Tal día como hoy de hace 84 años asesinaron a Federico García Lorca. El fascismo dio un zarpazo y le arrebató la vida a uno de los más grandes poetas y dramaturgos, y al resto nos dejó huérfanos de los poemas y las obras que nunca pudo escribir. La literatura oficial de los vencedores habla de una Guerra Civil cruenta, de algo espantoso porque se peleaban entre hermanos y de que en los dos bandos hubo excesos. Eso ahora con las rebajas, en la época del ninismo, hasta hace poco había una horda de rojos masones que los españoles de bien supieron parar con la gracia y el beneplácito de Dios. Se equivocan siempre, el disparo no consiguió más que acercarlo al pueblo. Federico está entre nosotros.
Vox anunció una moción de censura para el mes de septiembre contra el gobierno (no sonrían) «social-comunista». La extrema derecha tiene que presentar un candidato a Presidente de Gobierno pero el propio Abascal se descartó. Dicen que el suyo será un postulante ajeno a su organización, y eso ha abierto las especulaciones de quién será el elegido. Con varios personajes tienen más que simpatías como para que defienda en la tribuna un programa de extrema derecha, y dicen que será una sorpresa. Tres nombres suenan y de qué manera, Felipe González, Juan Carlos de Borbón y en las últimas horas se ha sumado a la terna la marquesa Cayetana tras su expulsión de la portavocía del PP. Si de la derecha nos podemos esperar cualquier cosa, de la extrema derecha ni pensar.
Vamos a un escenario en el tema de las vacuna contra el Covid que será antológico. Las distintas empresas (con sus acciones en Bolsa expectantes) y hasta países, pujando por quién consigue más vacunados. Quizás haya incluso una competencia publicitaria con anuncios en televisión y ofertas, es decir, si usted compra la vacuna de nuestro laboratorio para toda la familia, le regalamos la del abuelo que está en la Residencia. Esta más que posible realidad pasa en la previa por desacreditar la del otro, que no es segura, que no está avalada por la OMS, que cubre solo este año pero no los próximos covids y así. La sensación de cobayas humanas y de gran negocio es una realidad.
La izquierda de EE.UU tiene una larguísima experiencia en apoyar siempre al menos malo. Una tras otra elección, el Partido Demócrata ha dejado que la izquierda moviese el árbol y luego ellos como organización de derechas y forma parte del sistema, se ha dedicado a recoger los frutos. Incluso cuando algunos candidatos como lo fuera Sanders es capaz de aglutinar un poco más allá de la socialdemocracia, acaban trayendo los votos al PD. Es fácil entender que la mayoría no esté inscrita para votar y la abstención sea gigantesca. Decidir si Biden es mejor o peor que Trump es solo para gente con ausencia de criterio (de clase).
Fuente: www.insurgente.org
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