Méxi­co. El racis­mo entre nosotros

Danie­la Chi­rino, Damián Men­do­za, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de agos­to de 2020.-

En junio una cor­po­ra­ción esta­dou­ni­den­se de ali­men­tos anun­ció que reti­ra­ría la mar­ca y el logo­ti­po de uno de sus pro­duc­tos, con más de 130 años en el mer­ca­do, por basar­se en un este­reo­ti­po racial. Como socie­dad tar­da­mos déca­das en cues­tio­nar­nos la ima­gen este­reo­ti­pa­da de la Tía Jemi­na. ¿Cuán­tas pala­bras, fra­ses o com­por­ta­mien­tos pro­mue­ven el racis­mo y no somos cons­cien­tes? Y sin embar­go lo segui­mos promoviendo.

La doc­to­ra Oli­via Joan­na Gall Sona­bend, inves­ti­ga­do­ra del Cen­tro de Inves­ti­ga­cio­nes Inter­dis­ci­pli­na­rias en Cien­cias y Huma­ni­da­des (CEIICH) de la UNAM defi­ne al racis­mo como: “Un sis­te­ma social cla­si­fi­ca­to­rio de los seres huma­nos y un sis­te­ma de orga­ni­za­ción de rela­cio­nes de poder des­igua­les entre gru­pos huma­nos que están basa­das en la creen­cia de que los seres huma­nos somos lo que se lla­ma racial­men­te dife­ren­tes y que somos racial­men­te supe­rio­res o inferiores”.

La espe­cia­lis­ta expli­có que el con­cep­to raza sur­gió apro­xi­ma­da­men­te en la segun­da mitad del siglo XVIII y fue pro­duc­to de la crea­ción de los esta­dos-nación moder­nos que se con­ci­bie­ron bajo el prin­ci­pio filo­só­fi­co, polí­ti­co y jurí­di­co de que los seres huma­nos des­de del naci­mien­to serían igua­les ante la ley, con los mis­mos dere­chos civi­les, polí­ti­cos y socia­les. Sin embar­go, des­ta­có que hubo una can­ti­dad con­si­de­ra­ble de gru­pos exclui­dos de esa igual­dad y la jus­ti­fi­ca­ción era que se con­si­de­ra­ban bio­ló­gi­ca­men­te dife­ren­tes e infe­rio­res, entre ellos las muje­res, que no eran igua­les ante la ley o los inmi­gran­tes que repre­sen­ta­ban minorías.

Este con­cep­to fue apo­ya­do por una de las corrien­tes cien­tí­fi­cas más pode­ro­sas, la antro­po­lo­gía físi­ca que sur­gió como una dis­ci­pli­na cuyo obje­ti­vo era demos­trar que había razas huma­nas. Actual­men­te se ha demos­tra­do que no exis­ten las razas y que no hay gru­pos bio­ló­gi­ca­men­te dife­ren­tes a otros, mencionó.

“Cuan­do se des­cu­brió, se leyó y se des­ci­fró el geno­ma humano en el año 2000 se com­pro­bó con abso­lu­ta cer­te­za de que los seres huma­nos todos y todas en este pla­ne­ta, somos más de sie­te mil 500 millo­nes de habi­tan­tes, somos no pare­ci­dos, no igua­les, sino idén­ti­cos en un 99. 9 por cien­to de nues­tro geno­ma. A par­tir de ese día el racis­mo se debió de haber caí­do por­que rom­pió con la creen­cia cien­tí­fi­ca, pero tam­bién social y polí­ti­ca, de que había razas infe­rio­res y supe­rio­res por su biología”.

La aca­dé­mi­ca men­cio­nó que a pesar de este apor­te cien­tí­fi­co en el fon­do las per­so­nas siguen cre­yen­do que hay una dife­ren­cia bio­ló­gi­ca. “Siguen enten­dien­do que las per­so­nas de piel lla­ma­da blan­ca (que no exis­ten las pie­les blan­cas) son de la raza blan­ca, que las per­so­nas de piel negra son de la raza negra y las per­so­nas de ojos ras­ga­dos que vie­nen del lejano orien­te son una raza”.

De esta mane­ra, la socie­dad con­ti­núa pen­san­do en tér­mi­nos de razas, lo que resul­ta en un mun­do racia­li­za­do, que vive bajo la creen­cia, que se con­vier­te en prác­ti­cas, de que en el fon­do esta­mos divididos.

