La buena gestión de la crisis del coronavirus por parte del gobierno escocés ha hecho que más ciudadanos se decanten a favor de independizarse del Reino Unido. Según publica The New York Times, buena parte de la población cree que el ejecutivo de Nicola Sturgeon ha trabajado mejor para detener la pandemia en Escocia de lo que lo ha hecho el gobierno de Boris Johnson en Inglaterra. “La tasa de mortalidad per cápita de Inglaterra es superior a la de Escocia y sigue registrando más casos”, explica el rotativo.
Esta percepción ha hecho más fuertes los sentimientos independentistas en las últimas semanas hasta el punto que se consolidaría la mayoría a favor de la independencia en un referéndum. El apoyo para separarse del Reino Unido llegaría ahora al 52,5%, según una media de las últimas encuestas.
“Este es un cambio importante del referéndum sobre la independencia del 2014, cuando los escoceses votaron para mantenerse en la unión por un 55,3% contra un 44,7%”, recuerda. “Es la primera vez que las encuestas han mostrado de manera consistente una mayoría para desvincularse de Inglaterra”.
En el acuerdo entre Escocia y el Reino Unido, los primeros se encargan de cuestiones como la salud pública, básica en esta pandemia, mientras que el gobierno británico gestiona la inmigración, la política exterior y las ayudas para los trabajadores que se hayan quedado en paro durante el confinamiento.
Nervios en Londres
Este aumento de apoyo ha hecho saltar las alarmas en el gobierno de Johnson, que ha enviado hasta cuatro ministros en menos de un mes de visita a Escocia para intentar mitigar una posible crisis. “Londres puede haberse despertado hace dos semanas, pero es una historia que viene de lejos”, asegura John Curtice, experto en análisis político y encuestas.
Sin embargo, durante las visitas a Escocia, ninguno de los ministros ha querido hablar de ninguna cuestión relacionada con la independencia. “No creo que ahora sea el momento de hablar de estas cuestiones constitucionales”, defendía el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, durante su visita la semana pasada.
Entre las medidas que aplicó el gobierno escocés había controles policiales en la frontera con Inglaterra para evitar la entrada de ingleses que quisieran hacer turismo. En general, las medidas de confinamiento fueron especialmente estrictas en Escocia, mientras que en Inglaterra lo fueron menos. Las competencias en Sanidad transferidas a Escocia se mantuvieron inalterables durante la pandemia y se respetó el autogobierno, a diferencia de la situación que se vivió en el Estado español.
Fuente: www.elnacional.cat
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