Por Manuela Wilhelm, Resumen Latinoamericano, 26 de agosto de 2020.
La presión de la querella sobre la Fiscalía surtió efecto y avanza la causa por desaparición forzada de Facundo. Ayer, martes, allanaron la sede de la Unidad Policial de Prevención Local de Bahía Blanca por orden de la fiscalía luego de que Asuntos Internos de la Policía provincial informara que por geolocalización detectaron que el 8 de mayo un patrullero se detuvo en el cangrejal de Villarino Viejo durante 35 minutos, a sólo 800 metros de donde fueron hallados los restos humanos que son peritados. Esto ocurrió el mismo día que la policía Siomara Flores desinstaló la aplicación de Whatsapp de su teléfono, cuando todavía el caso no tomaba relevancia pública.
Las señales de GPS emitidas por el móvil patrullero Toyota Etios, asignado a la Unidad Policial de Prevención Local (UPPL) de Bahía Blanca muestran un recorrido efectuado el 8 de mayo pasado, varios kilómetros alejado de su rutina y en cercanías del lugar donde se produjo el hallazgo de restos humanos el 15 de agosto pasado. Una anomalía que no pasó desapercibida por la Dirección General de Asistencia Operacional del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.
“Ese móvil hizo un recorrido ‘inusual y sospechoso’ el 8 de mayo, y se detuvo durante 35 minutos a 800 metros del lugar donde el 15 de este mes se encontró el esqueleto”, apunta el fiscal. A su vez, Martínez precisó: “se dejó consignado que se advierten anomalías en los registros, en cuanto a que en la rutina que estaba cumpliendo el móvil la secuencia de georreferenciación da un ‘salto’ de más de 10 kilómetros en 41 segundos, para volver con otro ‘salto’ luego de tres horas 38 segundos al recorrido de rutina en apenas 28 segundos“.
La información se desprende del informe de Asuntos Internos respecto de la geolocalización por AVL de la totalidad de los móviles que se hubieran posicionado sobre la zona comprendida entre las coordenadas ‑38. 752532 ‑62.448676, ruta Nacional N° 3, entre las localidades de Teniente Origone y General Daniel Cerri y sus adyacencias, desde el 30 de abril al 15 de agosto pasados.
Por tal motivo, a solicitud de la fiscalía, la jueza federal Gabriela Marrón ordenó el allanamiento del domicilio donde funciona el puesto de policía mencionado, junto con el secuestro del móvil referenciado, con el objeto de proceder a su registro y posterior pericia del funcionamiento del GPS, como así también la incautación de los libros de guardia de dicho destacamento, para que surjan los movimientos y los agentes que prestaron servicio o tenían asignado el móvil el 8 de mayo pasado, los teléfonos celulares pertenecientes a esos efectivos policiales, los dispositivos electrónicos del lugar, handys, anotaciones y cualquier otro elemento que pueda resultar de estricto interés para la investigación.
A su vez, la fiscalía ordenó una batería de medidas a fines de individualizar los vehículos y personas que circularon en la zona del hallazgo de los restos. En primer lugar, a requerimiento de la querella institucional se solicitó al Sistema de Prevención de Villarino (SIPREVI) que remitiera las grabaciones por el período comprendido entre el 10 y el 16 de agosto pasados de las cámaras de video dispuestas en el kilómetro 714 de la Ruta Nacional Nº 3. Asimismo, se requirió a la Planta de Repotenciación de Gas ubicada en esa zona que informara si poseía cámaras de seguridad y, en ese caso, que acompañara las grabaciones correspondientes al período de tiempo señalado. Además, se requirió a la Comisión Nacional Aeroespacial (CONAE) que acompañara las lecturas correspondientes a los satélites del 30 de abril pasado en la zona aledaña a las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone.
Declaraciones de la querella
El día de ayer, mientras finalizaba la autopsia realizada en el laboratorio del Equipo de Antropología Forense (EAAF) al cuerpo hallado en Villarino Viejo, la fiscalía a cargo de Santiago Ulpiano Martínez motorizó en un día más actuaciones que las realizadas en los dos meses de investigación. Cuando el abogado Leandro Peretto salió de la autopsia expresó: “hay una serie impresionante de medidas de prueba que el señor fiscal se ha dignado a realizar”. En la misma línea, consideró que cambió el criterio de la fiscalía: “creo que se ha despertado y que ha sentido que abonar la teoría del accidente es una aventura jurídica imposible de asumir”. Además concluyó: “la enorme cantidad de prueba que se proveyó en el día de la fecha y que se conocerán en las próximas horas están todas orientadas a la desaparición forzada de Facundo”.
