Resumen Medio Oriente, 1 de septiembre de 2020-.
La segunda visita en menos de un mes a El Líbano del presidente francés, Emmanuel Macron, aspira a “congelar el tiempo político hasta la realización de elecciones legislativas”, según el diario parisiense Le Figaro.
“Hazte a un lado por un tiempo necesario”, según comentó uno de los integrantes de la comitiva de Macron, en referencia a los partidos políticos tradicionales libaneses que impiden cualquier maniobra contraria a sus intereses.
El periódico afirma que la idea del mandatario galo es conseguir «un gobierno de misión fuerte, con una decena de técnicos empoderados de manera excepcional por el Parlamento para dar tiempo a realizar reformas”, dijo Alain Bifani, el director general del Ministerio libanés de Finanzas, quien dimitió del cargo en junio pasado.
Ese será el objetivo de una reunión prevista para hoy en la Residence des Pins (residencia de la embajada de Francia en El Líbano) con los líderes de los partidos principales, a los que Macron regañó en su anterior visita, el 6 de agosto.
Francia quiere «un gobierno de misión», «un gobierno limpio, eficiente, capaz de implementar las reformas deseadas por los libaneses», dicen en el Elíseo, el Palacio de Gobierno en Francia.
Reformas en los sectores de electricidad y telecomunicaciones (fuentes financieras de ciertos partidos), auditoría del Banco Central, apertura de negociaciones con el FMI, creación de un Senado y autorización del matrimonio civil, entre otras.
Gracias a que poseen mayoría en el Parlamento, los principales líderes partidistas tienen la capacidad de bloquear cualquier decisión política.
Para sortear este obstáculo, sin querer volver al pacto nacional de 1943 que comparte el poder entre las religiones, Macron va a pedirle a las partes que se escurran cuando el país está en el fondo del abismo.
«Su viaje y misión son arriesgadas, pero los lideres libaneses no tienen otra opción, son pena de hundirse como el Titanic», expresó un familiar del primer mandatario francés.
«Empuñar el arma de las sanciones ha hecho estremecer a mucha gente», precisó Alain Bifani, pues repercutió en los políticos del país.
«¿Es cierto que le dijo que considerara sancionar a los responsables si no cooperaban?», preguntó Simón Abiramia, diputado cercano al presidente de la República, Michel Aoun.
De hecho, «Macron comenzó a trabajar con Donald Trump en un régimen de sanciones que ya tiene nombres», confirmó a Le Figaro una fuente informada.
Unos días después de la llamada telefónica de Macron a Trump, el subsecretario norteamericano de Estado para Oriente Medio, David Hale, llevó incluido ese esquema de probables sanciones en una visita a El Líbano.
Sí, pero ¿cuáles?, cuestiona Le Figaro.
«Esa lista debe incluir a todas las religiones y todos los movimientos, de lo contrario no será creíble», de acuerdo con especialistas consultados por el diario galo.
Tal tipo de amenazas, funciona, porque después de más de tres semanas de dilación, en El Líbano escogieron a un primer ministro (Mustafá Adib) horas antes de la llegada de Macron.
Es el primer paso en el proceso para nombrar un Gobierno, tras la renuncia del anterior el 10 de agosto, seis días después de la explosión en el puerto beirutí que causó la muerte a más de 190 personas, heridas a unos siete mil y pérdidas materiales calculadas en 15 mil millones de dólares.
Emmanuel Macron es consciente de las complejidades libanesas, aunque no volverá a la era de los cheques en blanco, iniciada en la época de Jacques Chirac, gran amigo del Líbano, y Rafic Hariri.
La pregunta es ¿logrará imponer sus puntos de vista sobre los dinosaurios libaneses?, dice Le Figaro.
“Todos sueñan con que el Zorro vuelva a llegar para salvarlos”, asegura un diplomático francés, como en el pasado lo hizo Chirac o países del Golfo. «Creen que un generoso benefactor va a aterrizar y ahora apuestan al gas descubierto en aguas territoriales libanesas o por la geopolítica, al repetir que El Líbano resulta clave en Medio Oriente, de lo contrario todo se derrumbará. ¡Pero todo ya se derrumbó!”, afirmó el diplomático.
Fuente: Al Mayadeen