La coor­di­na­do­ra del Semi­na­rio Uni­ver­si­ta­rio Inter­dis­ci­pli­na­rio sobre Racis­mo y Xeno­fo­bia (SURXE) des­ta­có que exis­ten múl­ti­ples racis­mos que ope­ran de for­mas dis­tin­tas y se mani­fies­tan en prác­ti­cas socia­les, inclu­si­ve en los sis­te­mas polí­ti­cos, jurí­di­cos y en las rela­cio­nes coti­dia­nas. Como el caso de regí­me­nes racia­les, racis­mo nazi, el apartheid y el racis­mo en los ex Esta­dos Con­fe­de­ra­dos. En dichos ejem­plos la estruc­tu­ra de poder, la jurí­di­ca, la eco­nó­mi­ca, la polí­ti­ca, la social y la cul­tu­ral esta­ba imbui­da en las estruc­tu­ras que esta­ble­cían prác­ti­cas y rela­cio­nes racistas.

Enfa­ti­zó que para enten­der cada tipo de racis­mo es nece­sa­rio con­si­de­rar el país, la región, la cir­cuns­tan­cia y la épo­ca his­tó­ri­ca, debi­do a que den­tro de cada nación ope­ran rela­cio­nes racia­li­za­das que se con­vier­ten en prác­ti­cas de poder y de des­igual­dad en fun­ción de la his­to­ria de las rela­cio­nes socia­les de pro­duc­ción, pero tam­bién de las rela­cio­nes inter­ét­ni­cas e inter­cul­tu­ra­les en cada país.

¿Qué hacer?

“¿Cómo rom­per­lo? Así como el mun­do luchó con­tra los nazis para evi­tar que ellos domi­na­ran el mun­do y siguie­ran con estas prác­ti­cas, geno­ci­das y exter­mi­nan­tes de lo que ellos con­si­de­ran razas infe­rio­res. ¿Cómo se aca­bó el apartheid?, con toda la lucha del Con­gre­so Nacio­nal Afri­cano (CNA), Nel­son Man­de­la y Ste­ve Biko y que aca­ba­ron por tum­bar ese régimen”.

Recor­dó la lucha con­tra el racis­mo de Esta­do de los años 60 en Esta­dos Uni­dos y el movi­mien­to de los dere­chos civi­les que fue cam­bian­do la par­te jurí­di­ca, polí­ti­ca y legal. Des­ta­có que Méxi­co se con­si­de­ra como un país no racis­ta, por­que se ha cons­ti­tui­do sobre la base de un pro­yec­to civi­li­za­to­rio, cul­tu­ral y racial mes­ti­zo, con­tra­rio a lo que esta­ble­ce el racis­mo cien­tí­fi­co (el más clá­si­co) que un país racial­men­te fuer­te, sóli­do y con futu­ro, tie­ne que estar cons­ti­tui­do en san­gre puras y cul­tu­ras puras. De lo con­tra­rio, la pobla­ción no tie­ne futu­ro y es pro­duc­to de una perversión.

“Méxi­co exal­ta la mez­cla y dice que no se nos pue­de lla­mar racis­tas, pero hay una tram­pa escon­di­da. La tram­pa es que deba­jo de esta ideo­lo­gía del mes­ti­za­je de este pro­yec­to mes­ti­zo, antes de con­ven­cer­nos de que lo que une es la mez­cla, en el fon­do el men­sa­je que se man­dó a los pue­blos indí­ge­nas en nues­tro país fue: o te mes­ti­zas o no eres mexi­cano. Te mez­clas o no vamos a res­pe­tar tus iden­ti­da­des diferenciadas”.

La doc­to­ra Oli­via Gall con­clu­yó dicien­do que es nece­sa­rio rea­li­zar un movi­mien­to aca­dé­mi­co, polí­ti­co, social y cul­tu­ral que exhi­ba, visi­bi­li­ce y resis­ta con­tra el racis­mo y sus dis­tin­tas mani­fes­ta­cio­nes para hacer cons­cien­te a la socie­dad y de esa mane­ra reco­no­cer cuan­do la des­igual­dad y la fal­ta de jus­ti­cia tie­nen como com­po­nen­te al racismo.

Pre­ci­só que tan­to el racis­mo como el patriar­ca­do son sis­te­mas de cla­si­fi­ca­ción, de crea­ción de rela­cio­nes de des­igual­dad, de rela­cio­nes de poder y crea­ción de vio­len­cias múl­ti­ples basa­do en otro tipo de idea que el géne­ro feme­nino es infe­rior a las per­so­nas del géne­ro masculino.

“El patriar­ca­do y el racis­mo son sis­te­mas para­guas, ambos alber­gan en su seno mani­fes­ta­cio­nes que pue­den ir de gra­ve­dad extre­ma, a actos de dis­cri­mi­na­ción que lesio­nan la igual­dad de tra­to y que pue­den no ser tan vio­len­tos pero que sí par­ten de una base de un sis­te­ma violento”.

Este mate­rial se com­par­te con auto­ri­za­ción de UNAM Glo­bal

FUENTE: des­In­for­me­mo­nos

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *