, ¿Ocu­par? ¡Noso­tros no ocu­pa­mos nada!, nos han rajan­do de todos lados que es dis­tin­to. Está­ba­mos allá y nos mata­ron el sol, y del otro allá nos echa­ron a la calle con los hijos maman­do, y en la calle con techo de car­tón dor­mi­mos sobre un col­chón de alguien que lo tiró. Pusi­mos rue­da y nos atro­pe­lló con autos, demo­nios que putea­ban “Negros la puta que los pario”. 

Noso­tros somos el virus le con­tes­ta­mos. Dame algo si te sobró, lar­gá algo que te sobró, acá vini­mos a parar y nadie nos va a sacar, aun­que el agua esté enve­ne­na­da, aun­que el plo­mo esté en el aire. Esto es el prin­ci­pio o es el final. Ni muer­ta me van a sacar, has­ta aquí lle­gó mi pul­món, aquí mi vida la voy a plan­tar ¿Cómo? ¿Qué la luz me la van a cobrar? Enton­ces yo te doy la pata­da que te va a electrocutar. 

No quie­ro ser ni cana ni doc­tor, el pri­me­ro me dis­pa­ra y el otro me da dolor. Mi caba­llo el Jacin­to se me murió, un ómni­bus lo atro­pe­lló. Dijo algo susu­rran­do, no lo voy a olvi­dar: Evi­ta sos vos, la del millón. Así que esto es mío, por­que no ten­go nada y vos me tenés que escu­char: Guer­ni­ca es mi vie­ja y la conoz­co des­de que nací y está aquí en nin­gún otro lugar, esta aquí don­de estás pisan­do vos, acá vamos a resu­ci­tar todos los muer­tos que quie­ran vivir por­que si no fal­ta poco para la explosión. 

Has­ta aquí lle­ga­mos seño­ra auto­ri­dad, aun­que me tra­te bien o mal esto es mío y de todos los demás, lle­ga­ron con­mi­go, con la olla popu­lar, ni los toques por­que sino…si, si, elec­tri­ci­dad. Miren el cie­lo, cuan­tos terre­nos al pedo, pero acá esta la reali­dad, aquí está mi vie­ja y está Juan que con su silen­cio te pue­de vacu­nar por­que mis hijos vol­ve­rán cuan­do haya algo para calen­tar y si sale humo de mi chi­me­nea juna­rán a mi caba­llo como mue­ve la cola con­ten­to por­que sabe que de aquí nadie se move­rá. El me dijo que yo soy Evi­ta la del millón y nadie lo podrá evi­tar. No seré nada si no hago esta revolución.

Itu­rria /​Fuen­te

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