Hoy a partir de las 9 continuarán los trabajos en la sede de la Policía Científica de la PFA, en Parque Patricios, para examinar el material no biológico recolectado junto al cuerpo esqueletizado que se terminó de peritar hoy. Los abogados adelantaron que el informe sobre las causas de muerte estaría listo “en un plazo de 30 a 60 días“, mientras que la identificación genética del cadáver a cargo del EAAF de Córdoba estaría a partir del 5 de septiembre.
De esta manera, en el caso que los restos correspondan a Facundo, la información del trabajo forense junto con los datos de la geolocalización del patrullero será esencial para saber qué fue lo que sucedió entre la policía bonaerense y Facundo Castro luego de ser detenido entre las 15.30 y las 16 por un móvil policial al costado de la ruta 3 en Mayor Buratovich, a 30 kilómetros de su casa en Pedro Luro.
Cabe destacar que los abogados de la querella advirtieron que corre peligro la integridad de los tres testigos vecinos de Pedro Luro, que declararon haber visto a Facundo en esta situación el día 30 de abril, ya que están siendo objeto de seguimientos por parte de patrulleros de la Bonaerense.
8 de mayo: un día clave en la desaparición forzada de Facundo
La querella recolectó enorme y valiosa cantidad de pruebas para sostener que tras la desaparición forzada de Facundo se puso un marcha un procedimiento de encubrimiento. Un dato a destacar es que el 8 de mayo es el día en que el GPS del móvil policial de la UPPL de Bahía Blanca se detiene a 800 metros del lugar donde se encontró el cuerpo esqueletizado durante 35 minutos, y es el mismo día en que la policía Siomara Flores desactiva la aplicación de Whatsapp de su teléfono celular.
Flores es hermana de la también policía Jana Jennifer Curuhinca, quien junto a Mario Gabriel Sosa fueron quienes detuvieron al joven de 23 años en la ruta 3 el 30 de abril a las 10 de la mañana. Gracias al sistema de análisis UFED, recientemente se pudieron obtener las transcripciones de los diálogos entre Jana Jennifer Curuhinca y Mario Gabriel Sosa, entre Sosa y Flores, y entre Curuhinca y alguien agendado como Contra Alee, donde a través de Whatsapp los efectivos se auto incriminan y demuestran su preocupación por la investigación en curso sobre sus actuaciones. Esta recopilación se logró de manera parcial ya que más del 80% de los audios e imágenes fueron borradas.
Siomara Flores declaró un mes después de iniciada la búsqueda de Facundo Castro que a las 12.30 de ese 30 de abril “casualmente” conducía su auto cuando ve a Facundo y decide detenerse, y lo lleva a Origone, donde según ella Facundo le pide: “No le digas nada a mi mamá”. Cristina Castro toma conocimiento de este relato a los 49 días, cuando el 18 de junio acompañada de su abogado Luciano Peretto se dirigía a la comisaría de Mayor Buratovich para participar del primer operativo para buscar a Facundo. Pero ahí es cuando justo en la entrada a la localidad cinco móviles policiales se les cruzan e impiden avanzar al furgón unidad canina (K‑9) hacia la comisaría para realizar los rastrillajes, y en ese momento aparece el subcomisario Pablo Reguilón (quien luego fuera apartado de su cargo por amenazar al Dr. Luciano Raúl Peretto). El subcomisario le dice a Cristina: “Señora usted no tiene nada que hacer de aquí”, y de pronto, aparece la policía Siomara que le cuenta a Cristina que llevó a Facundo hasta Origone, pero, ante preguntas lógicas de Cristina, le contesta: “no puedo hablar con usted por orden de mis superiores”.
“Estamos denunciando que (a Facundo) lo desaparecieron entre las 15.30 16 hs del 30 de abril; no le creemos a González, no le creemos a Sosa, no le creemos a Flores ni a Curruhinca, no le creemos a Berni ni a nadie”, expresó Leandro Aparicio en una conferencia de prensa improvisada en el salitral de Villarino Viejo, tras el operativo para proteger y trasladar los restos al EAAF. “Fue plantado o lo trajo la corriente, para nosotros fue asesinado el 30 de abril”, sentenció el letrado.
Desde el primer momento del hallazgo del cuerpo esqueletizado en el cangrejal de Villarino Viejo el 15 de agosto, la querella conformada por la mamá de Facundo Castro y sus abogados, Leandro Aparicio y Leandro Peretto, sostienen que la policía bonaerense está detrás del crimen de desaparición forzada y solicitaron la detención de 11 efectivos policiales que fue rechazada por la jueza Marrón. Esta semana al fin la presión ejercida con el acompañamiento de organizaciones de derechos humanos, mediante pronunciamientos, y la organización de movilizaciones en las calles logró que la fiscalía disponga los requerimientos que había realizado la querella para saber qué hizo la bonaerense con Facundo Astudillo Castro.
Fuente: AnRed